“Tenés a tu hijo y lo regalás, lo donás, o lo das en adopción, pero no lo tires. Ese es el camino correcto”, señaló en un extenso diálogo con la emisora FM 99.5 de Puerto Santa Cruz el médico Elider Pécile, cirujano especializado en obstetricia que integra el equipo de profesionales del Hospital Eduardo Canosa, el único centro de salud público de la localidad. Además, se refirió a las víctimas de abuso sexual, a las mujeres que mueren por abortos clandestinos y a los profesionales que garantizan la interrupción legal del embarazo (ILE). Según la colectiva Araucarias, de la provincia de Santa Cruz, más del 80 por ciento de los médicos de la provincia se niegan a llevar a cabo la ILE.

Pécile ejerce desde hace 26 años en el Hospital público de la localidad austral Puerto Santa Cruz, donde se encarga del seguimiento de pacientes embarazadas y asiste partos y urgencias en el sector de obstetricia. Durante el fin de semana, en una entrevista en el programa Sábados Informales, que se emite por la FM Nueva Cañadón habló en contra del aborto y cuestionó a las víctimas de abuso sexual. “Soy un defensor de la vida desde el momento de la concepción”, señaló el obstetra al aire de la emisora local, una de las más escuchadas de la zona. “Que venga la mujercita con el problema, que no venga su madre, su abuela ni nadie”, afirmó Pécile, y continuó: “Cuántas personas en el mundo están anotadas para adoptar un bebé, y vos tenés uno y lo vas a tirar”.

Además de hablar de la interrupción del embarazo, el obstetra apuntó contra las víctimas de abuso sexual: “Yo al abuso lo tengo muy entre comillas”, afirmó Pécile y argumentó que se trata de “una intimidad, donde solamente las paredes escuchan”. Respecto de las denuncias señaló que “te agarran con las manos en la masa y no te hace falta ADN, no hace falta nada”.

En diálogo con Página/12, activistas de la agrupación Mujeres Autoconvocadas de Puerto Santa Cruz relataron que en reiterados casos, por la negativa de los profesionales del hospital, las autoridades tuvieron que pedir traslados a otras localidades donde se pudiera garantizar el derecho a la interrupción del embarazo. “A muchas logré convencerlas y tuvieron ese hijo”, afirmó el obstetra y relató que eso mismo hizo cuando su propia esposa quedó embarazada, a sus 40 años. “Le hice psicoterapia durante tres meses”, relató Pécile, hasta que “al cuarto mes, cuando comenzó a moverse la criatura, lo aceptó”. Respecto de los profesionales que garantizan interrupciones legales de embarazo en la región, aseguró que “acá en la zona no hay muchos pero buscando, como aguja en el pajar, se encuentran” y agregó: “Esto es un negocio”.

La agrupación Rosa Rabiosa, parte de Socorristas en Red, que acompaña a mujeres en la interrupción del embarazo en el sur de Chubut y en toda la provincia de Santa Cruz, en lo que va del 2020 llevó a cabo 360 acompañamientos en la región. “Hemos registrado niveles de violencia verbal y de desinformación muy graves, tales como profesionales que dicen que la ILE no existe, que es ilegal”, relató a este diario Soledad Cañumil, referente de Rosa Rabiosa, y agregó que “otro de los obstáculos es la dilación en el tiempo, para luego negar la práctica cuando pasan las doce semanas, aunque este límite no debería existir. Se les dice que averigüen en otro lado y así se empuja a las mujeres a desistir o bien a buscar médicos pagos”. De acuerdo al relevamiento que pudo realizar la agrupación a través del seguimiento de los casos, las localidades de Caleta Olivia, El Chalten y El Calafate son las únicas que no presentaron conflictos al momento de garantizar el acceso a la ILE.

“Todavía tenemos médicos totalmente idolatrados que reproducen este tipo de discursos antiderechos que atrasan y afectan tanto a las víctimas como a la sociedad”, advirtió Valeria García, docente y parte de la agrupación de mujeres de Puerto Santa Cruz, y señaló que “en ciudades chicas como la nuestra --de alrededor de 4 mil habitantes--, con un fuerte arraigo a instituciones como la Iglesia y el Ejército, las voces de los profesionales tienen mucho peso en la población. Al dejar hablar de estos temas a un médico como Pécile los medios de comunicación legitiman su discurso”.

“Si la ley --del aborto legal, seguro y gratuito-- aparece y me mandan una paciente que yo tengo que hacerle el aborto, le digo que no, porque yo tengo objeción de conciencia”, señaló el médico durante la entrevista radial y agregó que “en mi hospital no se hace ningún aborto. Lo digo, lo firmo y lo aseguro. Conozco con qué compañeros cuento en el hospital y cuál es su conducta”. Según el Protocolo nacional para la atención integral de las personas con derecho a la ILE, al que la provincia de Santa Cruz adhirió en diciembre del 2019, la objeción de conciencia, argumento mediante el cual los profesionales de la salud pueden abstenerse de realizar la interrupción del embarazo, debe ser una decisión individual y no es aplicable a instituciones. "Los mismos profesionales tienen miedo de sus compañeros del hospital, porque la mayoría son objetores. Es un tema muy tabú en la provincia", explicó Sara Delgado, periodista santacruceña y referente de la colectiva de mujeres Araucarias, y advirtió que "las autoridades de los hospitales públicos tienen que garantizar lo que dispuso el gobierno provincial".

Este jueves el centro de salud difundió un comunicado, firmado por el director del hospital, en el que asegura que el Protocolo ILE “se aplica como corresponde, siguiendo la normativa vigente” y expresa “el máximo descontento y desacuerdo respecto de la desacreditación de las víctimas de abuso sexual”, en referencia a los dichos de Pécile que “como actores de la salud debemos repudiar”.  

Informe: Lorena Bermejo

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