Un dirigente sindical fue baleado ayer al mediodía en pleno barrio Martin cuando desconocidos ingresaron armados a la sede del Sindicato Obrero Marítimos Unidos (Somu) y después de intimidar a los que allí se encontraron encararon a Mariano Ortiz, prosecretario del sindicato, y le preguntaron si era "Pablo". A pesar de la negativa le dispararon en las dos piernas, provocándole heridas serias y obligando a trasladarlo de emergencia a una sanatorio privado donde al cierre de esta edición seguía internado estable, sin daños arteriales ni fracturas.

La agresión tuvo todas las características de un ataque mafioso, cuyos ejecutores evidentemente no conocían a quien era el blanco de su ataque. Cuando preguntaron por "Pablo" se referían al secretario general del Somu Rosario, Pablo Ghietti, quien estaba viajando en ese momento y no estaba en la sede de 3 de Febrero 340.

"Si dicen eso debe ser así, se ve que me buscaban a mí", respondió Ghietti cuando más tarde le preguntaron los colegas de Canal 3. Según Ghietti estaba viajando cuando desde Somu nacional le avisaron lo que había ocurrido en Rosario y regresó.

Según los testigos, los atacantes ingresaron, redujeron al personal, balearon a Ortiz y se llevaron los teléfonos celulares de las dos empleadas. Hubo otros dos testigos: un afiliado y un personal de limpieza.

Ghietti manifestó ayer su miedo por la nueva situación en la que están envueltos: "Temo por mi familia desde el primer día que nos quemaron la camioneta".

El Somu y sus dirigentes fueron blanco de un atentado anterior el 4 de diciembre último. Una camioneta que pertenecía al gremio fue incendiada en Arijón al 1600, en la zona sur de Rosario. Aparentemente, el ataque fue llevado a cabo por personas que se desplazaban en un auto y arrojaron un objeto incendiario a través de la ventanilla del conductor.

"Le soy sincero, a mí no me extraña más nada. El pasado 4 de diciembre nos prendieron fuego una camioneta del gremio. Conclusiones podemos sacar muchas, esto pudo haber venido de cualquier lado. Eso lo determinará la Justicia", dijo ayer Ghietti después del ataque. También confirmó la existencia de un circuito de videovigilancia tanto en el interior como en el exterior de la sede sindical, cuestión que no pareció importarle mucho a los atacantes. Según los primeros testimonios habrían llegado al lugar en dos vehículos.

En diciembre, cuando desconocidos incendiarion la Ford Ranger del sindicato estacionada en horas de la madrugada frente al domicilio de un familiar, Ghietti atribuyó el ataque a que en su trabajo "en defensa de los derechos de los trabajadores evidentemente hemos tocado algunos intereses".

En esa oportunidad el sindicalista afirmó que habían conseguido "muy buenas recomposiciones salariales" y que mantenían "mucho diálogo con empresarios".

También dejó un mensaje ante las cámaras de televisión: "Le quiero transmitir a los compañeros marítimos que el Somu está más fuerte que nunca y que el amedrentamiento no nos va a asustar".

El Somu a nivel nacional sufrió un terremoto institucional en los últimos 4 años. Concretamente en septiembre de 2016 con la detención de Omar "Caballo" Suárez, mandamás del gremio durante los últimos 26 años. Acusado de asociación ilícita y defraudación contra el gremio, el gobierno nacional de entonces lo intervino y nombró delegados normalizadores. Finalmente quienes se hicieron cargo de la entidad sindical expulsaron de por vida a Suárez del sindicato. 

Hace dos años la conducción nacional quedó a cargo de Raúl Durdos y Daniel Mereles. El uno y dos del gremio representan facciones diferentes y sostienen una prolongada interna.