El Ministerio de Salud aprobó el "uso de emergencia" de la Sputnik Light, vacuna monodosis contra la covid-19, para ser utilizada como "vacuna independiente y dosis de refuerzo". "Se presenta como una herramienta terapéutica segura y eficaz de acceso para que nuestro país baje la mortalidad, reduzca la morbilidad y disminuya la transmisibilidad", sostuvo la Anmat en la resolución 3451/2021 publicada este lunes en el Boletín Oficial y en la cual la cartera a cargo de Carla Vizzotti fundó su decisión.

El Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR) emitió un comunicado celebrando la decisión de las autoridades sanitarias argentinas. Recordó que Argentina fue uno de los primeros países en registrar la vacuna rusa Spuntik V, que hasta la fecha ha recibido la aprobación de más de 70 naciones. 

La eficacia de la Sputnik Light

Con respecto a la Sputnik Light, el FIDR destacó que, administrada de forma independiente, tiene un 70% de eficacia contra la infección por la variante Delta del coronavirus durante los primeros tres meses después de la vacunación. La eficacia llega al 75% en personas menores de 60 años. 

Uno de los usos que se le dará en la Argentina será el de dosis de refuerzo frente a las nueva variante Ómicron y para morigerar una posible nueva ola a principios de marzo. Con ese objetivo, un estudio realizadó en el país probó que la combinación de la monodosis Sputnik Light con las vacunas producidas por AstraZeneca, Sinopharm, Moderna y Cansino ha demostrado que el fármaco ruso puede reforzar eficazmente la inmunidad tras las inyecciones anteriores.

"Cada combinación de 'cóctel de vacunas' con Sputnik Light proporcionó un título de anticuerpos más alto el día 14 después de administrada la segunda dosis en comparación con los regímenes homogéneos originales (la misma vacuna en la primera y la segunda dosis) de cada una de las vacunas", concluyó el estudio hecho en el país y replicado por el fondo ruso. 

Según el FIDR, "la eficacia de Sputnik Light como refuerzo (dosis adicional a cualquier esquema con cualquier vacuna) contra la variante Delta para otras vacunas estará cerca de la eficacia contra la variante Delta de la vacuna Sputnik V: más del 83% contra la infección y más del 94% contra la hospitalización". 

La OMS demora su aprobación

A pesar de los resultados que la Sputnik V ha obtenido en la Argentina y otros países, la dosis producida por el Instituto Gamaleya aún no fue aprobada por la Organización Mundial de la Salud, donde se retomaron los estudios para hacerlo; y está aún más lejos su aprobación por la autoridad sanitaria de Europa, en una cruzada geopolítica. El presidente ruso, Vladimir Putin, exigió este lunes a la OMS que apruebe la vacuna "lo antes posible" para agilizar las posibilidades de moverse por el mundo de unos 200 millones de personas que han recibido la dosis rusa. 

A mediados de noviembre,  director ejecutivo del FRID, Kirill Dmitriev, confió en que la OMS lo haría a fines de año. "El 15 por ciento de las personas de ingresos medios fuera de Rusia, EE.UU., Europa y China recibieron la vacuna Sputnik", sostuvo Dmitriev y señaló que eso coloca a la vacuna rusa en los niveles de asistencia de otras dosis como "las 100 millones provistas por Moderna a países de ingresos medios fuera de EE.UU. y Europa, las 200 millones de Sinopharm fuera de China y las 350 millones de Pfizer fuera de EE.UU. y Europa". 

La Argentina no solo fue uno de los primeros países en autorizar el uso de la Sputnik V sino que alcanzó un acuerdo con el Instituto Gamaleya para comenzar a producirla en nuestro país, lo que transformó a la Argentina en ser el primero en producirla en América Latina. El acuerdo fue sellado con el laboratorio Richmond, que en agosto liberó las primeras 1.150.000 vacunas Sputnik V producidas en la Argentina --995 mil componente 1 y 152 mil componente 2--.