LA NOCHE MÁS LARGA - 6 PUNTOS
(Argentina/2020)
Dirección y guion: Moroco Colman
Duración: 70 minutos
Intérpretes: Daniel Araoz, Camila Murias, Sabrina Nuñez, Paula Halaban y Constanza Villarruel
Estreno en salas

Menudo desafío se propuso el realizador cordobés Moroco Colman cuando decidió, en 2015, utilizar como materia prima de su segunda película el libro La marca de la bestia, la pormenorizada investigación periodística de Dante Leguizamón y Claudio Gleser sobre la figura de uno de los criminales más tristemente célebres de la provincia del fernet y el cuarteto. Más desafiante resulta hacerlo de manera si se quiere poco ortodoxa para los cánones cinematográficos, despojando las acciones de una motivación y, por lo tanto, volviendo el asunto más incómodo y nada tranquilizador. 

Es, además, un criminal cuyos delitos se resignifican a la luz verde de la ola que desde hace seis años tiñe las calles de las principales ciudades del país, como se señala algo explícitamente en la escena final. El protagonista de La noche más larga existió y dejó una de esas huellas que marcan un antes y un después en la vida comunitaria. Se cree que Marcelo Mario Sajen violó a más de noventa chicas jóvenes entre 1991 y 2004, siempre en las inmediaciones del Parque Sarmiento de la capital provincial. Muchas de ellas denunciaron y se cargaron sobre los hombros la visibilidad y el avance del caso; otras, la mayoría, por temor, vergüenza o ambas, callaron.

La información de contexto aparece en las habituales placas negras con letras blancas al inicio del film, mientras una voz en off femenina sitúa el relato en las inmediaciones del espacio verde más grande de la ciudad. En esa zona y durante la noche cazaba Sajen con un modus operandi descripto a través de un montaje paralelo por el cual lo único que cambia en cada situación son los rostros y nombres de la víctimas: cuando menos lo esperaban, Sajen aparecía por detrás, las apuntaba con un arma y las llevaba hasta una zona oscura. 

Son escenas rítmicas y tensas, construidas con un trabajo visual atento a explotar los contrastes lumínicos urbanos, y desde ya aterradoras: nadie parece muy dispuesto a hacer algo por esas chicas que caminan con cara de terror junto a un hombre que las amenaza e insulta al oído. Ni siquiera el Estado, porque los únicos brazos de quienes deberían velar por los intereses de la ciudadanía son un policía que pregunta si lo “provocaron” y los médicos que atienden en modo autómata.

Colman intercala escenas ficcionales y otras provenientes de archivos televisivos, describiendo un ida y vuelta temporal que pendula entre la reconstrucción policial y la recreación de las violaciones. Es muy probable que la explicitud de las vejaciones –que llegan al extremo de mostrar una felación– sea el aspecto más discutible de La noche más larga, más claramente destinado a generar divisiones éticas y morales, sobre todo por la contradicción entre el llamado al empoderamiento final y el regodeo exhibicionista del dolor y la humillación femenina. 

Lo que no tiene discusión es el extraordinario trabajo de Daniel Araoz, pura animalidad perversa hecha de jadeos y sudores, que aquí encarna uno de los personajes más temibles del cine argentino en mucho tiempo. No solo por lo que hace, sino porque Colman deja –acá sí– fuera de campo todo sobre él. Apenas se sabe que era ladrón de autos, que estuvo preso y que tenía dos familias en paralelo sin que una supiera de la otra. Por fuera de eso, Sajen es un agujero negro que absorbe todo intento de psicologismo o justificación, constituyéndose así como un hombre cultor de la maldad por la maldad misma.