Con la reproducción del testimonio de dos policías imputadas en la causa del doble crimen de David Campos y Emanuel Medina, se incorporaron en juicio sus dichos acerca de que los jóvenes estaban desarmados y que se buscó instalar la teoría del enfrentamiento. Los relatos de las agentes --que están en un programa de protección de testigos-- fueron proyectados en el debate donde se juzga a 19 uniformados, dos de ellos acusados por homicidio, con pedido de prisión perpetua; y otros 17, sindicados por ser parte de las maniobras de encubrimiento. El querellante Santiago Bereciartúa dijo que lo que se vio en la audiencia del martes --sobre las declaraciones que dieron las agentes a fines de 2017-- es "un hecho trascendental, porque no es común que en una causa de violencia institucional se rompa el pacto de silencio".

El hecho comenzó con una persecución policial, por un presunto incidente de tránsito, y terminó más de veinte minutos después en Callao y Arijón, donde los dos jóvenes chocaron contra una árbol, estallaron los airbags y quedaron inmóviles. En ese momento comenzaron los disparos: 9 impactaron en el cuerpo de Emanuel y 3, en el de David. "Bustos le estaba tirando al auto, del lado del chofer. Delante del auto estaba Escalante y también le tiraba", relató una de las policías desde el video que se incorporó como prueba en el debate a cargo del tribunal compuesto por María Chiabrera, Gonzalo López Quintana y Román Lanzón. "Me quedé shockeada, no podía entender lo que estaban haciendo, porque los mataron a sangre fría, ellos no dispararon en ningún momento", dijo la policía. Tras ese episodio, la agente relató que Bustos gritó: "Ya está, ya está, consíganme dos", de esa manera comenzaron las maniobras para justificar el ataque. "Me di cuenta de que pedía dos armas", dijo.

Otra de las oficiales relató que ambas iban en el móvil con Leonel Mendoza, otro de los imputados por homicidio. "Baja con el arma en la mano. Yo veo cuando él dispara y después agarra la vaina y se la guarda en el bolsillo. Le pregunté si él disparó y me dijo que sí. Si le pegó, y me dijo que sí. Después un superior nos vino a decir (a ella y su compañera) que vayamos a sacar a la gente. De ahí veíamos movimientos raros, se agachaban y agarraban cosas del piso. Abrían las puertas del auto", relató.

Tras ello, fueron a la División Judiciales. Una de ellas contó que el entonces jefe de la PAT le decía a Mendoza que dijera que el disparo se le escapó porque estaba nervioso. Si bien el agente luego expresó que le dijeron que diga eso, la situación "quedó en la nada". También expresaron que tuvieron que firmar el acta porque les indicaron que sino tendrían problemas con su trabajo.