El anuncio del acuerdo con el FMI por parte del presidente, Alberto Fernández, y del ministro de Economía, Martín Guzmán, fue respaldado por diversos sectores de la política, del sindicalismo, por representantes del sector empresario y por gobernadores de todos los espacios. Sin embargo faltó en la jornada un pronunciamiento clave: el de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que el viernes por la tarde se encontraba volviendo de Honduras. Existen versiones que afirman que desde esa pata del Frente no estaban al tanto de la letra chica del acuerdo y que por eso no hicieron declaraciones a lo largo del día. A última hora del viernes, sin embargo, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, descomprimió la tensión hacia el interior del espacio con una publicación en redes sociales en la que, luego de subrayar la responsabilidad del expresidente Mauricio Macri, indicó que "el Presidente anunció hoy que el FMI refinanciará esos vencimientos, lo que evitará una verdadera catástrofe en lo inmediato. Esperamos que la oposición colabore y se haga cargo del desastre que dejó a su paso". Desde el albertismo mantienen la línea de que se llegó al "mejor acuerdo posible", postura que comparten en el massismo y que no tardó en manifestar el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

El discurso de Martín Guzman y su relación con Cristina Kirchner

Promediada la conferencia de prensa, cuando el ministro Guzmán, luego de explicar los puntos centrales del entendimiento al que se llegó con el Fondo, realizó una serie de agradecimientos. Primero al Presidente y luego a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, a quien describió como "dueña de una fuerza única que ha sido de mucho valor para lo que se ha logrado". Ante la pregunta acerca de si había hablado con CFK sobre el cierre del nuevo acuerdo, Guzmán respondió: "nosotros enviaremos el programa al Congreso de la Nación y tanto la Cámara de Diputados como de Senadores definirán su apoyo o sus decisiones en relación a lo que nosotros estamos presentando". Este diario confirmó hace unos días que antes de partir hacia Honduras --donde viajó para la asunción de la presidenta Xiomara Castro-- la vicepresidenta mantuvo varias conversaciones tanto con el Presidente como con Guzmán. 

En la previa del acuerdo algunos sectores de La Cámpora evaluaban si existía o no la posibilidad de no llegar a un entendimiento con el Fondo. En discusiones internas se temía una injerencia desmedida del organismo con las visitas trimestrales y otras cuestiones que detalló Guzmán en la reunión con gobernadores, y que ellos consideraban que podían derivar en un ajuste. Sin embargo, también opinaban que desde el oficialismo no habían sido capaces de generar una conciencia social suficiente como para permitir afrontar un posible no pago de la deuda. Consideraban que el Gobierno no tenía margen para hacerlo, menos en el escenario político posterior a la derrota que sufrió en las elecciones de medio término. 

Wado de Pedro, Alicia Kirchner, Axel Kicillof y Martín Insaurralde

Si bien lo que primó fue el hermetismo durante todo el día por parte del kirchnerismo, hubo algunas excepciones, como el ministro del Interior Eduardo "Wado" de Pedro, que temprano retuiteó el mensaje del Presidente y la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, que escribió en sus redes que celebraba el acuerdo porque permitirá "el crecimiento y continuar la reactivación económica". Horas después, la líder provincial agregó que "nuestro pueblo merece que la justicia investigue la deuda contraída a sus espaldas. El FMI debe responsabilizarse del daño que genera violando su propia normativa", y etiquetó al Presidente. Este es un reclamo de vastos sectores que se referencian con la pata kirchnerista del espacio. Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, antes del pronunciamiento de Kicillof, también había acompañado el acuerdo el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, quien resaltó que "el principio de acuerdo con el FMI le permite a la Argentina cumplir sus obligaciones y defender el crecimiento, el desarrollo y el futuro".

Sergio Massa y Gabriela Cerruti

Massa fue otra de las personas que recibió un agradecimiento especial por parte del ministro Guzmán en su discurso. El ministro resaltó que el presidente de la Cámara baja "ha estado muy activo ayudando muchísimo sobre todo en esta recta final que son los momentos más críticos y delicados tanto en el plano nacional como internacional". Luego del mensaje oficial, Massa escribió que "el acuerdo con el FMI es una muy buena noticia para el país. Frente al problema de la deuda heredada se brinda una solución que genera confianza". La portavoz, Gabriela Cerruti opinó sobre el silencio de algunos sectores del FdT y dijo que: "Escuchamos a mucha gente de la coalición pronunciarse. Algunos van a estar más entusiasmados y otros menos, pero todos somos parte de un gobierno que tiene la responsabilidad de gobernar". 

Sindicalistas

Los sectores sindicalistas de la alianza también se expresaron. La CGT lanzó un comunicado en apoyo al acuerdo y, desde la CTA, el secretario general, Hugo Yasky opinó en diálogo con Página12 que "vamos a evitar caer en pronunciamientos que tengan un tono triunfalista porque no hay nada para festejar ni aplaudir". Sin embargo, reconoció que "es positivo que se subraye que no habrá reformas laborales ni previsionales". Yasky añadió que "ellos (por el FMI) discutirán las metas, nosotros tenemos que discutir como llegamos a esas metas. Si todo se deja llevar por la inercia de los hechos, lo que siempre pasó es que pagaron los sectores populares, por más cláusulas que pongamos. Para evitar eso hay que discutir la redistribución de la riqueza para que, esta vez, el costo del acuerdo, que tanto reclamaban los sectores del poder económico y financiero, lo paguen ellos, que son los que se beneficiaron con el negociado de la deuda".