La Justicia Federal ordenó al Sanatorio Otamendi a suministrarle dióxido de cloro intravenoso a un paciente de coronavirus que está internado en grave estado.

La medida, tomada por el juez Javier Pico Terrero, hizo lugar a una cautelar presentada por la familia del enfermo -que se encuentra internado en grave estado en ese sanatorio- para que se le suministre en carácter urgente la administración de nebulizaciones de ibuprofeno de sodio y de dióxido de cloro en forma intravenosa al no responder a los tratamientos convencionales.

El dióxido de cloro es una sustancia peligrosa para la salud y que no tiene eficacia demostrada en el tratamiento del coronavirus y que ya había sido rechazada por la Asociación Toxicológica Argentina, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, la Sociedad de Toxicología y Ambiente Córdoba y la Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental, entre otras.

En diálogo con Las últimas noticias, la investigadora de CONICET especializada en Inmunología y coordinadora de Ciencia Anti Fake News, Soledad Gori, explicó que la sustancia está autorizada para su uso como blanqueador en la industria textil y como purificadora de agua por la capacidad que tiene para eliminar microorganismos.

“Hay ensayos toxicológicos que se hacen en animales, y luego se hacen pruebas en humanos, pero no para tratamiento. Los ratones en un determinado momento mueren, tienen hemorragias y úlceras”, contó acerca de los estudios que se realizan para conocer el nivel de peligrosidad de la sustancia.

“Es muy complicado este compuesto, es muy abrasivo”, remarcó Gori.

Además, señaló que el dióxido de cloro no está autorizado por ninguna entidad regulatoria del mundo y subrayó. “nadie lo tiene autorizado para uso medicinal, para ninguna de las patología que en teoría cura”.

https://soundcloud.com/grupooctubre/soledad-gori-coordinadora-de-ciencia-anti-fake-news