Tras violar a su hija durante 23 años, en Arequito, Hugo Aguirre, de 57 años, fue imputado ayer por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal agravado; promoción de corrupción de menores agravada por mediar violencia; amenazas y tenencia ilegítima de arma de fuego". El fiscal Juan Pablo Baños, de Casilda, lo acusó de cometer hechos reiterados, por los que la chica de 33 años tuvo 4 hijos, de entre 19 y 11 años. La jueza Mariel Minetti dictó prisión preventiva por el plazo de ley tras escuchar los aberrantes sucesos.

N. tenía 9 años cuando por primera vez fue abusada por el hombre. A los 8 la había empezado a tocar. El primer ataque fue tras llevarla en bicicleta a un lugar solitario y alejado, a la intemperie, donde también fue amenazada de muerte. A los 13 empezó a sentir mareos y al poco tiempo se comprobó el primer embarazo. Las amenazas continuaron y hasta la hizo decir que un albañil de la zona era el padre, ante las preguntas de la madre, ahora separada del hombre. 

"Entendemos que la víctima pasó por un proceso, hubo una serie de hechos cuando ella empezó a trabajar, a salir de ese mundo de encierro que estaba viviendo. Conoció gente y calculamos que pudo expresarse. Con ayuda del equipo de Arequito pudo hacer la denuncia", dijo el fiscal Baños.

La joven no estuvo en la audiencia realizada ayer en los Tribunales de Casilda, pero más tarde dijo a Infobae que con la detención de su padre "se termina el calvario. Yo tenía que hacer lo que él decía. Recién ahora empieza mi vida". También lamentó que sus hermanas no le crean. En otra nota que se emitió en Telefé, sumó: "Mi mamá trabajaba todo el día. El primer hecho no fue en mi casa, pero los demás sí, cuando no había nadie".