El domingo por la noche el gobernador de Jujuy Gerardo Morales condujo el informe televisado del Comité Operativo de Emergencia (COE). Allí sorprendió cuando promovió la automedicación como recurso para enfrentar al coronavirus. Una recomendación que le valió una denuncia penal por entender que infringió el artículo 208 del Código Penal. En su discurso, Morales invitó a la audiencia a autoadministrarse la droga azitromicina, difundió un flyer firmado por el gobierno indicando cómo consumir esa y otras drogas y logró que en la mañana del lunes –según la denuncia radicada en la Fiscalía de Causas Genéricas– el medicamento se agotara en las farmacias de San Salvador.

 

En la presentación formulada por Santiago Zamora, Cristian Brizuela y Víctor Aramayo, con el patrocinio letrado de Mariana Vargas, se relata que en la reunión dominical del COE, que se transmite en vivo por la página de Facebook y es tomada por la mayoría de los canales jujeños, el mandatario dijo que “…cuando están en esa situación lo primero que tienen que hacer es el antibiótico, paracetamol, y el médico inmediatamente y la azitromicina, y tener el antibiótico para irla peleando y meterle ahí para irla peleando porque si no, lo que estamos viendo, díganme si me equivoco, séptimo octavo día el bicho te clava cuando te descuidás”.

La poco académica descripción y la recomendación de Morales, que al cierre de esta edición permanecía publicada en Facebook , se complementó con la distribución en las redes sociales de la gobernación jujeña de un flyer con precisas instrucciones acerca de cómo automedicarse. “Ante cuadro febril o dolor muscular: paracetamol 500 mg cada 8 horas; si el cuadro respiratorio lo requiere se recomienda antibióticos: azitromicina-claritromicina-amoxiclavulánico; si presenta síntomas gástricos, se podrá incorporar: omeprazol 20 mg cada 24 horas, ranitidina 300 mg cada 24 horas; si presenta vómitos o náuseas: metoclopramida cada 8 horas por uno o dos días; poli vitamínico un comprimido cada 24 horas por 10 días; si estuvo con vómitos: sales de rehidratación oral diluída en un litro de agua”. Lo que se dice toda una pieza antológica que se conservará en las memorias de la comunicación institucional.

“En mis 48 años de médico nunca vi eso”, señaló con perplejidad Aramayo, uno de los denunciantes, en declaraciones recogidas por Página/12. Rápido de reflejos, el Colegio Farmacéutico de Jujuy emitió un comunicado en el que advirtió que “los medicamentos serán dispensados en todas las farmacias de Jujuy bajo prescripción médica o en el caso de ser medicamentos de venta libre, serán dispensados bajo la recomendación o el consejo de un profesional farmacéutico”.

Según informó el portal Jujuy Dice, en la misma línea se pronunció el Consejo de Médicos de Jujuy, que expresó que “todo medicamento o tratamiento debe ser indicado según las circunstancias clínicas que lo requieran y siempre deben ser prescriptos por un facultativo del arte de curar ya que esto corresponde a un acto médico”.

Sin embargo, las advertencias de los colegios profesionales cayeron en saco roto: “La conducta de recetar medicamentos incluso en debate con profesionales médicos de modo público tuvo una repercusión extrema, ya que no sólo se trata de 34 mil reproducciones del video a las 20 horas de emitirse el informe del COE, sino que al mediodía ya se había agotado la azitromicina en varias farmacias y dicho video fue transmitido por la televisión pública que llega hasta el último pueblo de nuestra provincia”, consigna la denuncia.

“Yo a un amigo intendente que está con covid le digo ché, pero cómo te sentís, cómo estás, bueno me siento decaído, dolorido, y métete antibiótico le digo, llamá al médico, obviamente yo no soy médico, soy contador”, aclaró Morales en un intento de rescatarse de su salto al vacío.

El Código Penal en el capítulo IV, dedicado a los delitos contra la salud pública, sostiene en el artículo 208 que “será reprimido con prisión de quince días a un año: 1º El que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aun a título gratuito”.

“Seguimos buscando terapistas, fortalecer atención primaria de la salud y llegar con el kit y que se metan antibiótico de entrada nomás, apenas tengan síntomas, el corticoide el médico tiene que decir cuándo, cuando desatura, eso ya todo lo tienen que ver con los médicos pero digo atento también los médicos porque a veces hay médicos que le dan solo paracetamol, están con síntomas y no les dan la azitromicina, entonces es importante irla peleando de entrada”, recomendó el contador Morales en cámara y ante la mirada desconcertada de su ministro de Salud, Gustavo Bohuid.

La prescripción de medicamentos específicos por parte del gobernador en medios de difusión masiva, siendo una persona que no tiene el título habilitante para ello, implica, en medio de la peor emergencia sanitaria de Jujuy, la creación de un nuevo riesgo para la salud de quienes de a miles padecen y se contagian de covid en Jujuy”, completa la denuncia destinada a hacer ruido político en medio de una feroz escalada de los contagios de covid-19 en prácticamente toda la geografía jujeña.

Luego de casi tres meses de autoelogios por mantener a la provincia libre de casos, un tiempo precioso que la gestión Morales debería haber empleado para optimizar el sistema de salud –sobre todo tras haber recibido de parte de la Nación una transferencia de 9.000 millones de pesos para ese fin–, la multiplicación de contagios desbordó las capacidades operativas del sector público de salud. Tan grave es la situación que el gobernador admitió estar con el 93 por ciento de las camas críticas ocupadas, y con un marcado déficit de profesionales entrenados.

Tras el rechazo inicial de Morales para aceptar la asistencia oportunamente ofrecida por el Gobierno nacional, este jueves llegará a Jujuy otra tanda de terapistas intensivos, enfermeros y epidemiólogos que reforzarán a los exhaustos equipos de salud de la provincia, entre los que ya se produjeron cuatro fallecimientos.