"No a la maternidad forzada y obligatoria". Así lo reclamó la Mesa Ni Una Menos Santa Fe, que apoyó la resolución del Tribunal de ética y disciplina del Colegio de Psicólogos. "La intromisión de la licenciada Catalano no sólo interrumpió las estrategias de abordaje y acompañamiento terapéutico por parte del equipo de salud sino también, incurrió en el engaño, acercándose a la niña ocultando su condición de psicóloga, pero valiéndose de su formación profesional, con la intención de ejercer coerción sobre la niña para que continúe con un embarazo que ella no quería sostener y que había sido producto de un abuso sexual. Motivada por razones personales y religiosas, en su accionar vulnera la dignidad de la niña, violando sus derechos a la intimidad, al consentimiento informado y a la posibilidad de la interrupción legal del embarazo, obligándola a una maternidad forzada", se quejaron.