El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Edson Fachin, aseguró este viernes que las Fuerzas Armadas "deben ser una fuente de seguridad para el proceso electoral, y no al revés", dejando claro que la Justicia Electoral "no aceptará imposiciones de cualquier orden o de cualquier autoridad".

Los comentarios del magistrado llegan en un momento en que las máximas autoridades militares se hacen eco de las sospechas, sin pruebas, levantadas contra el sistema de voto electrónico por el presidente y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro. 

En una intervención durante un seminario en el Tribunal Regional Electoral de Bahía, Fachín reiteró que el sistema de voto electrónico es "seguro, transparente y auditable", y que quienes lo atacan sin pruebas están atacando la democracia.

"Es fundamental el diálogo con las fuerzas de seguridad, cuyo fin primordial es garantizar la democracia al servicio del Estado y del proceso electoral. Lo que se espera de las importantes fuerzas de seguridad de Brasil y de los Estados, de las fuerzas nacionales, regulares y permanentes es que sean una fuente de seguridad para el proceso electoral, y no al revés", dijo.

En su discurso, Fachin reiteró que el código fuente de las máquinas electrónicas de votación fue puesto a disposición de las fuerzas de seguridad hace un año, y afirmó que la Justicia Electoral dialoga, pero no acepta imposiciones.

"Nuestros datos de tecnología de la información están abiertos para su verificación en las instalaciones del Tribunal Superior Electoral desde octubre de 2021", dijo, y agregó que "la puerta de la sede del TSE" que alberga el código fuente está abierta todos los días.

"Sí, diálogo, nunca intervención. La presidencia del TSE reitera que no acepta imposiciones de ningún orden o autoridad", aseguró.

El ministro también dijo que "la democracia no es negociable", defendió que la Corte Electoral tiene una "agenda positiva" que cumplir, y garantizó que las elecciones se realizarán y los ganadores serán certificados por la Justicia Electoral.

"Vamos a concluir las elecciones, vamos a certificar a los ganadores, vamos a celebrar la democracia como condición de un estado de derecho democrático atado a la Constitución y la institucionalidad. La Constitución nos hace sordos a los arrebatos intimidatorios de cualquier tipo", concluyó.

Dudas sobre la transparencia del sistema electoral

A mediados de junio, el ministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira, envió una carta a Fachin quejándose de que las Fuerzas Armadas "no se sienten honradas" por la Corte, ya que las sugerencias de mejoras al sistema electoral dadas por los militares no fueron aceptadas.

El TSE rechazó tres de estas sugerencias para las elecciones de octubre y otras cuatro son prácticas implementadas previamente. Entre las solicitudes, exigieron un aumento en el número de urnas cuyo funcionamiento es comprobado antes de la elección y la publicación de un informe de abstenciones y óbitos de electores registrados para controlar el fraude electoral.

En este último caso, el TSE señaló que las entidades de control ya actúan cuando hay evidencias de fraude electoral. En otros puntos se señalaron errores como confusión de conceptos y fallas en los cálculos de los militares para decir que habría riesgo de vulneración en las pruebas de seguridad de las urnas electrónicas.

Bolsonaro, quien busca la reelección y aparece segundo en las encuestas por detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha expresado en repetidas ocasiones sus dudas sobre el mecanismo con el que fue elegido para el cargo, afirmando que las urnas electrónicas no son auditables -aunque lo son- y defendiendo la aplicación del voto impreso, considerado un retroceso por parte de la Justicia Electoral.

El sistema de votación electrónica, que se usa desde 1996 en Brasil, ha sido criticado en varias ocasiones por el mandatario, quien asegura que en las elecciones de 2018 ganó en primera vuelta, pero hubo un fraude que lo llevó al balotaje.