El Festival de Cosquín cambió sus categorías de género a raíz de una denuncia ante el Inadi. Así, "voz femenina" y "voz masculina" dejarán de existir, en reemplazo de un único rubro: "voz solista". El histórico cambio surgió a partir de una situación de discriminación que sufrió la cantante trans no binaria Ferni de Gyldenfeldt durante el Pre Cosquín: a pesar de haber obtenido en el certamen el mayor puntaje posible, le negaron la clasificación en el rubro "solista vocal femenino".

"Estoy movilizada, conmovida, expectante, súper feliz y sorprendida de que en pocas horas haya pasado todo esto. No lo puedo creer", expresa Ferni a Página/12 en su hora libre en el Liceo Número 9, de Belgrano, donde trabaja como profesora de música. "Por fin el festival más importante de folklore de nuestro país se aggiorna a las leyes de género", celebra. Y ya se prepara para la final del Pre Cosquín en CABA, que será el 7 de octubre.

La situación de discriminación

Ferni, quien tiene 31 años y vive en Villa Urquiza, se había anotado para participar en Pre Cosquín dentro de la categoría "voz femenina". Se presentó el domingo a audicionar junto al guitarrista Nahuel Quipildor. Les tres integrantes del jurado --Marian Farías Gómez, Mónica Abraham y Franco Luciani-- la calificaron con 10 en las dos canciones que interpretó, "Grito santiagueño" y "La Celedonia Batista". "Me dijeron que les encantó lo que había hecho, pero que por otro lado en Cosquín les decían que no podía participar", cuenta. El argumento de la organización del festival --con el que el jurado disentía-- era que en su DNI figuraba con sexo masculino.

"Yo me había podido inscribir perfectamente. No me habían pedido detalles. Era una incongruencia. Me percibo como trans no binaria, y dentro de los rubros me había anotado en el femenino porque me siento más a gusto en ese género. Otra cosa terrible es que desde Cosquín (los organizadores) mandaron a preguntar si no quería pasarme a la categoría de varón... una cosa aleccionadora. El jurado reconoció que era un desastre preguntarme eso. 'De ninguna manera', respondí. Y Marian Farías Gómez me felicitó", narra Ferni.

La denuncia ante el INADI

Ese domingo triste, uno de los "tipos de poncho blanco" que presenta el Pre Cosquín le reconoció: "Empezaste a resquebrajar el sistema del folklore de nuestro país. El 'no' que te dieron es un enorme 'sí'". Algo similar le dijo después Teresa Parodi. "De repente les apareció una trava que cantó y ganó y no sabían qué hacer. Aguanté el garrón, lo entendí, lo compartí con mi círculo íntimo. Mastiqué de qué trata vivir en el cuerpo el transodio. Me fui el domingo sintiendo que dejaba de participar, que había perdido, que no teníamos lugar las identidades no binarias y trans en un festival como ése", expresa le cantante. Optó por no hacer ningún video o escrache; "nada viral". Prefirió "respirar, llorar, estar en casa", rodearse de sus afectos, su "tribu".

El martes se decidió a hacer la denuncia en el INADI. Tuvo una reunión con la titular del organismo, Victoria Donda, y la coordinadora de Recepción y Evaluación de Denuncias, Mariana del Pozo, entre otres funcionaries. El INADI se comunicó con el municipio de Cosquín --el festival se realiza de manera mixta, público-privada-- para buscar no solamente una posible solución para el caso sino también una mayor igualdad en las categorías.

La resolución de Cosquín

Cinco horas después, el intentente Gabriel Muzzo llamó y anunció la modificación del estatuto de Cosquín y la creación del único rubro de "solista vocal". La resolución que cambia las reglas del juego lleva la firma de Muzzo y de Nadia Gallardo, secretaria ejecutiva y de Finanzas de la Comisión Municipal de Folklore.

“Pusimos todo el esfuerzo para que el festival refleje la composición de la sociedad argentina”, manifestó Donda. "Esto genera un precedente porque un festival muy importante en nuestro país está adaptándose a los cambios que pide la sociedad", expresa Del Pozo a este diario. A raíz del caso de Ferni el INADI empezó a recibir otros comentarios de hechos de discriminación en Cosquín. Casos de, por ejemplo, dos mujeres o dos hombres a quienes no se les permitió hacer dúos. "Muchas situaciones se naturalizan. Ferni fue muy valiente al venir", agrega Del Pozo.

"Tenemos leyes que nos amparan, que han ido consiguiendo nuestras hermanas, nuestras maestras, las que ya no están, nuestras muertas, como dice Susy Shock. Años y años de lucha tienen que hacer entender a la sociedad que estamos en otro contexto. Hay cosas que ya no podemos permitir más. Lo que hicieron no fue de forros ni conservadores. Fue ilegal. Una violación a los derechos humanos. No pueden decirnos quién puede cantar ni privar al resto de las personas de conocer nuestro arte", concluye Ferni.

Junto a su hermana Luchi hace el espectáculo lírico Opera Queer, integra el conjunto de folklore Allpa Munay y codirige un coro de música uruguaya, entre otras cosas. "Además de seguir en la autogestión estamos golpeando las puertas a estructuras gigantes como Cosquín", sentencia. Una pregunta queda en el aire, después de lo vivido: "¿Tenés que ser una trava 10 para que pasen estas cosas?"