El presidente de China, Xi Jinping, visitó Tíbet los últimos dos días en un viaje oficial, el primero realizado por un jefe de Estado del país asiático a la región desde 1990, informó este viernes la agencia oficial Xinhua.

Según los medios oficiales chinos, el mandatario comenzó el miércoles su visita con un vuelo a la región autónoma en Nyingchi, localidad fronteriza con la India, y de ahí se trasladó en tren a la capital de la región, Lhasa, a lo largo de una sección del ferrocarril de gran altura que se está construyendo para unir la región fronteriza montañosa con la provincia de Sichuan.

En las imágenes publicadas el viernes por la emisora ​​estatal CCTV, se vio a Xi bajar del avión a una alfombra roja saludando a una multitud vestida con trajes étnicos y ondeando banderas chinas, mientras un grupo de bailarines ataviado en uniformes tradicionales de la región actuaban a su alrededor.

El presidente recibió "una cálida bienvenida por parte de los altos cargos y de las masas populares de todos los grupos étnicos", comentó la cadena pública CCTV. Según un informe de la visita, el mandatario pidió reforzar la "unidad nacional" y el "patriotismo" en Tíbet. 

"Resulta primordial fortalecer las interacciones e intercambios entre los distintos grupos étnicos", dijo el presidente, citado por CCTV. También dijo que solo cuando la gente "siga al partido" se podrá realizar el "rejuvenecimiento de la nación china".

Después de la bienvenida Xi fue al puente del río Nyang para aprender sobre la protección ecológica y ambiental del río Yarlung Tsangpo y el río Nyang, dijo CCTV. Según los medios oficiales, Xi destacó la importancia de la conservación del medioambiente, otro de los temas que protagonizaron su visita. 

Las infraestructuras también formaron parte del viaje, como atestigua el hecho de que el máximo mandatario chino viajase entre Nynghi y Lhasa en el tren que une ambas ciudades, la primera línea ferroviaria electrificada del Tíbet, que entró en funcionamiento el pasado junio.

Xi también exhortó a la población a "defender el territorio nacional", en medio de un contexto de tensiones fronterizas con la vecina India, más de un año después de enfrentamientos entre las dos potencias asiáticas.

Esta semana el portal de noticias The Wire, que participó en la divulgación de la investigación del Proyecto Pegasus, aseguró que el gobierno de India intentó espiar al Dalai Lama, de 86 años, que vive en el exilio en ese país desde 1959, ya que a Nueva Delhi le preocupa la sucesión del lider espiritual tibetano

De acuerdo al diario de Hong Kong South China Morning Post, el viaje se produjo con motivo de las celebraciones del septuagésimo aniversario de lo que Pekín conoce como la "liberación pacífica de Tíbet" cuando, después de la entrada en la zona de las tropas comunistas, se firmó el "Acuerdo de 17 puntos" por el que la región pasó a formar parte de la República Popular China el 23 de mayo de 1951.

Xi ya había visitado en viaje oficial Tíbet en 2011, cuando era todavía vicepresidente, precisamente para la conmemoración del sexagésimo aniversario. Tambien visitó la región en 1998 como jefe del Partido Comunista de la provincia de Fujian. Fuentes citadas por el rotativo hongkonés apuntaron que el actual viaje de Xi se centró en "la mejora de la estabilidad y el aumento del desarrollo".

En Lhasa, el presidente visitó del monasterio de Drepung y el Palacio de Potala, la residencia del Dalái Lama. Además, el presidente chino recorrió una calle comercial de la capital tibetana donde conversó con residentes locales, de acuerdo con Xinhua.

Según el movimiento protibetano Campaña Internacional por el Tíbet, los habitantes de Lhasa dijeron haber sufrido "controles inusuales en sus movimientos" antes de la visita. Mencionaron cortes de carreteras y una mayor vigilancia policial. Desde los disturbios antichinos de 2008, Pekín ha invertido sumas millonarias en Tíbet para contrarrestar la influencia del Dalái Lama. Pero el descontento no ha desaparecido y se han producido inmolaciones esporádicas de monjes budistas.

Pero según Xinhua, en el palacio de Potala, Xi “inspeccionó el trabajo de religión étnica” y la protección del patrimonio cultural tibetano, La cadena CCTV mostró a una mujer tibetana secándose las lágrimas mientras se unía a una multitud de personas vestidas con trajes tradicionales que aplaudían con entusiasmo para dar la bienvenida a Xi.

Xi instruyó a los funcionarios provinciales y locales a trabajar para que la gente del Tíbet se identifique más con "la gran patria, el pueblo chino, la cultura china, el Partido Comunista Chino y el socialismo con características chinas", informó la agencia de noticias china.

De acuerdo con Yang Chaohui, profesor de Política de la Universidad de Beijing, después de los violentos enfrentamientos en el 2008 entre policías chinos y monjes tibetanos que conmemoraban un aniversario del exilio del Dalai Lama, autoridades locales dudaban acerca de si la visita de un líder chino sería bienvenida o segura. Los medios oficiales chinos tardaron dos días divulgar la visita de Xi a la región, que empezó el miércoles y recién fue informada este viernes. 

La altitud de la región tibetana, que puede afectar la salud de personas que no están acostumbradas, es otra razón por la que autoridades chinas rara vez hacen visitas, explicó el profesor.