A menos de una semana de haber sido presentado, el proyecto de renta inesperada enfrenta un sombrío panorama en Diputados. Y es que la última iniciativa bandera del gobierno nacional -que apunta a redistribuir las ganancias extraordinarias generadas por la guerra en Ucrania-- amenaza con verse trabada por la realidad hostil de la Cámara baja, en donde los bloques minoritarios encuentran más atractivo mantener alianzas circunstanciales con Juntos por el Cambio que con el oficialismo. Las disputas internas del Frente de Todos generan desconfianza en muchos de los bloques --que son los que definen cada votación--, esmerilando así las posibilidades de tejer acuerdos. Muchos de estos bloques, por otro lado, se entusiasman con armar un revival del Grupo A que le marque la cancha al oficialismo, en sintonía con lo que sucedió con boleta única. Es en este escenario poco auspicioso que el bloque oficialista buscará comenzar a ir arrimando algunas voluntades entre los sectores que ideológicamente podrían estar de acuerdo con la medida. Si bien JxC está descartado, la bancada que preside Germán Martínez se entusiasma con poder atraer a la izquierda y algunas fuerzas provinciales.

"Lo veo difícil", se escuchó decir al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, cuando, de camino a Los Ángeles por la Cumbre de las Américas, analizaba con Alberto Fernández las posibilidades de aprobar el proyecto que busca recaudar parte de las ganancias excepcionales que obtuvieron algunas empresas como consecuencia de la guerra en Ucrania. Predomina en el oficialismo cierto pesimismo que observa con preocupación la mayoría de 132 votos que la oposición logró conseguir para impulsar la boleta única (y que promete replicar para tratar la reforma de la Ley de Alquileres). Si bien es una mayoría coyuntural -- "¿De qué mayoría hablan si llegaron al quórum de pedo?", ironizaba un diputado del FdT durante la sesión de boleta única-- , la alianza que Emilio Monzó (JxC) logró armar con les legisladores del interbloque Federal se presenta como una verdadera traba a la hora de impulsar proyectos que no cuenten con una base de consenso previa (como podría ser el Alivio Fiscal o la nueva Ley de VIH). 

El proyecto impulsado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, modifica el impuesto a las Ganancias incorporando una alícuota extra del 15 por ciento "sobre el excedente de la ganancia neta imponible" de las empresas que tuvieron una renta "extraordinaria" en el último año. Esto deberían pagarlo las empresas con ganancias que hayan superado los mil millones de pesos y, a su vez, cuyo margen de ganancia del 2022 haya sido superior al 10 por ciento. Según estimaciones de la cartera de Economía, la ley afectaría entre 350 y 600 empresas y se podría recaudar entre 1000 y 1300 millones de pesos. 

Juntos por el Cambio, que ha hecho campaña contra el aumento de impuestos, ya se manifestó en contra. El PRO fue el más ruidoso al respecto - con profusas declaraciones de tanto Horacio Rodríguez Larreta como Patricia Bullrich -, pero tanto el radicalismo como la Coalición Cívica también sentaron posición negándose a discutir cualquier "aumento a la presión tributaria". Frente a esto, el FdT tendrá que ir a pescar los votos a otro lado.

El baile alrededor de los minoritarios

"Esto es como cualquier ley, arrancamos con 118 diputados y tenemos que conseguir 11", resume un diputado oficialista, buscando quitarle dramatismo a la situación. Uno de los primeros objetivos será sondear dónde están ubicados les diputades que integran el segundo interbloque opositor más grande de la cámara: el interbloque Federal. Comandado por Alejandro "Topo" Rodríguez e integrado por Florencio Randazzo y Graciela Camaño --de Identidad Bonaerense--, tres diputados cordobeses que responden a Juan Schiaretti y dos diputades del Partido Socialista santafecino, el interbloque Federal no anticipa un escenario muy prometedor. Los cordobeses, que se han manifestado en contra del aumento de retenciones, ya han deslizado que no acompañarían la iniciativa. Identidad bonaerense sostiene que aún está analizando el proyecto y que pedirá más información, pero predomina cierta desconfianza general respecto a las internas y el rumbo general del gobierno. "No queremos engordar esta épica de cartón que necesita mostrar Guzmán para amigarse con el kirchnerismo", sostuvieron cerca del bloque. 

Les diputades del PS --Mónica Fein y Enrique Estévez-- generan un mayor entusiasmo en el bloque oficialista, desde donde creen que podrán coincidir ideológicamente con el proyecto. Sin embargo, el bloque cuestiona que la medida no sea más que "un parche" que no resuelve el contexto inflacionario. Vuelve a plantearse, además, la desconfianza que generan las internas de la coalición gobernante. "El aporte solidario, que nosotros votamos, fue un ejemplo de cómo a veces se esfuman los recursos. Ese proyecto destinaba el mayor porcentaje de lo recaudado en exploración de gas no convencional...", deslizó una fuente del bloque, aludiendo a los problemas que surgieron en torno a la construcción del gasoducto Néstor Kirchner debido a la pelea entre Cristina Fernández de Kirchner y Matías Kulfas.

La gran apuesta del oficialismo, sin embargo, son la izquierda y el interbloque Provincias Unidas (que, entre los dos, suman 9 diputades). En el caso del FIT --integrado por Myriam Bregman, Nicolás Del Caño, Romina Del Pla y Alejandro Vilca--, el FdT apostará a repetir el acompañamiento que consiguió en la sesión de Bienes Personales de a finales del año pasado. La izquierda, en principio, no ve con malos ojos el proyecto de renta inesperada, pero insistirá en que los fondos recaudados tengan una asignación específica destinada a responder necesidades populares concretas, como la infraestructura escolar o la salud pública. 

La situación de Provincias Unidas, sin embargo, es más complicada. En el caso de los dos diputados de Juntos Somos Río Negro --que habían votado junto a JxC en la sesión de boleta única--, se especula con que no acompañarán ya que su jefe político, el senador Alberto Weretilneck, no está de acuerdo con la medida. Frente a esto, aunque los dos misioneros y el neuquino acompañasen, el oficialismo todavía estaría lejos de poder alcanzar los 11 votos más que necesita para tener garantizado el quórum. "Políticamente no es buena esta medida, hay muchos sectores que no quieren saber nada con crear nuevos impuestos", destacó un habitual aliado al FdT que aseguró que, si bien podría votarlo a favor, el proyecto tenía ya un final anunciado: "No están los votos para sacar esta ley y el gobierno lo sabe".