Por razones de mi trabajo en la natación estuve varias veces en los '70 y '80, en las entonces dos Alemanias. No tengo la capacidad política ni de análisis psicológico para contar todos los porqué y los como de aquellos años.

En lo deportivo, en el alto rendimiento se comenzaba a derrumbar un imperio creado de la planificación científica del entrenamiento, la selección rigurosa de los talentos, la facilitación de la práctica deportiva desde la niñez, la instalación del deporte como política propagandística del Estado, y el doping sistemático en el alto nivel.

Por ejemplo, en 1978, había 320 entrenadores nacionales solamente de natación, sostenidos económicamente por el Estado en un país de apenas 15 millones de personas.

El mundo occidental asistió a los grandes resultados deportivos, primero asombrado e incrédulo, y luego sin analizar los procesos descriptos determinó que solamente el manejo irrestricto de las sustancias prohibidas, con el amparo y complicidad de las autoridades, había sido el único factor determinante para transformar a un pequeño país en uno de los tres más competitivos a nivel mundial y olímpico.

Esta fue una acertada conclusión política en cuanto a la intromisión en el Deporte, y al rol del Estado en la comisión y cobertura de graves delitos contra la salud de los deportistas, cometidos desde las áreas técnicas y científicas.

Las conclusiones acertadas en buena parte no tuvieron en cuenta que además de doping y horror, se instaló un fuerte deporte escolar, una infraestructura deportiva muy importante en un país que a principios de los '50 estaba casi destruido, y se estudiaron en profundidad los procesos de entrenamiento en diversas disciplinas, abandonando casi por completo el sistema empírico de preparación.

Hoy de todo aquello no queda casi nada, apenas algunas Universidades para formación de entrenadores en Dresden y Leipzig, y varios Centros de entrenamiento, distribuidos en las provincias de la ex Alemania Oriental, y por supuesto ya no están los atletas y entrenadores del Estado, ni el Deporte tiene la misma importancia estratégica.

Hoy la tendencia en Alemania, muy razonable por cierto, es mucho mayor hacia el Deporte Social, sin tanto énfasis en el Alto Rendimiento, y por supuesto se prioriza al ommipresente negocio del fútbol, pero eso es ya otra historia.

* Ex Director Nacional de Deportes.