1 Lanús: Rossi; Di Plácido, Muñoz, Valenti, Pasquini; Vera, Quignon, Moreno; Auzqui, Sand, Acosta. DT: Luis Zubeldía.

1 Central: Ledesma; Molina, Caruzzo, Novaretti, Brítez; Rius, Rinaudo, Pereyra, Gil; Riaño, Gamba. DT: Diego Cocca.

Goles: ST 11m Sand (L), 19m Caruzzo (C).

Cambios: ST 17m Colazo por Novaretti (C), 31m Allione por Pereyra (C) y Belmonte por Auzqui (L), 41m Orsini por Moreno (L) y Lodico por Vera (L).

Arbitro: Diego Abal.

Cancha: Lanús.

El canaya no logró someter a su rival desde el juego.

No hay caso, Central no sale del empate. El equipo dirigido por Cocca no pierde, pero tampoco gana y no puede abandonar la zona baja de los promedios. Lanús fue un rival muy hostil, que lo apuró en varios tramos del partido y se puso en ventaja en el inicio del segundo tiempo con gol de Sand. Igualó Caruzzo de cabeza para sentenciar el resultado final. Vélez en el Gigante, el próximo escollo.

Lanús no fue Racing, para empezar. El canaya lejos estuvo de someter a su rival desde el juego como hizo la semana pasada ante los de Chacho Coudet. El granate se hace fuerte de local e impuso condiciones en buena parte del juego. Rapidez para salir con la pelota desde el mediocampo, movimiento entre líneas y dos experimentados delanteros, como Sand y Acosta, que respiran gol en cada jugada. Solo con eso, básico quizás, el local tuvo otro tono que la academia de Avellaneda. Y a Central, cuando lo incomodan, las cosas no se salen. No solo por un rato, por buena parte o todo el partido. El canaya todavía extraña a montones a Maximiliano Lovera, el único jugador que le dio desnivel, desmarca y velocidad en esta Superliga. El resto pesa muy poco en ofensiva y le facilita la tarea a los rivales, por eso al elenco rosarino le cuesta horrores convertir.

El primer tiempo fue anodino, inexpresivo. Lanús fue levemente superior, pero solo inquietó a Central con un par de aproximaciones. Los de Cocca no le encontraron la vuelta al juego y quedó evidenciado que los cambios de entrenador no surtieron efecto. Pereyra tuvo dificultades para desplegarse por la banda izquierda y lo mismo le ocurrió a Rius. De ese modo, encontrar a Gamba y Riaño fue un suplicio. Y ahí es dónde debe detenerse el análisis del DT auriazul y, en ese sentido, se impone la pregunta, ¿fue un espejismo, un oasis lo de Racing? Porque lo de ayer no se asemejó.

Lanús fue otro en el epílogo. Tuvo las chances más claras y complicó más de la cuenta a Ledesma. Valenti estrelló un cabezazo en el travesaño apenas empezada la etapa. Fue el anticipo para la apertura del marcador a los 11 minutos. El canaya quedó desarmado en defensa tras un repliegue y Sand recibió en la puerta del área, en posición de nueve. Inoxidable, a los 39 años, el delantero definió fuerte al primer palo de Ledesma. Cinco minutos después, Central perdió a Novaretti por lesión, que chocó feo con el arquero Rossi. Sin embargo, pese a la sucesión de malas, Central mostró coraje para recuperarse y Caruzzo conectó un gran cabezazo tras un tiro libre, que superó al uno granate. El canaya no lo dejó despertar al local, que no tuvo tiempo ni para festejar. Fue el único mérito del equipo, reponerse rápidamente cuando el partido se veía esquivo.

Al ser local y pretender, por otro lado, alcanzar a Boca en la cima de la Superliga, Lanús fue a la carga con menos de media hora por delante. Sand nunca dejó de ser peligroso, incansable y un ejemplo a la vez. Sobre el cierre, apareció enorme Ledesma para taparle un cabezazo a Quignón y resguardar el empate. El granate acechaba y Central aguantaba, a esa altura cómodo con el resultado.

 

Murió empate, otro más. La racha ya es absolutamente negativa para el canaya, porque en esta fecha ganaron Gimnasia y Central Córdoba de Santiago, dos con los que pelea en zona de descenso. En contrapartida, lo beneficiaron la caída de Aldosivi y la igualdad de Newell´s. Pero no puede vivir de los demás, tiene que dar más. Sumar de a uno ya no es negocio.