Pedraz decretó la medida "teniendo en cuenta la gravedad de los delitos" (administración desleal, apropiación indebida y/o estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares), lo que podría llevar a los acusados a huir de la Justicia "máxime ante la gran capacidad económica de la que disponen", según detalla la resolución  del tribunal.

                   La Audencia dispuso también la prisión provisional para Juan Padrón, vicepresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), y la misma medida, pero bajo una fianza de 100.000 euros, para Ramón Hernández Boussou, presidente de la Federación Tinerfeña y otro de los detenidos en el caso.

                   La Fiscalía española había pedido más temprano el ingreso en prisión de Villar y su hijo, después de que ambos prestaran declaración ante el juez, por un posible perjuicio de al menos de 45 millones de euros (52 millones de dólares) a las arcas de la federación.

                   Los cuatro sospechosos habían sido trasladados esta mañana por la Guardia Civil a la sede de la Audiencia Nacional tras ser detenidos el martes en la llamada "Operación Soule", que el propio Pedraz supervisa. 

                   La Justicia española está investigando las actividades de Villar al frente de la federación después de que el Gobierno español, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), presentara una querella denunciando graves irregularidades en su gestión.

                   Villar, de 67 años, preside la RFEF desde 1988 y fue reelegido el pasado 22 de mayo para un octavo mandato consecutivo al frente del organismo, sin candidato opositor. El antiguo futbolista del Athletic de Bilbao es, de esta manera, el dirigente federativo con más tiempo en su cargo.

                   Asimismo, el español es además vicepresidente de la UEFA (Unión Europea de Fútbol Asociado), organismo del cual fue presidente provisional en 2016.

                   Entre otros muchos motivos, la investigación encuentra uno de sus puntos culminantes en el presunto cobro de comisiones por la celebración de partidos de la selección y la contratación de servicios en beneficio de Gorka Villar, abogado especializado en derecho deportivo que está al frente de varias empresas hacia donde eventualmente eran desviadas grandes cantidades de dinero.

                   Los partidos de la selección que estarían bajo sospecha son el España-Bosnia, jugado el 29 de mayo de 2016 en la ciudad suiza de St. Gallen, y el España-Corea del Sur, jugado el 1 de junio de 2016 en Salzburgo, Austria. Ambos amistosos eran preparatorios para la Eurocopa de Francia de ese mismo año.

                   Además, la investigación apunta a supuestos tratos de favor de Villar a dirigentes de federaciones territoriales, usando arbitrariamente dinero de la RFEF para obtener apoyos incondicionales con vistas a su reelección como máximo mandatario del fútbol español.

La punta del ovillo fue el pago de 20 millones de euros, sin ninguna justificación, a la empresa Santa Mónica, en 2012. Esa firma arrastraba una deuda de 24 millones con la federación española en materia de contratos de TV: Villar no reclamó la deuda e indemnizó a Santa Mónica.