El nivel de desequilibrio monetario es alarmante. Los bancos hace algunas semanas empezaron a modificar su estrategia de inversión para intentar cubrirse de las próximas medidas del Banco Central. Las entidades financieras migraron parte de las Leliq con vencimiento a 7 días hacia un nuevo instrumento: los Pases a 24 horas con tasas de casi 70 por ciento. Los bancos consideraron riesgoso esperar una semana para cobrar sus inversiones. El miedo es que las Leliq sean canjeadas por bonos de largo plazo para depurar el balance contable de la autoridad monetaria.

Las estadísticas del Central precisaron la maniobra de los bancos para cuidar su liquidez. El 9 de agosto tenían prestados 5.000 millones de pesos en Pases a un día. El 30 de septiembre el stock había subido a 224.000 millones. La deuda en Pases se elevó 44 veces en menos de dos meses. La contracara fue el desarme de las Leliq. La inversión en estas letras se redujo en 204.000 millones de pesos. Los bancos aprovecharon las últimas semanas para pasar 1 de cada 5 pesos invertidos en Leliq a los Pases con vencimiento en 24 horas.

La inversión de la banca en Pases del Central es a cambio de un interés diario. La diferencia con las Leliq es que la deuda se devuelve en un día y no en siete. Los problemas del equipo económico empiezan a pensarse en horas y no en días. "La falta de pericia para manejar la crisis financiera potencia este desgaste. Los bancos prefieren la colocación de Pases porque aumenta el margen para recuperar su dinero ante cualquier rumor de regulación sobre los pasivos monetarios", aseguraron en la city.

Pagos de intereses

La ganancia efectiva de los bancos por tener Pases o Leliq era casi idéntica hasta finales de septiembre. Esto generó fuertes incentivos para pasarse de una inversión a otra. El Central empezó a mostrar preocupación por la tendencia y este lunes anunció una medida para limitar la ganancia de Pases.

“La tasa de interés de los Pases pasivos con entidades financieras a 1 día (hábil) de plazo será la mínima de las tasas de política monetaria correspondientes a las Leliqs vigentes, multiplicada por un coeficiente que estará entre 0,99”. En palabras simples: el rendimiento de esta inversión se ubicará en un máximo de 68 por ciento (piso de la tasa garantizada) y un mínimo de 34 por ciento.

La medida desalentó esta semana el desarme de Leliq. Los últimos datos de la autoridad monetaria muestran una baja en el stock de Pases y un repunte en el volumen de deuda en letras a 7 días. Pero en el mercado no creen que esta medida del Central frene definitivamente la maniobra de la banca.

“Las entidades financieras no creen en el regulador. Prefieren invertir a menor plazo que a tasas más altas”, aseguró a este diario un operador de la city. El reperfilamiento de las Letes impactó en la confianza de los bancos y pretenden proteger los balances. Las Leliq hoy explican parte importante de su patrimonio y el canje por bonos de largo plazo generaría una fuerte pérdida para el sector.

Los bancos privados tienen un fuerte nivel de exposición. Página/12 accedió a un informe del Banco Central con el perfil de vencimientos netos de Leliq y Pases para el 2 de octubre. Fueron unos 300 mil millones de pesos de los cuales el 66 por ciento se desembolsó a entidades financieras del sector privado.

El documento del Central precisó que vencieron unos 229 mil millones de pesos en Leliq y 67 mil millones en Pases. Esta cifra contempla el capital e intereses (que se van renovando) y al tipo de cambio actual equivale a los 5 mil millones de dólares. El dato muestra el fuerte desequilibrio monetario. Sólo en intereses de Leliq se abonan más de 1600 millones de pesos por semana (cerca de 270 millones de dólares) y anualizando el dato la cifra se eleva al equivalente a casi 15.000 millones de dólares. En abril de 2018 –antes de la corrida cambiaria- se pagaba un monto anualizado casi idéntico por intereses de Lebac