La enseñanza y las finanzas fueron los sectores que más se adaptaron al teletrabajo, que fue adoptada sobre todo en los puestos ocupados por personas con nivel educativo alto. Asimismo, el 26 por ciento de los porteños trabaja de manera remota, dato que convierte a la Ciudad de Buenos Aires en la región que más personas teletrabajando concentra. Los datos surgen del informe Pandemia y Trabajo elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI) del Ministerio de Desarrollo Productivo. 

A esta altura ya no resulta una novedad: la coyuntura del aislamiento obligó a empresas de rubros distintos a adaptarse a una nueva modalidad de trabajo; el teletrabajo. La cantidad de ocupados trabajando desde sus casas con equipos informáticos pasó de 1,8 a 12,9 por ciento entre el primer y el tercer trimestre de 2020. Sin embargo, la modalidad del teletrabajo tuvo una difusión heterogénea según los sectores productivos, el nivel educativo, la región y el CEP-XXI se encargó de cuantificarla. 

Por sector

En términos generales, el trabajo remoto es una modalidad que se corresponde mayormente con actividades terciarias: el 90,2 por ciento del total de la ocupación remota corresponde a cinco sectores de servicios. Esto se debe fundamentalmente al tipo de tareas y los bajos costos de la reconversión.

Enseñanza fue el sector que mayor reconversión al teletrabajo experimentó, pasando de cifras prácticamente nulas en la prepandemia a un 58,4 por ciento en el tercer trimestre de 2020. El sector financiero pasó de tener un 3,9 por ciento de sus trabajadores teletrabajando en la prepandemia al 30,7 por ciento en el tercer trimestre. Otros saltos importantes se dieron en servicios profesionales (23,1por ciento de teletrabajadores en el tercer trimestre), minas y canteras (19,1 por ciento de teletrabajadores) y administración pública y defensa (15,1 por ciento).

En el otro extremo, y por la evidente limitación que presentan las tareas dentro de estos ramas, el servicio doméstico, hoteles y restaurantes y la construcción tuvieron una mínima reconversión al teletrabajo, con menos del 1 por ciento de sus trabajadores operando de forma remota. 

En la industria la conversión al teletrabajo fue reducida, pasando del 1,2 por ciento de los trabajadores en la prepandemia a un 4,2 por ciento en el tercer trimestre.

Nivel educativo

El informe evidenció una alta capacidad de reconversión al teletrabajo en los puestos ocupados por personas con elevado nivel educativo, y una muy reducida en aquellos ejercidos por quienes cuentan con estudios secundarios incompletos; que tiene que ver con el tipo de puestos y en qué ramas lo ocupan. 

En quienes tienen estudios superiores completos y no trabajan en el sector educación, la cifra llegó a un récord del 31,7 por ciento en el segundo trimestre para luego bajar al 23,3 por ciento. En cambio, en quienes no terminaron la secundaria esa cifra rondó apenas el 1 por ciento.

Por zona

A nivel territorial y en consistencia con su peso en la población urbana del país, la mayor tasa de teletrabajo se observó en la Ciudad de Buenos Aires: en el tercer trimestre el 26,2 por ciento de los ocupados lo hizo de modo remoto (más del doble que la media nacional de 12,8 por ciento). En contraste, en regiones como el NOA y el NEA esa cifra fue inferior al 10 por ciento. 

La razón del mayor teletrabajo en CABA se explica por su especialización en servicios (más teletrabajables que el resto de las actividades), las altas restricciones a la circulación en el Área Metropolitana de Buenos Aires y una mayor predominancia de ocupados de alto nivel educativo.

"Puede afirmarse que el teletrabajo permitió sostener un gran número de ocupaciones al inicio del ASPO", concluye el CEP- XXI y agrega que sin embargo "este trabajo representa un primer acercamiento descriptivo al trabajo remoto y aún quedan múltiples aristas por analizar, que serán abordadas en futuras investigaciones".