Federico Rey, de 30 años, murió el miércoles en la Unidad Penitenciaria 23 de Florencio Varela. Las autoridades penitenciarias construyeron y difundieron la versión de la riña entre presos, haciendo responsables del hecho a otros detenidos. Pero el resultado de la autopsia coincide con la versión de los presos: la pelea no existió y el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) es responsable de la muerte.  Junto a otro preso, Rey protestó porque un compañero de encierro dio positivo de coronavirus y la respuesta fue represión, lo que provocó la protesta y reclamo de los demás detenidos. Su muerte no fue por una faca tumbera, sino porque agentes del SPB lo asesinaron con balas de plomo y no una faca tumbera, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria en un comunicado.

Ante la confirmación, a través de la autopsia, de que efectivamente Rey fue asesinado con balas de plomo provenientes del arma de un penitenciario, hay cien guardias sumariados y fue removida la cúpula del Penal.

A partir de la detección del primer caso de coronavirus padecido por una persona detenida en la Unidad 42 de Florencio Varela, se difundió un audio atribuido a un médico de salud penitenciaria que informaba del hecho y aseguraba que muchos se iban a contagiar y a morir. Esto provocó el reclamo desesperado de dos detenidos alojados en el pabellón de máxima seguridad quienes, como protesta por la demora judicial en resolver su situación, se subieron al techo de un pabellón.

Lejos de mediar e intentar el diálogo, el SPB comenzó a reprimir de manera brutal y en ese momento Federico Rey fue asesinado, producto de al menos una bala de plomo. Además sufrió varias heridas de postas de goma disparadas a corta distancia. Según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), de inmediato las autoridades de la Unidad comenzaron a encubrir el hecho haciendo pasar el asesinato como resultado de una pelea entre internos.

"Sabiendo la falsedad de la versión y a modo de protesta, los detenidos tomaron los pabellones y subieron a los techos. Denunciaron la represión y el asesinato del joven y reclamaron por la desidia y mora judicial en la resolución de pedidos de morigeraciones ante la expansión de la pandemia de coronavirus", dijo la CPM. Al igual que sucedió en el penal de Devoto, cuatro pabellones de mediana seguridad fueron tomados por los detenidos que masivamente se subieron al techo exigiendo la presencia de autoridades judiciales. 

"La falta de elementos de prevención para evitar el contagio, la situación de hacinamiento extremo que en el complejo de Florencio Varela que llega al 200 por ciento, y la desastrosa atención de la salud penitenciaria, muestran un contexto gravísimo que hace peligrar la vida de las personas allí alojadas y provoca ansiedad, temor y desesperación", denunció la Comisión, que actúa en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la Provincia de Buenos Aires y que se hizo presente para evitar más represión. Al mismo tiempo sus abogados presentaron un hábeas corpus colectivo y la concurrencia del titular del Juzgado de Garantías 8 de Florencio Varela. 

Luego de largas horas de negociaciones y diálogo con los detenidos, hubo una audiencia judicial a la que concurrieron representantes de todos los pabellones para exponer las razones de la protesta, tal como sucedió en Devoto .

La CPM solicitó al ministro de Justicia que "se ponga en marcha un profundo proceso de democratización de la fuerza, se sancione con la exoneración a los responsables directos del hecho y a las autoridades penitenciarias responsables". Y también se presentó en la justicia como particular damnificado y patrocinará a la familia de Rey. “Tenía 30 años y estaba preso desde 2017. Debió haber estado en su casa con una pulsera y no reclamando un derecho como la protección a su vida y su salud ante el Covid-19 que garantizan las propias leyes”, señalaron desde la Agencia por la Libertad.