En horas del mediodía de ayer miércoles, cuatro jóvenes del departamento Andalgalá denunciaron en la Fiscalía General a 20 varones de su localidad por difundir imágenes de ellas sin su consentimiento. 

En tanto, hubo otras denuncias realizadas en la misma localidad realizadas por padres de niñas y adolescentes afectadas por las mismas publicaciones que se realizaban en una cuenta de Instagram. Es la primera vez que se denuncia un hecho de esta naturaleza en Catamarca, y según el abogado de las mujeres, Santiago Ahumada, “podría marcar un precedente para que concluyan este tipo de prácticas”.

Indira, Marisol, Jazmín y Romina son las cuatro estudiantes que denunciaron lo que les había sucedido y quisieron, “para protegerse” relatar a los medios de comunicación lo que les pasó. Indira fue quien se enteró de que estaban difundiendo imágenes suyas, sin su consentimiento, en un grupo privado de varones en instagram.

Al enterarse, se puso en contacto con un amigo, quien la ayudó a rastrear el grupo. Así, pudo conocer que hasta habían publicado un estado en donde se ponía a votación la publicación de un supuesto video de ella. “Ese video yo sabía que no existía”, contó la joven. Sin embargo, con esta intervención pudo ir conociendo los perfiles y el modo de vincularse que tenían.

El requisito para ingresar era “intercambiar” un “nude” (fotos de desnudos o íntimas) o video de una chica de Andalgalá o de Catamarca y dar sus datos. Así, se pasaban las claves e iban publicando. De la investigación que ella pudo hacer se identificaron 20 perfiles y alrededor de 50 niñas, adolescentes y mujeres que fueron violentadas en su intimidad.

“Las fotos que publicaban mías eran robadas de mi perfil de Facebook. Un conocido mío me ayudó y me dijo que me da acceso a la cuenta de ellos para que yo vea. Me encontré con imágenes muy fuertes. Muchas de pedofilia. Me llamó la atención que había policías, catequistas, profesores y menores (de edad). Eso fue lo que me dio más bronca, porque se supone que los padres confían sus hijos a ese catequista, o que los docentes y policías son personas que deben cuidarnos”, contó Indira.

Fue entonces que decidió crear una página en la misma red social que se llama “Mirá como nos ponemos Andalgalá”. Así comenzó a publicar uno por uno los perfiles de los que pudo obtener datos. Uno de los implicados la amenazó y hasta le pasó los nombres, dirección y datos privados de toda su familia para amedrentarla. La reacción de Indira ante eso fue comenzar a buscar a las demás jóvenes afectadas. “También di mi nombre y dije que yo era quien administraba la página de escraches para protegerme por si pasaba algo”, aseguró.

“Indira me contactó y me dijo que yo era una de las afectadas y me sumó a un grupo donde estamos todas, que somos muchísimas", contó Marisol. "Robaron fotos de mi perfil. Me causó un shock leer cómo el catequista pedía más fotos y decía que esas que le pasaban ya las tenía. Entonces hablé con mi papá y él me dijo que lleve eso a la Justicia. No es el primer grupo que se crea en Andalgalá y que pasa eso. Había que frenarlo en algún momento”, sostuvo.

En diálogo con Catamarca/12, Ahumada explicó que la denuncia radicada es contra las personas que pudieron identificar. Además, contó que la directora del área de la Mujer de Andalgalá, Gisel Brizuela, se puso a disposición y colaboró con los padres y madres de las niñas y adolescentes cuyos perfiles trascendieron para que hicieran las denuncias. “Son varias las denuncias nuevas que hay. Se hicieron ayer en Saujil y Andalgalá”, aseguró el abogado.

En tanto, señaló que por un medio de comunicación se enteró de que hubo denuncias de los jóvenes implicados. “Pero no me fío de la veracidad de esa nota, mucho menos porque la información que da no es la real, parece que la fuente es policial y lo que sé es que causó mucho malestar en las chicas”.

En cuanto a la tipificación del delito, el abogado aseguró que para él, además de distribución de pornografía infantil, existen las amenazas y otros delitos que deberá analizar el fiscal de la Unidad de Delitos Informáticos, Alejandro Gober.

“Esta denuncia es un desafío, desde la praxis judicial. Hablo de un color gris en la legislación. Para las chicas fue algo muy fuerte, pero por suerte están contenidas psicológicamente. Por otro lado, esperamos que esto marque un precedente para comenzar a entender que no puede hacerse, que es delito y que hay que deconstruir ese concepto de hombre machista que tiene la sociedad catamarqueña. Hablamos de una modalidad, de pacto masculino nefasto, que consiste en compartir una imagen íntima de una mujer que no lo consintió. Me parece que hay comenzar a formar y darle a todo un matiz más equitativo e igualitario”, explicó Ahumada.