Tener cerca los equipos de laboratorio que permitan conocer la calidad del agua en el Chaco salteño implica un avance, más en zonas alejadas de la provincia. Esa es en principio una de las conclusiones a la que arribó la ingeniera agrónoma que trabaja en el INTA, Jaqueline Bazzana, y que se desempeña en Santa Victoria Este (SVE), en el departamento Rivadavia. Ella junto a otro técnico agrónomo del organismo nacional y –próximamente- el grupo de estudiantes del Instituto de Educación Superior (IES), del municipio, estarán a cargo del muestreo que va desde el Rancho El Ñato hasta La Esperanza

“Las muestras antes se debían tomar en el día y llegar a los laboratorios de Salta Capital”, contó Bazzana al indicar que muchas veces ello implicaba salir a la medianoche de la ciudad cabecera de la provincia para volver ese mismo día al atardecer con el propósito de que las muestras no pierdan el valor para ser analizadas.

Los 7 equipos que serán distribuidos en distintas regiones del departamento Rivadavia fueron donados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a la Secretaría de Asuntos Indígenas, en el marco de las convocatorias que se realizan en el espacio de la Mesa del Agua para el Chaco Salteño.

Bazzana explicó que quienes participarán del muestreo en los distintos equipos ya recibieron la capacitación de la OPS para poder realizar la toma de muestras, hacer el análisis de laboratorio y volcar los datos. En esa capacitación se explicaron los parámetros a tener en cuenta para cumplimentar con la determinación de la existencia de agua segura, que es diferente al agua potable. La primera es apta para el consumo humano, mientras que en el segundo caso se habla ya de un estado ideal del insumo básico.

La técnica del INTA indicó que por ahora el muestreo se hará sobre fuentes de agua que son de pozo profundo, pozo somero y agua de red. Algunas comunidades, en tanto, a veces deben tomar el agua de madrejones o del río ante la falta de pozos, y de redes de conducción del agua. Frente a ello, Bazzana no descartó la posibilidad de realizar a futuro muestreos sobre esas fuentes.

Con el equipo que ella representa y que tendrá la participación del alumnado del IES victoreño 6050 (que imparte la tecnicatura en Gestión Agropecuaria con orientación en Recursos Hídricos), además del muestreo se harán capacitaciones sobre la técnica para generar agua segura en los lugares que visitan.

Uno de los métodos tiene que ver con la cloración del agua que precisa de un paso anterior que es hervir el agua y dejarla enfriar, para luego echarle dos gotas de lavandina por litro. La segunda, un poco más accesible a las comunidade, es dejar decantar el líquido de los sólidos que pueda presentar, luego colar el agua con un trapo limpio (como se hace en algunas comunidades originarias según los relatos que surgieron en distintas ocasiones), y el último paso implica depositarla en botellas de plástico transparentes y dejarla al sol por 6 horas para garantizar la eliminación de microorganismos y de parásitos.

Análisis posibles

Por ahora el equipo de SVE cuenta con la primera parte de los instrumentos e insumos para el muestreo de las aguas. También se articula con otro proyecto que surgió del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación en el marco del programa “Argentina contra el Hambre”, que buscaba determinar la calidad del agua. 

Bazzana explicó que por el momento se podrá determinar la existencia de coliformes totales y escherichia coli, que suelen ser los factores que inciden en las diarreas infantiles, que en esta zona se convierten en una posible causa de mortalidad infantil. Además, se hará el análisis físico – químico, la determinación del PH, turbiedad del agua, sólidos disueltos totales y en los centros urbanos conectados a red, se intenterá medir la cloración residual.

El gobierno provincial, en tanto, afirmó que “los equipamientos e insumos recibidos formalmente por la Secretaría de Asuntos Indígenas permiten constituir la primera experiencia en el país de estaciones descentralizadas y que trabajen de manera conjunta entre el Estado y la sociedad civil. La operación de estas estaciones se realiza a través de diferentes instituciones públicas y privadas con las cuales se establecieron alianzas estratégicas para llevar a cabo esta tarea”.