Las comunidades mapuches del sur vieron esta tarde de lunes oscurecerse el cielo de sus territorios por primera vez en más de un siglo. En su cosmovisión, el eclipse solar significa la “muerte del Sol” y el inicio de una nueva etapa. Además, es un presagio de movimientos negativos para los que estas comunidades se preparan con mucho respeto y cautela.

En la visión cosmológica mapuche los astros padres como el Sol "reflejan una energía que rige la vida''. Cuando se tapa, "hay una muerte del sol'', lo que no es algo bueno aunque sea efímero, explica a The Associated Press Diego Ancalao, weichafe (guerrero) de la comunidad mapuche Lonko Manuel Ancalao y presidente de la Fundación Instituto Liderazgo y Desarrollo Indígena.

Según Ancalao, en su comunidad los eclipses son interpretados como una lucha entre el Sol (antü) y la Luna (küyen).

Según los mapuches, durante el eclipse el Sol es atacado y de cubrirse por completo podrían pasar cosas negativas porque la falta de luz en la Tierra puede interpretarse como un cambio espiritual. Un mensaje negativo o perturbador, para lo que, según los mapuches, hay que estar preparado.

Ancalao recordó que tras el eclipse en el norte de Chile en julio de 2019 llegó el estallido social de octubre y la pandemia del covid-19.

Los mapuches también interprentan en el eclispe solar un mensaje que indica que la relación de equilibrio que debiera existir entre el hombre y la naturaleza, no es en la actualidad la adecuada. 

De todos modos, el líder mapuche explica que "lo negativo no es malo. Simplemente es parte del equilibrio de lo positivo. La negatividad es un componente fundamental sin la que no hay un equilibrio''.

Para los pueblos indígenas, este eclipse solar marca que la Tierra entra en un nuevo momento. Por ello, vivieron el evento de manera muy reflexiva y realizando algunos rituales, para no ocurra nada malo tras el eclipse.

"Hay un ciclo de la vida y del cosmos que fenece, pero también es una muerte transitoria a partir de la cual viene nueva vida, nuevos bríos, brotes, nuevas energías'', afirma al diario Río Negro, Pedro Canales, historiador especializado en comunidades indígenas de América Latina y el Caribe de la Universidad de Santiago (USACH), citando a la educadora mapuche Elisa Loncon.

Para Ancalao este nuevo ciclo podría marcar "el final de una forma de explotar la naturaleza por la supremacía de la utilidad y al hombre por el capital, que ha destruido a esta sociedad''.