Seguirá preso uno de los cuatro imputados por el crimen de Carlos “Bocacha” Orellano. Se trata del policía Gabriel Nicolossi, que hacía adicionales la noche del 24 de febrero de 2020, en el boliche Señor Ming, de La Fluvial, donde ocurrió el hecho. El fiscal Patricio Saldutti pidió una prórroga extraordinaria de la detención, hasta el juicio por el homicidio del joven que tenía 23 años. A mediados de este año, la Fiscalía presentó la acusación y pidió condenas de 19 años de prisión para dos policías (Nicolossi y Carina Gómez), por el delito de homicidio simple con dolo eventual, incumplimiento en los deberes de funcionario público y falsedad ideológica; y 17 años, para dos empleados de seguridad privada del local bailable.