El fútbol como "pasión de multitudes" y como negocio a escala global. La identidad nacional puesta en juego y las rivalidades históricas. Un Mundial que es el más caro de la historia y el que se hace en un país más ajeno al deporte. Las diferencias culturales con el país sede y la alteridad que subraya que --ahora sí se ven y se denuncian-- allí hay violaciones a los derechos humanos. Todo esto se pone en juego en un Qatar 2022 que por estas tierras --y en el desierto qatarí, que ya recibió a unos 35 mil compatriotas-- está despertando un especial fervor. Eso que se define como "manija mundialista" tiene un destinatario colectivo: la Selección nacional. Y un héroe individual: el capitán, Lionel Messi. ¿Por qué esta Selección despierta tanto entusiasmo? Hinchas y especialistas (que también son hinchas declarados) aportan algunas claves en primera fase.

Que Messi salga campeón 

"Siempre que hay un Mundial todos nos volvemos muy hinchas de la Selección, y esa pasión es alimentada desde los medios, las publicidades, todo el aparato. Pero este mundial es distinto", confirma el escritor Sergio Olguín, autor de libros como El equipo de los sueños, confeso futbolero y fana de Boca. Está en la explicación "la sensación de que podemos ser campeones", pero hay un algo más, "a un nivel afectivo, de piel". "El momento de quiebre fue sin dudas la Copa América, tantas décadas esperando ganarla, y finalmente se ganó con un equipo que ni siquiera era el mejor sino el más esforzado, el que puso más garra", repasa.

Si Olguín concede que el triunfo preliminar es un factor necesario para alimentar el entusiasmo, en un país en el que el exitismo también hace a lo identitario, agrega una observación sobre el modo en que se obtuvo ese éxito: "Los hinchas se dieron cuenta de que los jugadores quieren lo mismo que ellos: que finalmente Messi salga campeón del mundo. Los diez jugadores que salen a la cancha junto con Messi son representantes de los hinchas, igual que nosotros quieren que a Messi se le de. Hay una especie de devoción religiosa dirigida a Messi, compartida por hinchas y jugadores", analiza. 

Algo que no ocurría, compara, "cuando los jugadores eran super estrelllas en sus equipos y al llegar a la Selección se comportaban como si fuera casi de segunda categoría. En esta selección es al revés: todos están rindiendo más en este equipo argentino". 

Foto: Telam. 


Hinchas y jugadores    

La hipótesis es confirmada y compartida por el periodista de este diario Ariel Greco, que repasa la conformación de esta Selección: "Salvo Di María y Otamendi, todos los jugadores son pibes tienen diez años menos y crecieron con Messi como ídolo. Empezaron a jugar queriendo ser Messi, que a los 22 años ya era el mejor del mundo. Y hoy juegan queriendo cumplir el sueño de ser que Messi salga campeón con ellos", asegura. 

Junto a Olguín, son varios los que hablan de un "pacto amoroso" que se gesta en, y se irradia desde, la Selección. El escenario épico incluye al otro Lionel: un técnico que era desconocido cuando apareció, o que al menos no era un "nombre puesto" entre los posibles. Tanto, que en alguna primera conferencia de prensa llegaron a preguntarle qué título habilitante tenía para ejercer ese rol. 

"La figura de Scaloni, como 'descubridor' o mentor de jugadores como el Dibu Martínez o De Paul, que no estaban en el radar del hincha, es fuerte también", subrayan. Su capacidad para "hacer un planteo táctico de equipo y no de figuras individuales". Su "perfil no fanfarrón", finalmente. 

Y de allí, en un plano que aquí trasciende a las síntesis sensibleras de las publicidades mundialistas, la esperanza metonímica de hacer de esas virtudes de equipo, las de un país que lo alienta. 

Foto: Telam.


El equipo populista

La de ser "el primer mundial sin Maradona" es otra condición que se enumera. El Diego, se sabe, fue el "Hincha número 1" de la Selección. Se liga con otro fenómeno que alimenta las razones y pasiones de esta manija mundialista: más que los rivales deportivos a los que se enfrentará desde hoy, este equipo tiene como bien ganado adversario al periodismo deportivo, que tan mal lo trató en un comienzo. En el imaginario del hincha, sobre ese contrincante es que se espera que se sobreponga heroicamente.  

Las redes multiplican el mensaje: los mismos que hoy alientan desde los micrófonos son los que ayer tiraban las frases más hirientes y venenosas. El hincha los acusa y los denuncia; el jugador los relega y elige a los streamers para dar exclusivas y para trabar amistad. 

La popular serie que se vio por Netflix y Canal 9 Sean eternos: campeones de América lo mostró muy bien (con el detalle del cambio de las voces de los periodistas en cuestión, que justo trabajan en el mismo grupo de medios de la productora del documental). Si a algo debe sobreponerse este equipo, es a la infamia interna. 

El hincha toma el dato y construye la gran dimensión populista de esta Selección: un adversario interno ante el cual luchar. 

Foto: Telam.

Ahí está el "nuevo Lio" para enfrentarlo adentro y también afuera de la cancha: "Messi fue extraordinario siempre pero no se lo podía querer porque no había ganado. Hoy que se sacó esa mochila, cambió su actitud. Lo puede disfrutar y lo transmite. Se siente líder y lo muestra", explican los hinchas. Si hasta luce distinto en su imagen pública, más seguro, con más chispa. 

La reciente encuesta nacional sobre la Selección argentina de Proyección Consultores lo muestra como el jugador con mayor imagen positiva (eso era cantado), pero también aparece el técnico entre los cinco favoritos, junto a Di María, De Paul y el Papu Gómez. Y entre las cinco mayores "virtudes que equipo" que se destacan aparecen: "Espíritu de equipo", "Garra", "Mentalidad ganadora", "Trabajo del DT" y "Nivel de juego".

Foto: Telam.


Contra todo pronóstico

Un dato sorprende y parece ir contra todo pronóstico económico, realidad argentina y "dólar Qatar" mediante: son unos 35 mil argentinos los que ya viajaron a Qatar a alentar a la Selección, y se calcula que que con el correr de los partidos la cifra llegará a los 50 mil compatriotas arribados a Doha.

¿Cuánto cuesta eso? Ayer Aerolíneas Argentinas ofrecía sus "últimos lugares en tarifa promocional", en los vuelos agregados a Qatar, al precio más económico que se consigue hoy, en vuelos que coinciden con la segunda fecha de la selección, frente a México el sábado próximo: 720.000 pesos. Pero, sin ascender de la clase turista, y dependiendo de las fechas y disponibilidades, las tarifas para cumplir "la ilusión del Mundial", pueden ascender a los 2 millones de pesos. Sólo de pasajes. 

Hay poder adquisitivo, pero en las crónicas proliferan las historias de "cambié los ahorros para el departamento", y similares. Es claro que el hincha tiene razones que la razón no entiende.