Trabajadores del lavadero industrial Procesadora Workers, ubicado en Zeballos al 4600, que cerró sus puertas sin previo aviso el pasado 2 de mayo, escracharon al dueño que estaba en un bar ubicado en Avellaneda y Mendoza. "Queremos lo que por ley nos corresponde" y "Paguen nuestra indemnización", decían los carteles que portaban los operarios, mientras Diego Bustos, el responsable de Workers, se encontraba tomando un café en el bar La Morada, en Echesortu. Los 26 empleados del lavadero industrial de jeans, que venían cumpliendo jornadas reducidas por la crisis económica que afectaba a la empresa, indicaron que les ofrecieron como indemnización la entrega de algunas máquinas para las vendan para poder tener algo de dinero, por lo que decidieron tomar de manera pacífica el lugar para resguardar la maquinaria. "Seguimos igual, si la propuesta siguen siendo las máquinas estamos complicados. No podemos esperar a vender una máquina para vivir", señaló uno de los empleados que estaba en la puerta del bar participando del escrache, que tuvo momentos de tensión cuando los trabajadores se acercaron hasta el taxi que pretendía tomar Bustos para escapar del lugar, hasta que intervino la policía y el empresario finalmente pudo salir. En una audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo, la patronal ratificó los despidos.