La importancia que le dio River al duelo frente a Aldosivi se vio reflejada en la decisión del entrenador Marcelo Gallardo. El conductor determinó reservar a la mayoría de sus mejores futbolistas ante Independiente Santa Fe, el jueves último, para que puedan estar presentes ante los marplatenses en mejores condiciones físicas.

El único resultado que le servía a River era el triunfo, ya que de lo contrario se despedía del certamen. La ausencia sorpresiva de Enzo Pérez, quien amaneció con un cuadro gastrointestinal, fue la única que se dio por cuestiones extrafutbolísticas.

La falta del mendocino iba a traer consecuencias serias para la estructura de River. El entrenador optó por iniciar el partido sin un volante central, y entre Palavecino y De La Cruz se fueron rotando por ese sector. Aldosivi aprovechó la situación para controlar la pelota en esa zona, y pudo prevalecer con Lodico y Gil Romero.

El inconveniente se le solucionó rápidamente a River por la infracción que cometió Schunke, al tocar la pelota con la mano adentro del área. El penal fue ejecutado por Montiel con precisión, y River tomaba más tranquilidad.

El temor apareció dos minutos después del gol, por el remate de Braida que se estrelló en el travesaño. Armani llegó a estirarse pero no alcanzó a tocar la pelota. El mismo Braida fue el que terminó sellando la igualdad a los 40 minutos, cuando fue a buscar de cabeza al área rival, y lo consiguió luego de un córner desde la izquierda.

El conjunto de Núñez estuvo eliminado durante cuatro minutos, hasta que Borré conectó una pelota en el área que envió Angileri desde la izquierda, y sorprendió a Assmann para convertir el segundo gol.

El nivel de River no mejoró en la segunda parte, y la posibilidad de un error que desemboque en el empate de Aldosivi estaba latente. Borré, para colmo, desperdició una gran oportunidad para marcar el tercer gol en los primeros instantes, pero Assmann apareció justo para evitarlo.

El que había ingresado en la mitad de la cancha era Paradela, pero no consiguió adueñarse del circuito ofensivo. River esperaba en su campo y utilizaba el contrataque como vía para llegar al arco rival. Gallardo intentó revertir esa situación con el ingreso de Matías Suárez, quien volvía a jugar luego de un mes, y lo hacía justamente en el día de su cumpleaños número 33. El otro que ingresó para tener más presencia en ataque fue Girotti. Sin embargo, no pudieron conectar entre los dos y los avances se terminaban diluyendo en la puerta del área.

Gago, del otro lado, resolvió que entre a la cancha Iritier, un volante con buena técnica para que pueda abastecer de manera más clara a los delanteros. La intención de los marplatenses es saludable, pero la limitación dfe sus protagonistas atenta contra ella.

Imagen: Fotobaires. 

El respiro para River llegó a seis minutos del final del encuentro, cuando en una de esas corridas Paradela apareció por la izquierda, y en el momento de enfrentar al arquero definió de zurda con mucha precisión. Suárez, en el descuento, marcaría el cuarto gol con un toque suave.

La continuidad de River en la Copa de la Liga será como visitante, nada menos que ante Boca. La medida será oportuna para saber si con este fútbol le alcanza para eliminar a su máximo rival, que también muestra dificultades para ofrecer un juego convincente.