Desde Santa Fe

El gobierno de Omar Perotti propuso ayer a los profesionales de la salud del sector público aumentos escalonados por cuatro meses que en el cargo testigo (un médico con 24 horas de servicio) arranca con 10.000 pesos de bolsillo en agosto y setiembre, 10.800 en octubre y 11.700 en noviembre. “Un incremento del 23 al 30 por ciento, según la condición y la carga horaria del profesional”, que está por encima de la inflación del período, dijo el secretario de Trabajo Juan Manuel Pusineri, el principal negociador de la paritaria por la Casa Gris. La propuesta incluye el compromiso político de titularizar en sus cargos y pasar a la planta del Ministerio de Salud a más de 3.300 trabajadores que hoy están en negro: 1.300 contratados hasta diciembre de 2018 y alrededor de 2.000 interinos. Pusineri ponderó el esfuerzo económico del gobierno como un reconocimiento a la “tarea trascendente” que realizan médicos y profesionales de la salud en tiempos de pandemia. “Es lo que pedíamos”, expresó el doctor Néstor Rossi, el líder de los médicos de AMRA que resolverán en las próximas horas si aceptan la propuesta o no. Lo mismo harán sus colegas de Siprus.

El gobierno formalizó la propuesta salarial después de una semana intensa de negociaciones con los paritarios de AMRA y Siprus. El lunes fueron nueve horas seguidas de diálogos, enojos y cuatro intermedios. Pusineri explicó que sería “muy importante” que los dos gremios aceptaran la oferta. “Podríamos avanzar” con las designaciones en planta de los 1.300 contratados y los 2.000 interinos, porque sino “todas estas cosas se van a retrasar un año, hasta 2021”, explicó a Rosario 12.

El mecanismo del aumento es el mismo que aceptaron los estatales de UPCN y ATE. Una asignación “no remunerativa y no bonificable”, que se incorpora al salario y se traslada a los jubilados. Lo que significa que en diciembre, cuando se reabra la paritaria, será la base de negociación.

El aumento para los médicos de 12 horas arranca con 5.300 pesos en agosto y un tope de 8.700. Los de 24 horas –como se dijo- con 10.000 en agosto, otro tanto en setiembre, 10.800 en octubre y 11.700 en noviembre. Y los residentes, 5.300 en los dos primeros meses, 6.100 en octubre y 7.000 en noviembre.

En los cargos superiores, un director de hospital percibirá 16.400 en agosto y setiembre, 18.800 en octubre y 21.100 en noviembre. Los jefes de departamento y división un poco menos: 12.600 en agosto y setiembre, 13.800 en octubre y 15.200 en noviembre. Y los jefes de servicio cobrarán 11.300 pesos en los dos primeros meses, 12.300 en octubre y 13.400 en noviembre.

Pusineri justificó la desición de Perotti de otorgar “sumas no remunerativas” en el sector público porque llegan "a los bolsillos de los trabajadores en forma directa, sin descuentos, y además se traslada a los jubilados. Es una propuesta para activos y pasivos”.

Cuando le plantearon que los gremios exigen aumentos “en blanco”, Pusineri explicó: “A quienes se quejan por los montos no remunerativos y no bonificables, les decimos que son sumas que se integran al salario y se trasladan a los jubilados. En diciembre, cuando se retomen las negociaciones no habrá recortes porque ya son parte del sueldo”.

Y aportó un dato muy ilustrativo del espesor de la crisis, por la herencia del gobierno de Mauricio Macri y la pandemia. “En la Argentina, este año, se celebraron 66 paritarias, 43 de ellas fueron para reducir salarios. Las otras 23 se hicieron por períodos cortos, de pocos meses, y sumas fijas. Estamos en pandemia. Santa Fe dejó de recaudar 20.000 millones en estos meses por la caída económica, estamos con una política salarial que supera el costo de vida del período y permite llegar al bolsillo de los trabajadores. Hacemos el acuerdo por cuatro meses y seguimos discutiendo en diciembre”, concluyó.