Hoy se celebra el Día del Autor y Compositor Musical en Argentina. La fecha coincide con la misma en la que fue aceptado el Himno Nacional Argentino, un 11 de mayo de 1813, y fue propuesta por la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC)  mediante la Ley 17.648.

Desde los inicios del siglo XIX a esta parte, ha corrido mucha agua bajo el puente y la música se ha multiplicado, más allá del antecedente de Blas Parera y Vicente López y Planes. Sin ir más lejos, hay muchos hombres y mujeres que hoy componen en Salta. En este día de celebración, algunas artistas siembran melodías y hacen historia.

Inicialmente, Vero Marcos reflexiona sobre el oficio de hacer canciones: “Luego de 26 años de carrera como cantante y 17 como compositora, puedo decir que es un rol en el que me encuentro realmente cómoda y realizada en muchos aspectos. No solo tenemos con mi compañera de proyectos, Jime Teruel, canciones que conforman un 90% de nuestro repertorio sino que estamos en una instancia donde componemos a medida para y con otros artistas”.

Foto: Coni Martínez

La integrante de Son Ellas destaca que “el desafío está en cada uno. En poder reinventarse y superarse en cada melodía y en cada letra a medida que pasa el tiempo. Tuvimos la suerte de contar con grandes mentores y maestros a lo largo de estos años como por ejemplo La Moro, una de las autoras más reconocidas de nuestra generación. Y así también el hecho de que las canciones sean elegidas por artistas ya consagrados que ayudan a darnos mayor visibilidad como compositoras”, apunta.

Por su parte, Celeste Martín, con una impronta rockera heredera de Janis Joplin, actualmente transita el proceso de grabación y posproducción de su primer disco, con temas propios. En el marco de esta fecha, la artista detalla: “Estoy en el colectivo Las cumparcitas, de compositoras argentinas. Desde el año pasado hicimos festivales para visibilizar a las compañeras compositoras de todo el país. Hubo uno del NOA y de a poco se van armando colectivamente registros de las compañeras y de sus composiciones. Al mismo tiempo, califica a la Ley de Cupo femenino como un gran avance, pero remarca: “desde Salta estamos todavía en el trabajo de hacer valer este derecho. Todavía hay muchos festivales que no ponen en cartelera a las compañeras y seguimos tratando de ver que se cumpla con la ley, haciendo movidas desde lo artístico hasta lo social”.

Foto: Daniela Romano

Asimismo, activa y aliada de la tecnología, Lucía Díaz de Vivar, con una huella lúdica, subraya: “Estoy en una etapa más de puertas adentro, componiendo con la loopera que es un dispositivo en donde voy grabando voces y guitarras en capas. También muy abocada a mi emprendimiento musical (Instagram @musicapresenteok) en donde la gente graba canciones para regalar usando el celular o grabando en mi home studio”.

Foto: Jorgelina Pestalardo

La artífice de “Vientos nuevos” afirma que “En Salta y el NOA hay mucha gente componiendo y muchas cantautoras, una gran variedad de estilos y propuestas. Hice una playlist de Spotify donde están la mayoría de las compositoras contemporáneas de Salta. Para mí el desafío aquí y en todos lados es la autogestión, llevar la música como un modo de vida y que sea un sustento por ser tu trabajo. Creo que tenemos que aprovechar recursos como el financiamiento colectivo, el mecenazgo y las redes para seguir creando música y confiando en la comunidad que nos apoya. Ahora estoy preparando un nuevo material para grabar en vivo subsidiado por el Inamu”, dice.

Paralelamente, asoma la propuesta de Valen Taina que hoy está enfocada en un proyecto grupal que tiene que ver con sus raíces: “movilizada de palabras y poemas que emergen después de una experiencia dura con un disco solista atravesado por la violencia patriarcal”. En ese marco, forma parte de la Colectiva M.u.s.x.s , de músicas mujeres cis e identidades diversas, “en la que entendimos que debemos tejer redes de apoyo. Luchábamos por la ley de cupo y ahora que la tenemos, estamos ahí para exigir que se cumpla y garantizar que el ejercicio de la música pueda ser una opción también en el mercado laboral y profesional para nosotrxs”, remarca la labradora de “Jardín atemporal”.

El NOA como usina musical feminista

Enseguida, la jujeña Eugenia Mur expone: “Históricamente la voz de las mujeres en la música ha sido acallada por la praxis patriarcal característica de nuestros circuitos artísticos. Aún con mayor intensidad se ha tapado nuestro testimonio hecho canción, resultando en un ambiente hostil para las nuevas composiciones hechas por mujeres e identidades disidentes”.

Foto: Leguera producciones

La compositora, de letras potentes y melodías que no pasan desapercibidas, analiza: “Frente a nosotras hay un gran desafío, el tiempo presente y las nuevas generaciones nos lo piden. Expandir nuestras músicas y sentires, nuestras historias y miradas presentes en la canción de la mujer del NOA no es tan solo una necesidad personal o propia del colectivo musical sino una urgencia social. Que las canciones traigan nuestra historia es abrir el mundo de la música como una posibilidad para cada niña que las oye, es acompañar procesos e identidades -que no siempre responden a patrones hegemónicos- y que cada vez más se relacionan con la libertad y el respeto por las amplias maneras de existir”.

La cantautora responsable de “Hereje” sostiene que ese es el camino que recorre “de la mano de la canción. Cantar nuestra historia como gesto político de justicia y equilibrio, cantar nuestra historia desde los bordes para abrazar futuro y sembrar interrogantes que nos lleven a la acción”.

También considera que “El NOA enciende una llama feminista. El país escucha y observa el caudal musical que mujeres y diversidades emanan desde estos territorios profundamente conservadores. ¿Quién hubiera imaginado que de ese conservadurismo coartador surgieran las voces poderosas que le cantan a un nuevo paradigma? Este es nuestro tiempo. La nueva canción del NOA es nuestra bandera. “

Finalmente, Valen Moises quien escribe canciones desde hace dos décadas indica que su actividad se dio de manera gradual “de a poco me lo fui tomando con más consciencia, sintiendo que tenía la oportunidad de transmitir un mensaje más allá de contar una historia o hacer catarsis personal. La música es una herramienta poderosísima que me permite llegar a otra persona pudiendo tal vez despertar algo o sanar algo en su proceso individual”.

Foto: Juan Aranda

Su propuesta, “Valentina y los Valientes” tiene más de 40 canciones “que suenan hace mas de 8 años en varios medios audiovisuales, radiales, digitales. Si bien siempre son una ayuda los ingresos que generan a veces suma solamente para mantener los costos de las plataformas online nada más”, advierte la artista que cuenta con cinco discos y un sexto en camino: “se llama Naturaleza. Está producido por Seba López de Los Tekis. Con él y José Rangeón compusimos todas las canciones de este CD”, comenta

En otro orden de cosas, la creadora reconoce: “Se hizo mucho para la visibilidad del nuestro trabajo como artistas en general, pero hay mucho, muchísimo por hacer. Necesitamos seguir sonando para hacer notar la calidad de nuestro trabajo y tener muchas más oportunidades de las que tenemos hoy. Hasta que eso pase tenemos que seguir compartiendo nuestro arte con todo el amor del mundo, como lo hacemos en el momento en que lo parimos”, ejemplificó.

Es evidente, las hacedoras norteñas generan cada vez más melodías y enriquecen el acervo de la música popular con propuestas diversas. Sus obras pueden oírse en diferentes plataformas. Con solo entrar a Spotify y buscar compositoras de Salta, se abre una playlist por demás atractiva. Y es cierto, desde el siglo XIX a esta parte ha corrido mucha agua bajo el puente, y cada vez hay más artistas con muchas cosas por decir.