Después de varios meses de gestión, finalmente se reactivó LLAMA (Large Latin American Millimetre Array), el proyecto de investigación astronómica que se posicionará como uno de los más importantes del mundo y único del Mercosur. Se prevé instalar un radiotelescopio de alta complejidad a más de 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar en la Puna salteña, para aplicarse en el estudio de la astronomía y la astrofísica. 

El proyecto, que nació en 2014, bajo convenios entre Argentina y Brasil, fue abandonado durante la gestión nacional macrista. Además de no destinar recursos que permitieran avanzar en su instalación, esa administración puso en peligro los equipos que ya habían sido comprados y traídos a Salta.

El secretario de Articulación Científico Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Juan Pablo Paz, contó a Salta/12 que esta semana se hizo la primera visita al lugar, ubicado en el Abra Alto Chorrillos, a 30 kilómetros de la localidad de San Antonio de los Cobres

De la recorrida participó el titular de la Agencia de Promoción Científica e Innovación Tecnológica del Ministerio de Educación de Salta, Martín Güemes, quien acompañó a Sergio Strficek, de la empresa estatal rionegrina de alta tecnología Innovaciones Aplicadas (INVAP), que se ocupará de la "gerenciación del proyecto", según indicó Paz. 

Primera visita a campo

Strficek explicó que tendrán a su cargo impulsar la ingeniería básica de todo lo que hace a la infraestructura del lugar y la puesta en funcionamiento del radiotelescopio. La decisión de que INVAP esté a cargo de la ejecución del proyecto se tomó después de informes y consultas que se realizaron desde la cartera que dirige Roberto Salvarezza. Los resultados indicaron que se precisaba de un manejo profesionalizado y de gestión en ingeniería.

Se estima que en un período de dos años finalmente la antena del radiotelescopio esté en funcionamiento. La particularidad con Llama es que se trata de un proyecto que está localizado a grandes alturas, más precisamente a 4.825 metros sobre el nivel del mar, en el valle salteño Abra Alto Chorrillos.

Esta característica, que no se da en otros lugares, permite realizar los complejos estudios que sólo pueden llevarse a cabo con escasa presencia de oxígeno y vapor de agua en la atmósfera. Con el telescopio activo, se podrán estudiar los agujeros negros, la formación de galaxias y estrellas, los fenómenos solares, y hasta el desplazamiento de placas tectónicas.

El paso macrista 

Cuando Paz asumió en en la Secretaría de Articulación Científico Tecnológica, emprendió la búsqueda de respuestas sobre los motivos por los que se había abandonado este proyecto. Así pudo constatar que las razones fueron económicas, pero con un mayor peso, lo fue la "desfinanciación de la ciencia y el mal manejo de la gestión".  

Primero se reunieron con los científicos que estaban a cargo en aquel momento. Después armaron un comité internacional de científicos para saber con certeza si existía una posibilidad de reactivación después de dos años de inactividad. 

Paz explicó que al tratarse de un proyecto de gran evergadura, se trabaja con equipos sofisticados y se requiere un gran cuidado en su manejo. La mayor preocupación era la antena de 12 metros de diámetro y 90 toneladas que desde 2018 fue dejada a la interperie en los 22 contenedores en los que arribó a Salta.

El comité de evaluación estuvo conformado por los argentinos Matias Saldarriaga, un cosmólogo que trabaja en un instituto avanzado en Princeton, Estados Unidos; Gabriela González, quien encabezó el proyecto LIGO en Estados Unidos y Hugo Loffler, que desde el INVAP estuvo al frente del proyecto de radares. Se sumaron tres extranjeros reconocidos en la radio astronomía: Rodrigo Reeeves, Lars Nyman y Thijs de Graw.

"Hicieron una evaluación muy crítica del estado de situación que nos marcó cómo reactivar el proyecto", destacó el funcionario nacional. A partir de allí, se diseñó una hoja de ruta y se decidió sumar al INVAP. 

La antena dispersa en sus contenedores en Abra Alto Chorrillos

LLAMA se formalizó en 2014 con la firma del convenio entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y la Fundación para la Ciencia del Estado de San Pablo de Brasil. La resolución que daba luz verde al proyecto salió en noviembre de 2015 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Y el primer desembolso fue en e2016.

Al ser un proyecto bilateral, se acordaron tareas. Desde el sector argentino se debía  invertir en infraestructura de caminos, equipamiento y tecnología para operar, pero entró en crisis alrededor de la mitad de 2016. Desde allí, se dejó de disponer de recursos. 

En paralelo, los brasileros tenían la tarea de comprar la antena, que costó más de 8 millones de dólares y fue adquirida a una empresa alemana. El equipo llegó al país en agosto de 2017 y se subió al sitio en marzo de 2018. Desde ese momento, hubo un abandono total. 

Salta, ventana al universo 

Además de la puesta en marcha del radiotelescopio, Paz explicó que en paralelo se trabaja "en un idea más grande". Así fue que se conformó un consorcio que lleva el lema: Salta, ventana al universo

Allí se estableció un acuerdo interinstitucional que involucra al gobierno nacional, a la Provincia de Salta, la Universidad Nacional de Salta (UNSa), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Comisión Nacional de Energía Atómica, y recientemente, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM). 

Desde el consorcio se trabajará en la gestión y coordinación de la infraestructura. "Buscaríamos resolver estas cuestiones de infraestructura" que no sólo atañen al proyecto LLAMA, sino también a los observatorios que ya están en Salta, como el que está en la localidad de Tolar Grande.

Paz sostuvo que para coordinar y hacer las tareas de mantenimiento "tiene sentido que haya alguna estructura que pueda ayudarlos a todos". Martín Güemes, dijo a Salta/12 que el gobierno provincial ya se sumó activamente. Para ello, se realizaron inversiones de caminería y la entrega de un edificio "donde se realizará la investigación y la interpretación" de los datos obtenidos. 

El funcionario provincial añadió que el desarrollo del proyecto "traería aparejado un importante flujo de inversiones para San Antonio de los Cobres, además de conocimiento científico vinculado a la radioastronomía".

Con el consorcio se suma la posibilidad de "popularizar la ciencia" ya que se puede empezar a pensar en centros de difusión en las localidades más cercanas al radiotelescopio, o en la misma Capital. Eso permitiría establecer programas de capacitación y animar a que más personas estudien carreras vinculadas a la ingeniería. 

"Estamos con mucho entusiasmo porque es un proyecto muy interesante desde el punto de vista de la federalización de los recursos", señaló Paz. Aseguró que esa es una prioridad en la gestión actual de Alberto Fernández

Otro de los motivos fundantes para la reactivación de LLAMA se vincula con el desarrollo de la tecnología e industria nacional. El hecho de que la empresa estatal INVAP esté al frente de la puesta en marcha permite el desarrollo del conocimiento argentino, la generación de trabajo y la posibilidad de vender esa tecnología desarrollada.