En tiempos de velocidad, de una atención que avanza al ritmo del scrolleo, usar las redes sociales para enseñar filosofía, captar a los usuarios durante para desarrollar un concepto —la visiones sobre el amor de Badiou y Lacan, el perdón según Hannah Arendt o la expectativa según Epicuro, entre tantos otros— no es una tarea para nada sencilla. Pero es la tarea que se puso sobre los hombros Eial Moldavsky, un filósofo y humorista que se volvió furor por enseñar esta disciplina en un minuto.

Entrevistado por AM750 Eial explicó que la idea de hacer filosofía en un minuto surgió durante una cena con su padre, Roberto Moldavsky: “Empezó un momento medio recurrente de joda de qué iba a hacer una persona que estudió filosofía con su mercado laboral. Jodiendo un poco con qué podíamos hacer me quedó la idea dando vuelta”.

Eial contó que al día siguiente de esta charla, el domingo mezcló la angustia del inminente inicio de semana, los textos de estudio y los quehaceres del hogar. “Salió un video medio para procrastinar y escaló muchísimo”, recordó el autor de, por ejemplo, videos explicativos sobre Descartes y la tolerancia al dolor.

Si bien en su familia siempre hubo una inclinación a las carreras humanistas, el padre estudió sociología y la madre derecho, en la casa cayó como baldazo de agua fría la noticia de que quería estudiar filosofía. “Fue un momento terrible. De mucha ruptura familiar”.

“Elegí filosofía porque muchas veces llega tarde en los colegios y uno quizás ya sabe que le gusta algo vinculado con eso, pero no tiene un nombre. Porque nunca estudiaste específicamente filosofía y no te cruzaste con la categoría para saber qué era eso lo que te gustaba”, recordó sobre la elección de su carrera.

Fue ya estudiando filosofía que empezó a notar una forma de comunicar que le atraía y que, hoy en día, intenta plasmar en cada uno de sus videos: “Yo iba a la facultad y no podía creer lo bien que hablaban mis profesores. Soñaba expresarme como se expresaban ellos. Soy fanático de la gente que podía decir cosas muy lindas en palabras muy sencillas”.

“Me parece muy difícil hablar en fácil. Yo hablo como si le hablara directamente a la persona que me está viendo. Me gusta pensar que el video lo ve una sola persona”, comentó Moldavsky sobre cómo bajó a tierra todo aquel contenido aprendido año tras año en las aulas de la facultad.

Finalmente, Eial aseguró ser consciente del “riesgo” que corre, con su contenido, de que su mensaje se confunda con la autoayuda: “Intentó escapar a toda velocidad de eso. Es un rol que no quiero ocupar. Hay personas que me escriben consejos. Contándome cosas de su vida. Me da ternura, pero uno a veces deposita esperanza en un video que ni el video ni la persona que lo hizo pueda cumplir”.