Con una fuerte convicción política en defensa de una democracia que en los años '80 recuperaba su andar, y con el compromiso de ofrecer a los lectores “otra mirada” sobre la realidad, la que los medios hegemónicos de entonces –y de hoy-- no informaban, nacía Pagina/12, un 26 de mayo de 1987. Esa alternativa al modelo económico y político que pudo leerse a partir de entonces en sus páginas, y luego en su versión digital, fue celebrada este martes al mediodía en el salón de Pasos Perdido del Congreso de la Nación, “la casa de la democracia”, según se escuchó en la presentación.

El acto, emotivo y descontracturado, expresó el beneplácito del Congreso por los 35 años de la primera edición de este diario, a partir de una iniciativa de la diputada Gisela Marziotta. Así, autoridades del diario, diputados y referentes de derechos humanos celebraron con reflexiones, música y humor –no podía faltar tratándose de Página/12--, el recorrido histórico del diario que fue presentado como una “gran epopeya” periodística y un “hito destacado en la historia de la prensa gráfica argentina”.

Junto a Marziotta, Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Charly Pisoni, de HIJOS, y el diputado Pablo Carro, presidente de la Comisión de Comunicaciones --que aprobó el proyecto de beneplácito--, acompañaban a Hugo Soriani, director general y uno de los fundadores del diario, y a Nora Veiras, su directora periodística. Trabajadoras y trabajadores del diario, junto a personalidades de la cultura y la política, como el embajador de Cuba, Pedro Pablo Prada, colmaban el salón engalanado con gigantografías de la colección de libros de tapas de Página/12. No casualmente. Las tapas fueron una marca de origen, que ubicaron al diario en la preferencia de quienes buscan ese “periodismo que nos hace pensar, pero no nos dice qué tenemos que pensar”, según expresó Marziotta al iniciar el acto. “Ese periodismo que es objetivo, pero no imparcial, porque entre el bien y el mal no se puede ser imparcial, eso es Página/12”, definió la diputada.

Tras una sentida interpretación a capella del Himno Nacional, de Emiliano del Río, las palabras de Taty Almeida abrieron las puertas del recuerdo: “Este diario siempre estuvo de nuestro lado, en la defensa de los derechos humanos y de la justicia”, señaló, y agradeció “el espacio que siempre nos dan a las Madres, y a los que ya no están”. Se animó a contar de “las veces que llamo a Hugo (Soriani) y siempre tengo un sí por respuesta”. Antes, el diputado Carro había recordado que “cuando el Página comenzó a salir, no existía otro medio tan vinculado a nuestra democracia”. Carro trajo la añoranza por los escritos de Osvaldo Soriano, “uno de los que extraño”, dijo, para intercambiar luego con Soriani sobre la particular visión del fútbol que ostentaba “el polémico Osvaldo”.

La política, la argumentación en el análisis, y el humor --como en las páginas de Página/12-- jugaron su rol en la presentación. La vocación política, explícita, quedó expuesta en el video que, con guión de Nora Veiras y las voces de Adriana Varela, Cristina Banegas y Eduardo Aliverti, repasó las características de la publicación: “Su primera tirada se agotó rápidamente”, “la tapa como una toma de posición frente a los acontecimientos”, “la decisión de ser testigo y protagonista de la historia”. Para llegar a la actualidad con la convicción de “seguir dando batalla, por la disputa económica, la integración latinoamericana y el compromiso democrático”.

Las voces de la democracia 

La fundamentación “en el punto de vista de la información”, como señaló al inicio Marziotta, se hizo evidente en el transcurso del acto. “Para nosotros Página/12 fue un compañero más en nuestra lucha”, comenzó Pisoni. “Sabemos que está conformado por quienes fueron compañeros de nuestros padres”, agregó, y conmovió a los presentes. Para añadir: “Daba bronca al principio cuando uno veía noticias que en los otros diarios no salían. Un diario disruptivo. Un golpe en la cara del poder”, afirmó.

Hoy muchas voces se expresan en redes sociales, pero no en aquellos años, refirió Pisoni. Junto a la bronca, rescató las alegrías. Una característica de este diario, señaló, fue que “podíamos recordar ahí, a nuestras madres y nuestros padres” desaparecidos. Luego recorrió hitos como “las tapas de los genocidas presos, o los años felices del kirchnerismo”. Y agradeció a todos: “Desde los que escriben, a los que atienden la puerta. ¡Vamos Página/12!” festejó, ante los presentes conmovidos por los recuerdos que tomaban por asalto el mediodía del palacio legislativo.

Algunas voces, como la de Hebe de Bonafini, llegaron en forma de video, que agradeció "a todos los que hicieron este diario desde el primer día, que hacía falta, y que sigue estando”, sostuvo la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. El científico Alberto Kornblihtt eligió la figura del “oasis” periodístico que representa, frente a “los grandes diarios, que son diarios de clase”. “Sin Página, todo sería peor” aseguró.

El lugar a la verdad

Las palabras de Ernesto Tiffenberg –otro director fundador del diario que no se encontraba en Buenos Aires– también llegaron en video. Contó que hace 35 años pensó que el diario “no iba a durar un mes”. Hoy agradeció “a la Cámara de Diputados, a Gisela por la iniciativa que reconoce el lugar que nuestro diario llegó a ocupar en la historia y en la actualidad mediática de este país”. También a Víctor Santa María y al Grupo Octubre –del que el diario forma parte--, y a los lectores, el eslabón indispensable para cumplir la tarea de informar, “a la sociedad argentina que nos ha dado este lugar”, subrayó.

“¡Éramos muy jóvenes!”, afirmó Nora Veiras –“la primera mujer que dirige un diario en el país”, señaló Marziotta–, al recordar su ingreso a esta redacción. Luego agradeció entre otros, “a Hugo y a Vicky” (Victoria Ginzberg, que también integra la dirección periodística) por esta sana costumbre de construir información “desde la honestidad”. Y hacer “un periodismo que resignifica el oficio”, desde la información y el análisis. Lo describió recordando el intento de asesinato a CFK, titulado en la tapa del día siguiente: “Una pistola en la cabeza de la democracia”. Y explicó: “La democracia es la posibilidad de expresión, pero no da derecho a mentir, ojalá podamos elegir desde la racionalidad y la verdad”.

Soriani destacó que “casi todos veníamos del exilio, de las persecuciones, de la cárcel. Y soñábamos con hacer un diario que expresara a la generación que había sobrevivido, y darles un lugar también a los compañeros que ya no estaban”. Así, en “un palacio de la democracia, que tanto nos costó recuperar”, celebró con anécdotas los inicios y la tarea diaria. “Pero palabras como las de Taty, justifican el esfuerzo” concluyó.

Frente a un auditorio donde podía verse, entre el público, a históricas plumas de esta redacción como Luis Bruschtein, Alfredo Zaiat, Martín Granovsky, Andres Osojnik y Juan Schjaer, entre otros, estaban también los administrativos, las secretarias, las nuevas generaciones de periodistas que "dan voz a los que no tienen voz”. Y por supuesto, los imprescindibles en la gestión como “Gandhi” --Carlos González según su DNI--. También los lectores. Lidia Borda, antes de interpretar, al cierre, dos hermosos tangos de Homero Manzi, contó sobre “la relación de las personas comunes con los medios”. Cuando comenzó a salir el diario, ella "no podía creer que saliera un diario con lo que una pensaba", y agregó que “recortaba y guardaba los recordatorios”. La platea aplaudió de pie la presentación. Que finalizó con la entrega de diplomas a quienes tomaron la palabra, por parte de diputados y senadores, entre ellos Daniel Arroyo, Rosana Bertone, Agustina Propato, Graciela Landriscini, Nancy Sand, María Rosa Martínez, Hilda Aguirre, Ramiro Gutierrez y Mariano Recalde, entre otros.