El escenario es ahora el que ofrecen las galerías del Centro Cultural Parque de España, pero lo que sigue es el recupero de los espacios más personales. Porque Partida, la obra que protagoniza Renata Moreno, ocurre en casas (esto fue así hasta la pandemia), que los dueños ofrecen para que allí, puertas adentro pero abiertas al encuentro, suceda lo que comenzó ayer en Parque de España (Sarmiento y el río) y continúa hoy con dos nuevas funciones, a las 19 y 20.30. La capacidad es limitada y las entradas pueden adquirirse en https://ccpe.org.ar/web/actividades/partida/">https://ccpe.org.ar/.

Partida, teatro documental y biodrama, comparte la historia propia de su protagonista, de manera íntima, cercana, surgida a partir de descubrimientos y preguntas por parte de la actriz. “La obra es una experiencia única, es lo que se comparte en la escena y el público no puede estar disociado. Lo miro todo el tiempo y está muy presente y activo, porque se genera un vínculo, una conexión. Al hacer la obra en casas de familia, los dueños y las dueñas que te abren las puertas de su hogar, invitan a tíos, primos, amigues, y se genera un clima muy cercano. Es un encuentro. También antes y después de la obra, porque la gente comparte una copa de vino, nosotros compartimos galletas de la fortuna, luego nos quedamos charlando. No sólo es la obra particular, que toca a cada quien por su historia personal, sino también lo que se genera con cada público”, explica Renata Moreno a Rosario/12.

Como se señaló, Partida tiene hoy funciones en Parque de España, pero con la invitación a dar continuidad en casas personales. Para este fin, todo interesado e interesada puede escribir a [email protected] manifestando su intención. “En Parque de España lo hacemos en escenario, con el público incluido, por eso la capacidad es limitada, para mantener esa intimidad. Al principio de la obra, aviso y comento que se hace en casas, y que si alguien quiere prestar su casa nos avisa. La idea es ésa, que se genere esta rueda de casas. Cuando la gente nos avisa, coordinamos una fecha y vamos a la casa, para conocerla y adaptarnos a los espacios. Es una experiencia muy hermosa”, continúa.

Partida tiene su razón de ser de un modo ya presente en el título. Como explica Moreno, “hice la carrera en la Escuela de Teatro, y cuando me recibí, la preceptora me dijo que no me podía dar el título, porque había un error en mi partida de nacimiento. Donde dice ‘Sexo’, figuraba ‘Masculino’. Fui al Registro Civil y lo pude cambiar. Pero ya tenía otra historia con mi partida de nacimiento, que yo ya sabía. Fui anotada un día anterior al día en el que nací, y quince minutos después de lo que fue mi nacimiento real. A partir de ahí empecé toda una investigación, un cuestionario a mi familia, para saber si me habían ido a conocer el día de mi nacimiento u otro. Le pedí a mi mamá que buscara la historia clínica del día en que nací y ahí comenzó todo. Se desplegaron un montón de asociaciones, que tienen que ver con los errores, con las cuestiones familiares, con los mandatos que una recibe y no cuestiona. Es algo que se empieza a tocar también con la identidad, además, hace como un espejo o un rebote con el público y los espectadores, que empiezan a comentar historias propias. De algo tan chiquito y singular, empieza a hacerse una red”.

-¿Qué tipo de historias, por ejemplo, surgieron?

-Entre otras cosas, yo cuento sobre la pérdida de una casa, por una deuda de juego de mi papá, algo que descubrí durante esta investigación. Alguien se me acercó a contarme algo similar. O una chica, que me contó que su abuela fue anotada un 30 de octubre porque había nacido el 31, para que no dijeran que era bruja. Cosas así. Son historias que empiezan a resonar en cada una y cada uno.

-¿Cómo impacta en vos esta experiencia?

-Siento que, un punto, el arte es transformador, te mueve de lugar y te pone en otro, mejor o peor, pero te saca de donde estabas. Siento que la investigación me llevó a un montón de situaciones, y tengo no sé si respuestas, pero sí cosas momentáneas; por ejemplo, me pude amigar con ese 8 en el que fui anotada, es algo que todavía no cambié en mi partida de nacimiento. Pero creo que Partida me sacó del lugar en el que estaba, de cierto enojo, de que nadie supiera muy bien las cosas. Es como decir, “bueno, mirá, pude hacer una obra de teatro con esto”.

-¿Cómo fue el trabajo junto con el director de la obra, Gonzalo San Millán?

-Al principio empecé el trabajo en un seminario con Vivi Tellas, ella trabaja biodramas y hace varios años que soy su asistente. Pero antes, como alumna, llevé mi partida de nacimiento a su taller y ahí comenzó un poco el germen de Partida. Luego la presenté en la Bienal de Arte Joven de Santa Fe, donde resultó ganadora, pero sólo tenía 10 minutos de obra. Cuando decidí extenderla un poco más, sentí que necesitaba alguien que me mirara de afuera, que aportara con su mirada artística y su dirección. Le propuse a Gonzalo compartir el proceso, y fue un camino que me ayudó a transitar, porque por momentos era muy emocional, lo que me pasaba era muy sensible y necesitaba alejarlo de toda esta carga o peso de lo real, para llevarlo hacia lo teatral y ficcional. Gonzalo me ayudó mucho a buscar y encontrar esas herramientas y recursos para llevarlo a cabo.

Partida integra audios a cargo de Patricia Gualino, Silvia Valle, Alvaro Moreno; entrevistas en video de Graciela Schmidt y Tina Madussi; el vestuario es de Cecilia Gómez García; y el soporte audiovisual de Pablo Madussi. La dramaturgia es de Renata Moreno, la dirección de Gonzalo San Millán, con asistencia de Caterina Cantaro.