Cuando un delantero va a apurar al arquero generalmente baja la velocidad en los últimos metros, como si se tratase de una postura o un mero cumplir con la orden del técnico. O quizá la desaceleración se deba al temor a pasar de largo ante algún amague del uno, lo que siempre da lugar al "ole" de la tribuna. Bueno, lo previamente descrito no le cabe al chaqueño Enzo Copetti. Al nueve de Racing no le importa ir a presionar en solitario, pasar de largo, el dolor de un choque, que vaya un minuto de juego o ya se juegue el tiempo de descuento.

Y este lunes por la noche en Avellaneda, luego de tanta energía invertida en perseguir pelotas con muy pocas chances de ser recuperadas, el karma le jugó a favor. Y encima en un partido vital por la lucha por el campeonato. A los 4 minutos, Copetti se fue solito y a toda velocidad a presionar al arquero de Atlético Tucumán, Carlos Lampe, y el de la selección boliviana se equivocó y la dejó cortísima para que el exRafaela la mande a guardar para anotar su noveno gol de la Liga.

La secuencia casi que se había spoileado apenas arrancó el partido cuando el Decano sacó del medio y Copetti salió disparado a apurar, primero al central, y luego a Lampe, quien terminó sacando un pase de zurda con mucha dificultad.

Racing, que llegaba a la cita con 41 puntos, plantó bandera desde el inicio ante Atlético, escolta de Boca (45, con un partido menos) con 44 unidades, y no lo dejó respirar durante largos pasajes del juego. Una vez recuperada la pelota, el equipo de Gago elegía la banda izquierda como opción de ataque, una decisión verdaderamente acertada dada la noche para el recuerdo que tuvo el colombiano Carlos Carbonero.

El exGimnasia se la pasó desbordando a pura gambeta y coqueteando con el gol, uno que se le dio luego de otra gran jugada personal pero que terminó correctamente anulado a instancias del VAR por una posición adelantada de Sigali. Fue tan bueno lo de Carbonero que las comparaciones del día fueron desde el recuerdo académico de Centurión hasta la más exagerada del brasileño Garrincha.

De todos modos, fue su ladero por la banda izquierda el que marcó el segundo de Racing. Eugenio Mena también hizo destrozos con sus subidas -evidentemente falló mucho Atlético por allí- y cerca del final del primer tiempo se lució con un golazo, el primero luego de 122 partidos en Racing. El lateral chileno dejó a varios en el camino, tocó con Copetti y fue a buscar la devolución para sacar un zurdazo imponente.


Atlético y su campañón fueron por la heroica en la segunda parte
 pero sus dos chances más claras terminaron en un gran cruce de Pillud sobre Coronel y en el travesaño desviando un cabezazo de Bianchi, lo que dejó al arquero Arias sin mucho trabajo.

Cansado y sin dividendos en la búsqueda del descuento, Atlético pareció bajar el pie del acelerador en el último tramo y Racing terminó tranquilo y en dominio de las acciones. Tanto que Gago se animó a poner a Cardona luego de cinco ausencias y el colombiano tuvo tiempo para pelearle un tiro libre al pibe Alcaraz -se retiró de la jugada a las puteadas-, lanzarle una masita a Lampe y ganarse una buena cantidad de silbidos, algo que después revirtió yendo al piso a pelear una pelota.

La próxima fecha tendrá a los tucumanos como locales de Rosario Central (jueves a las 21:30) y a Racing visitando a Colón (viernes a las 16:30).