La inflación en la eurozona se ubicó en julio en el 8,9% interanual, en lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda su serie histórica, según datos preliminares de la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.

La escalada de los precios de la zona euro se intensificó en el séptimo mes de 2022, a pesar de que la suba interanual del precio de la energía se desaceleró al 39,7% desde el 42% de junio, mientras que el incremento del precio de los alimentos frescos en julio fue del 11%, cuando en junio fue del 11,2%, según Europa Press.

Sin embargo, los servicios encarecieron un 3,7% interanual en julio, tres décimas más que el mes anterior, mientras que los precios de los bienes industriales no energéticos subieron en un 4,5%, frente al 4,3% del mes anterior.

Un dato notable, en comparación con la experiencia inflacionaria argentina, es la marcada diferencia entre los precios de sectores que se dispararon (energía) o subieron mucho (alimentos), y los demás sectores, que mantienen un incremento moderado (menor al 4% anual). En Argentina, cuando sube algún rubro importante, todos los demás lo hacen a la par, como si la incidencia en el costo fuera absoluta. Ningún rubro se queda atrás, cuando de inflación se trata.

De acuerdo con los datos de Eurostat, los niveles más altos de inflación se observaron en Estonia (22,7%), Letonia (21%), Lituania (20,8%), Eslovaquia (12,8%), Eslovenia (11,7%), Países Bajos (11,6%), Grecia (11,5%), España (10,8%), Chipre (10,6%) y Bélgica (10,4%). En cambio, las menores subas se dieron en Malta (6,5%), Francia (6,8%) y Finlandia (7,9%).

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió la semana pasada aumentar las tasas de interés en 50 puntos básicos, en su primera suba del precio del dinero desde 2011, además de advertir que aplicará más subas en próximas reuniones.