El papa Francisco consideró que "no se tuvieron en cuenta todas las eventualidades" en la salida de Afganistán que terminaron este lunes Estados Unidos y sus aliados tras 20 años de ocupación, y que detonó una grave crisis en ese país ante el avance talibán. El papa también aseguró que el Vaticano ya podría estar movilizando a su diplomacia para evitar un derramamiento de sangre entre los afganos que ahora quedaron bajo el poder del grupo insurgente. Las declaraciones forman parte de un breve extracto de la entrevista que el sumo pontífice brindó a la radio del episcopado español, Cope.

En uno de los fragmentos anticipados este martes, el periodista Carlos Herrera le preguntó a Francisco sobre la situación en Afganistán luego de la llegada de los talibanes y si la población había sido "dejada a su suerte", a lo que el sumo pontífice respondió: "Por lo que se ve aquí no se tuvieron en cuenta, parece, no quiero juzgar, no se tuvieron en cuenta todas las eventualidades"

Luego, consultado sobre si el Vaticano puede activar a sus diplomáticos para intentar que no haya represalias entre la población tras la toma del poder del movimiento talibán, Jorge Bergoglio aseguró: "Sí, y de hecho estoy seguro de que la Secretaría de Estado lo está haciendo".

Las declaraciones del papa se divulgaron horas después de que el último soldado estadounidense saliera sobre el final del lunes de Afganistán dejando el país en manos de los talibanes luego de la guerra más larga en la historia de Estados Unidos, que acabó en una humillante derrota para la primera potencia mundial y sus aliados occidentales. Las tropas estadounidenses lideraron una coalición de la OTAN para expulsar a los talibanes del poder después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 a Estados Unidos por parte de la red terrorista Al-Qaeda.

Francisco realizó hasta el momento dos llamamientos tras el rezo dominical del Ángelus sobre Afganistán y en el último, del 29 de agosto, expresó su preocupación por la situación en el país y pidió "que se continúe asistiendo a los más necesitados". Bergoglio expresó también su deseo de que "el diálogo y solidaridad consigan una convivencia pacífica en el país" y convocó a los cristianos a "intensificar la oración y practicar el ayuno".

"Comparto el sufrimiento de los que lloran por las personas que han perdido la vida en los ataques suicidas del pasado jueves y los que buscan ayuda y protección", dijo Francisco al concluir desde la plaza de San Pedro el rezo dominical. Dos semanas atrás, cuando estallaba el conflicto en Afganistán con la toma de Kabul por parte de los talibanes, el pontífice pidió que se abra el diálogo para que la población pueda volver a vivir en paz.