Los medios alineados con el macrismo intentan poner casi al mismo nivel el atentado contra Cristina Kirchner y lo que señalan como fallas en la custodia. La jueza le tomó declaración a todos los efectivos de la Policía Federal que estaban más directamente a cargo de la seguridad de la vicepresidenta y que estaban rodeándola el jueves en el momento de la tentativa de asesinato: el subinspector Santiago Guglielmoni, el principal Matías Fernández, el comisario Vicente Pelegrino y el principal Guillermo Gallo. Todos ellos estaban a menos de dos metros. Además, había seis patrulleros sobre las calles Juncal y sobre Uruguay.

Fallas serias en el momento del atentado

Exintegrantes de la Federal y, específicamente de la custodia presidencial, le dijeron a este diario que hubo fallas serias. No intervino una segunda línea que debía estar mirando a la gente y los efectivos listos para abalanzarse sobre cualquiera que sacara un cuchillo o un arma. La Bersa estuvo a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta. En segundo lugar, la reacción de los que rodeaban a CFK fue muy lenta e inadecuada. 

Es cierto también que en países desarrollados no tuvieron respuesta ante atentados similares: recientemente fue asesinado el expremier japonés Shinzo Abe y más atrás hubo atentados contra Isaak Rabin, Ronald Reagan, Juan Pablo II.

Capuchetti indaga sobre la custodia, no porque exista un delito -el incumplimiento de los deberes de funcionario público es un delito doloso, o sea que sólo existe si es intencional-, pero sí porque necesita ver todo el cuadro de lo ocurrido. Por eso le preguntó directamente a Cristina Kirchner sobre la cuestión. 

CFK, difícil de custodiar

Ya se sabe que la vicepresidenta dijo que no se dio cuenta del ataque y se manifestó muy conforme con la custodia. Es más, en su declaración firmó que se autodefine como “díscola”, es decir que no es dócil a las indicaciones que le dan en materia de seguridad. 

Es algo que se ve a simple vista, lo mismo que se veía en su marido. Néstor Kirchner es recordado desde el primer día de su presidencia porque un fotógrafo lo golpeó sin querer cuando se metió entre el público; en Catamarca ocurrió que un simpatizante le retorció una oreja en señal de cariño.

El problema es que el clima político cambió. Ya hubo advertencias de la existencia de otros Sabag, o sea personas con ideología neonazi y con armamento, que pueden actuar como actuó el atacante. Por lo pronto, este viernes se resolvió cambiarle el auto a CFK: desde ahora se moverá en un Ford Mondeo blindado. El obstáculo es que ella se baja y se sube, va a saludar a la gente, y eso deja un margen demasiado grande para un ataque. El mismo viernes, ya después del intento de asesinato, salió de su edificio y se acercó a quienes la estaban esperando.