Omitir para ir al contenido principal

La hora del nihilismo biológico

Las tachas no se guardan

Un año después de iniciada esta era de barbijos y aislamiento casi todas las especulaciones pandémicas han caído aplastadas por una rutina del como si no pasara nada. Sobre ese telón gris el grito punk del No futuro vuelve a sonar más como promesa que como amenaza. Por el asco que da tu sociedad, como cantaba el siglo pasado Luca Prodan.

Temas en esta nota: