En una economía altamente dependiente del gasto hogareño para mostrar cifras importantes, ése ítem en el casillero sigue incompleto, pero empezó a contar con un aliado inesperado en las planillas del negocio del consumo masivo. Los planes oficiales de asistencia y precios de referencia pegan de una manera relevante en las ventas de grandes súper e hipermercados. Además, le permitieron a ese sector salir de los números rojos para lograr cierta estabilidad en los volúmenes ofrecidos.

Según datos de las grandes cadenas a los que accedió Página I12, la Tarjeta Alimentar y el programa Precios Cuidados ya explican una porción importante de lo demandado. Concretamente, el plan de valores de referencia explica hasta un 10 por ciento de las ventas totales mensuales en supermercados del canal moderno; mientras que el plástico que destina dinero fijo (entre 6000 y 12 mil pesos) para la compra de alimentos de madres de niños de hasta 14 años sin empleo, representa un 2 por ciento de la venta total en ese período.

En el caso de Precios Cuidados, ya había sido una política de probada utilidad y penetración en góndola cuando se creó bajo el gobierno de Cristina Fernández, que en un contexto inflacionario buscó anclar precios poniendo en los super precios fijos de referencia en una lista variada. Consiguió en aquel entonces llegar a representar un porcentaje alto de las ventas totales. En 2014, las fuentes del sector privado aseguran que Cuidados fue entre un 14 y un 20 por ciento de lo comerciado.

Unos años después, durante el Gobierno de Mauricio Macri, se discontinuó y llegó a bajar a una representación de sólo el 2 por ciento de las ventas. Luego, cuando a Cambiemos se le disparó la inflación por encima del 50 por ciento, intentaron reponerlo pero se había perdido la familiaridad del cliente con ese tipo de ofertas, y los grandes comercios aprovecharon para correrlos de góndola. Ese programa había sido resistido, sobre todo, por los fabricantes del alimentos, bebidas y productos de higiene personal y hogareña. 

Recién a principios de este año subió al 3 o 4 por ciento, para situarse ahora en el 10 por ciento. Tardó en llegar a este último porcentual porque en 2020 convivía Cuidados con el plan de congelamiento Precios Máximos, que repartió interés de los consumidores.

En el caso de Alimentar, el programa del ministerio de Desarrollo Social, hoy es el 2 por ciento de las ventas, pero llegó a ser bastante más. Al inicio de plan, como los grandes súper eran buena parte del comercio que contaban con posnet para pago con tarjeta, concentraban casi toda la venta de esos alimentos. Hoy, la penetración del posnet por fuera de canal moderno dividió las ventas.

Naturalmente, los empresarios del sector retail se quejan de que esos programas tienen bajos márgenes de rentabilidad, pero admiten que el aumento en unidades está a la vista. Puesto en número privados, la consultora Scentia, que elabora en base a datos de los hiper y comercios barriales reflejó que, en junio de este año, el conjunto de autoservicios independientes cayó en ventas un 6,2 por ciento interanual. En el otro extremo, las cadenas crecieron 3,1 por ciento, mismo porcentaje de alza interanual en el AMBA y el Interior del país.

También en el análisis de por qué se repuso más fuerte el canal moderno entra a jugar la diferencia de precios entre los grandes y comercios chinos, por caso. Con el monitoreo y los acuerdos oficiales con los super, los valores quedaron allí estables, existiendo hoy una diferencia de hasta 30 por ciento en los valores.