Según cuenta la leyenda de Hollywood, División Miami comenzó con solo tres palabras escritas en un papel por el ejecutivo de la NBC Brandon Tartikoff: "Policías de MTV". El paisaje televisivo había sido revolucionado el 1º de agosto de 1981 con el lanzamiento de MTV, que disparó una era de videoclips glamorosos con altos conceptos y grandes presupuestos. Cuando División Miami debutó en 1984, el show estuvo a la altura de esa idea inicial con una banda de sonido rockera, autos veloces, y un vistoso vestuario provisto por Armani, Versace y Hugo Boss. Pero también era más oscura y más subversivamente cínica de lo que se le adosó desde entonces.

El show, que fue un éxito enormemente popular en sus seis temporadas, fue rediseñado en 2006 por el productor ejecutivo Michael Mann en una película protagonizada por Colin Farrell y Jamie Foxx, que se convirtió en favorita de culto. Ahora que Mann volvió a la pantalla chica con Tokyo Vice -nueva serie basada en las memorias sobre el mundo criminal japonés escritas por el periodista Jake Adelstein-, vale la pena recordar cuán revolucionaria fue realmente Miami Vice.

Quizá fue Tartikoff quien ideó ese ganchero concepto de "MTV Cops", en realidad la idea original fue de Anthony Yerkovich, un guionista ganador del Emmy cuando trabajaba en el notable policial Hill Street Blues. Yerkovich se había sentido intrigado por un artículo periodístico que aseguraba que cerca de un tercio del ingreso no declarado de los Estados Unidos se originaba a través del sur de Florida. Pronto se dio cuenta de cuán rico sería el escenario de Miami para una serie sobre el crimen.

"Pensé en Miami como una especie de Casablanca moderna", le dijo Yerkovich a la revista Time en 1985, apuntando la influencia de los refugiados de América Central y Cuba, y el floreciente tráfico de drogas. "Hay un monto fascinante de industrias de servicios que giran alrededor del narcotráfico: lavado de dinero, matones a sueldo, abogados que sirven a los traficantes", agregó. "Miami se volvió una especie de zona liberada para que los emprendimientos ilegales se dispararan."

La idea de Miami como una respuesta estadounidense al puerto licencioso que proveyó el escenario para el clásico de 1942 Casablanca está plantada desde la primera línea pronunciada por el rompecorazones ochentoso Don Johnson como el complejo héroe James "Sonny" Crockett. "Quinientas esquinas en el Gran Miami y este Gumby viene a elegir la nuestra", dice, en un guiño a la famosa frase de Humphrey Bogart sobre los clubes nocturnos.

El guión de Yerkovich para el piloto de dos horas fijó el tono de toda la serie, en el que  el compañero de Crockett, interpretado por el actor nacido en Brooklyn Jimmy Smits, era asesinado en solo tres escenas. Este era un mundo oscuro y peligroso, lleno de violencia y la omnipresencia de la muerte, aun cuando los trajes de lino blanco de Crockett permanecieran inmaculados.

Más importante aún, a diferencia de otros policiales contemporáneos como CHiPs y TJ Hooker, los policías no eran de ningún modo incorruptibles. Antes del final del piloto, Crockett le ha preguntado de manera acusatoria a su propio teniente cómo puede permitirse con su paga enviar a su hijo a una escuela privada. Como en series posteriores como The Wire, la futilidad de la guerra contra las drogas es reconocida en el modo en que los nuevos cárteles crecen tan rápido como Crockett y su nuevo compañero Ricardo Tubbs (Philip Michael Thomas) atrapan traficantes individuales.

Pero no fueron solo esas historias ásperas las que distinguieron a División Miami. También estaba el tema de cómo se veía. Con un presupuesto sin precedentes de 1,3 millones de dólares por episodio, el show podía traer un lustroso aspecto cinematográfico al aparato de televisión. En gran medida, la identidad visual de Miami Vice puede ser acreditada a Muchael Mann, que venía de revivir y rejuvenecer el género noir con su largomatraje debut Mi profesión: ladrón en 1981. "El guión del piloto era vivaz, irreverente, audaz", le dijo Mann al Washngton Post en 1985. "Era algo que hacía tiempo tenía interés en hacer: inyectar una sensibilidad del rock and roll en el género policial."

Mann tuvo un abordaje directo en la creación del aspecto de la serie, seleccionando personalmente todo, desde los zapatos de los actores (mocasines italianos) a la banda de sonido (Glenn Frey, Chaka Khan, Tina Turner, The Rolling Stones), pasando por el esquema de colores (rosa, verde lima y un célebre credo de "nada de colores terrosos"). El show transformó para siempre la manera en que se ven los programas de TV. Como le dijo David Chase, creador de Los Soprano, a la cadena PBS en 2001: "Pienso que la gente no se preocupaba mucho por lo visual en los setenta. El primer show dramático de una hora que recuerdo que se ocupara de eso fue División Miami. Fue un cambio de marea."

El estilo estético de Miami Vice estuvo presente desde el mismo comienzo. En una secuencia prototípica del piloto que se volvió famosa, Crockett y Tubbs van a un peligroso encuentro, a toda velocidad por el Biscayne Boulevard de Miami, con el reflejo de las luces callejeras danzando en la Ferrari negra de Crockett. La banda de sonido es “In The Air Tonight” de Phil Collins. Es algo innegablemente estilizado, pero que no le resta tensión al momento. El mismo Collins aparecería en la segunda temporada, interpretando a un estafador en un episodio titulado “Phil The Still”, notable por ser Collins una de las primeras personas en pronunciar en la televisión estadounidense la palabra "pajero".

El calibre de la escritura de División Miami, sumada a su habilidad para atraer regularmente a millones de televidentes, ayudó a que el programa presentara una impresionante galería de estrellas invitadas. Bruce Willis encarnó a un traficante de armas, Liam Neeson a un terrorista y Julia Roberts a la novia de un narcotraficante. Para mantener la estética de rock'n'roll, el show también atrajo a una plétora de músicos haciendo cameos, incluyendo al mencionado Collins, Leonard Cohen -quien en realidad nunca fue a Miami para su rol como el francohablante agente de Interpol Zolan- y Willie Nelson como un policía federal. Para el momento en el que James Brown apareció entonando su clásico “I Got You (I Feel Good)”, en la cuarta temporada y como un experto en OVNIs -y posible extraterrestre- el show quizá se estaba volviendo más terrenal pero no por ello menos divertido.

Hacia 1985, un año después de su debut, División Miami se había convertido en tal fenómeno cultural que completó el círculo y terminó apareciendo efectivamente en la cadena MTV. Se produjo un video para el compositor checo-americano Jan Hammer y el "Miami Vice Theme", protagonizado por Crockett y Tubbs. La canción terminó ganando un par de premios Grammy y entró en los charts de Estados Unidos, el último tema instrumental en conseguirlo hasta que el DJ y productor estadounidense Baauer volviera a hacerlo con "Harlem Shake" en 2013.

El éxito de la canción fue un emblema de ese vibrante estilo que definió una era, pero División Miami también tenía una sustancia real revolviéndose en su interior. Como le dijo Yerkovich al Miami Herald en 1989: "Quería una ciudad en la que el Sueño Americano hubiera sido destilado en algo perverso... quería situar a un héroe existencial en una ciudad basada en la codicia."

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.