Ayer un productor desesperado intentó fumigar a una manga de langostas que estaban demorando sus sembrados de tomate. Solo consiguió espantarlas, porque era de día y los insectos se espantaron al escuchar el ruido del avión fumigador. 

Esta es una de las tres fracciones de la manga de langostas que desde hace días sobrevuela el norte salteño, tras ingresar desde Paraguay, informó Gustavo Zagaglia, referente del Programa Langostas y Tucuras del SENASA para las provincias de Salta y Jujuy. Una de las mangas estaba hasta el jueves en Embarcación, en departamento San Martín; otra estaba El Tabacal y la otra, en Abra Grande, estas dos últimas en el departamento Orán, aunque todas estas localidades están en un mismo ámbito geográfico. 

Por otro lado, ayer a la tarde un productor informó de una manga que sobrevolaba Salta Forestal en la dirección del viento, hacia Las Lajitas, en el sur de la provincia. Zagaglia explicó que esta manga estaba en jurisdicción del pueblo de Taco Pozo, en la provincia del Chaco. Ayer subió e ingresó al territorio salteño. 

Además, hay otra manga en el límite con Tucumán. Estos grupo estaba en Rosario de la Frontera, Salta, y había ido Tucumán, pero ahora, como se revirtió la dirección del viento, "puede haber riesgo de que vuelva" y reingrese a la provincia "por La Candelaria". 

A pesar de la preocupación que genera la presencia de esta plaga, el especialista indicó que por ahora los daños son pequeños, por lo que se supone que se están alimentando sobre todo del monte. Y el coordinador nacional del Programa Langostas y Tucuras, Héctor Medina, en una conferencia de prensa que brindó a miembros de APERA, organización que reune a periodistas de todo el país, destacó que "todas las mangas ahora están en la región del NOA". 

"El combate de las mangas es lo más difícil de todo. La langosta pasa por tres estados, huevo, ninfa y adulto. La ninfa no tiene alas, no vuela, camina y salta. Ese es el estado más fácil de controlar, es el momento óptimo de control", explicó Zagaglia a Salta/12. Pero cuando "se convierte en adulto, tiene alas y forma estas mangas migratorias y el control de esas mangas es muy dificultoso. Nosotros el año pasado estuvimos dos meses y no lo pudimos controlar. Tuvimos que esperar que pongan huevos y nazcan las ninfas para poder hacer el control, porque la manga se nos escapaba cada rato", relató. 

Es que para atacarlas con cierto éxito se debe detectar el lugar donde pasan la noche, cuando se concentran y están inactivas, y es posible fumigarlas. Pero como se trata de animales de movimiento continuo, se siguen las mangas para tratar de identificar el punto en que dormirán. Para eso suelen buscar lugares altos, el monte o eucaliptus. Cuando se ubica la concentración, "al otro día  bien temprano, con la primera luz, apenas pueda despegar el avión, ahí le tenés que hacer una aplicación, o sea, antes de que levante la temperatura y se vuelvan activas de nuevo". 

Zagaglia resaltó que esto no siempre se da. Recordó que han seguido mangas durante 30 o 60 días, pero nunca pudieron dar con el lugar donde duermen. El seguimiento es por tierra, y si la manga sale de las rutas o se mete en un cerro ya no se la puede seguir, hay que esperar al otro día, a que levante el vuelo y reiniciar el seguimiento. El especialista contó también que en la zona de Campo Durán y Santa Victoria Este, por la ruta 54, en el departamento Rivadavia, en el extremo noreste de la provincia, siguieron una manga por unos 45 días, "durante el día la veíamos, y cuando llegaba la hora de dormir, o se iba del otro lado de la frontera con Bolivia o se metía en un monte cerrado que no la podías ver. Así que no es para nada fácil el control", enfatizó. 

Para combatir esta plaga la provincia creó comités de lucha zonales de los que participa el SENASA, el INTA, los municipios y las organizaciones de productores. Esta forma de trabajo público-privado se aplica en general en el país. Estos comités recibieron recursos e insumos para el control de ninfas en en espacios publicos y tierras fiscales y para asistir a productores de subsistencia, indicó Zagaglia. 

Explicó que estas mangas están buscando condiciones para reproducirse. Requieren "que el suelo tenga humedad para poner los huevos y que prosperen y que cuando nazcan las crías tengan alimento verde para sobrevivir, entonces ahora están esperando esas condiciones climáticas", que seguramente se darán en la primavera, "entonces una vez que tengan esas condiciones los adultos van a madurar sexualmente, van a copular, la hembra pone los huevos en el suelo y ahí nacen las crías". 

La langosta maneja el proceso de maduración sexual a la espera de las condiciones adecuadas para asegurar la supervivencia de la prole. Normalmente tienen dos generaciones al año. Estas adultas son las que se formaron en otoño, vivieron "todo el otoño, todo el invierno y capaz que viva hasta mitad de la primavera; en cambio, la segunda generación, que es la que ocurre en verano, como cuando se forma la adulta sigue habiendo pasto, alimento verde y humedad, entonces esa adulta vive 45, 60 días. Esta dura dos meses y la otra diez meses". 

El año de la langosta

¿Qué pasó para que una plaga que ya no era conocida se vuelva recurrente?, interrogó Salta/12. Zagaglia explicó que la langosta tiene dos fases de vida. "Cuando hay baja densidad poblacional, están en una fase que se llama fase solitaria", "el comportamiento del individuo es estar alejado de los otros". No es que no existían langostas, sino que al estar en la fase solitaria "pasaba desapercibida". 

Pero "cuando las condiciones ambientales le son favorables, las langostas se multiplican, y aumenta la densidad poblacional, entonces ahí pasan a la fase gregaria". Cambia el comportamiento, prefieren estar juntas y moverse en grupo, ahí se forman las mangas. 

En Argentina las últimas mangas fueron en 1954 y reaparecieron en 2015, 60 años después. En todo ese tiempo las langostas estuvieron en fase solitaria. En esos años también hubo al menos cuatro intentos de convertirse en manga en Catamarca y La Rioja, pero "se la controlaba muy rápidamente" y no llegaban a salir de esas provincias. 

En cambio, "en 2015 hubo una explosión que no había habido en los últimos 60 años y es con la que hoy estamos luchando. Esa explosión que hubo en el 2015 se multiplica, se multiplica". Estas mangas se originaron en el noroeste de Paraguay. Se trata de la langosta sudamericana, que habita en territorio de ese páis, Argentina y Bolivia. 

En la fase solitaria el ambiente regula la cantidad de langostas, pero"cuando surgen condiciones extraordinarias que hacen que se multipliquen", superan esa capacidad de control natural. "Parece que tiene que ver con el cambio climático porque en el 2015 no solamente explotaron nuestras langostas, sino explotaron langostas de distintas partes del mundo, en África, en Asia, Australia". 

En el caso de la langosta sudamericana se hizo un modelo "que dice cuando hay un invierno que es caluroso y lluvioso, se puede dar una tercera generación, entonces aumenta la densidad poblacional mucho más y ahí es cuando pasa de la fase solitaria a gregaria". 

Si bien este modelo aún está en proceso de validación, los trabajadores del SENASA sí vieron que "tanto en el 2014 como en el 2015 tuvimos dos inviernos benignos, entonces puede ser que ese modelo tenga razón".