El médico Carlos Javier Regazzoni renunció ayer a la titularidad del PAMI. Su gestión, que comenzó el 16 de diciembre de 2015, estuvo jalonada por problemas con la atención de los afiliados y con la entrega de medicamentos cubiertos por los distintos programas de esa obra social, la más grande de América latina, con más de cuatro millones de afiliados.

La renuncia se da en el marco de un debate sobre el Plan Remediar, que sufrirá un drástico recorte y afectará a 16 millones de personas. La novedad oficial es que el plan pasará de 74 medicamentos que entregaba a 27, sin embargo en los centros de salud aseguran que el gobierno sólo entrega 7.

Esta semana, los diputados de la Comisión de Salud, que preside Carolina Gaillard, denunciaron la falta de entrega de medicamentos del Plan Remediar y lamentaron la ausencia de los funcionarios del Ministerio de Salud, de la Anmat y del PAMI a la convocatoria realizada el lunes 13 para dar explicaciones sobre el tema. Los legisladores también apuntaron a “la faltante de medicación oncológica”, “la reducción en la cobertura de los medicamentos crónicos para beneficiarios del PAMI” y “el endurecimiento de los requisitos para acceder a las coberturas de medicamentos”.

También esta semana, el Colegio de Farmacéuticos de La Plata advirtió que los jubilados tienen problemas para adquirir medicamentos oncológicos debido al nuevo sistema implementado por el PAMI para las autorizaciones, un inconveniente que el organismo prometió resolver en los próximos quince días. A través de un comunicado, la entidad señaló que en las últimas semanas los jubilados tuvieron “inconvenientes por no poder recibir sus medicamentos para tratamientos oncológicos”, una situación que “genera una importante preocupación”. “La problemática se debe a un nuevo sistema implementado por el PAMI” para autorizar esos fármacos, para lo que ahora “se necesita efectuar un trámite de reempadronamiento en las Unidades de Gestión Local (UGL) de PAMI”, señalaron los farmacéuticos. El PAMI admitió la demora y aseguró que estaba trabajando para resolver el problema.

En enero de este año, con el argumento de combatir “abusos” y en línea con la política oficial de reducir gastos, el director ejecutivo del PAMI firmó una disposición para restringir el otorgamiento de subsidios sociales a medicamentos, que según los cálculos del gobierno le permitiría “ahorrar” unos 1600 millones de pesos por año. 

Ese mismo mes, el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb) criticó la medida del PAMI de reducir el listado de laboratorios para los análisis clínicos de sus afiliados, ya que de esta manera “el 90 por ciento de los consultorios no podrán atender a los jubilados”. El Safyb aseguró que “de los 410 laboratorios que habían sido habilitados por el PAMI en la Ciudad de Buenos Aires ahora sólo quedaron 36. La medida no tiene ninguna razón de ser, es lamentable que esto ocurra en una obra social que es pública”. 

En diciembre pasado, a un año de haber asumido, las cuatro organizaciones que nuclean a colegios de farmacéuticos y farmacias de todo el país anunciaron que se suspendían las prestaciones al PAMI, tras una fallida reunión con el titular del organismo por la deuda que mantiene la industria farmacéutica con las farmacias, y el atraso en los pagos y la falta de control por parte del Estado. Los farmacéuticos denunciaban que el PAMI no les pagaba desde septiembre.