(Desde Córdoba)

Un almuerzo, una foto, varias sonrisas. Historia repetida. Equidistancia, selfie, mate y su ruta. El frente de las visitas de los candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio a Córdoba no dista en nada del ABC de las campañas proselitistas. Sin embargo, la cocina y el detrás de escena evidencian que no todo está tan bien en las huestes amarillas mediterráneas.

La falta de definición en torno a la manera en la que se nominará al candidato a gobernador de la provincia tiñe de incertidumbre el futuro del espacio que tiene como principales referentes electorales a Luis Juez y Rodrigo De Loredo.

Aunque, por fin, el mecanismo está acordado, vientos externos y algunas actitudes “de adentro” pintan un escenario de tensión. Un tira y afloje que, según admiten desde adentro de la coalición, “cansa y desgasta”.

Esto último alienta una pequeña brecha política a través de la cual el descontento por el tiempo perdido es difícil de ocultar. Y aunque de todos lados se minimizan los efectos por daños colaterales, a futuro, la existencia de heridos puede significar clave.

Una foto, mil palabras

El jueves pasado, mientras la humedad y el calor hacían estragos, ambos precandidatos salieron a poner paños fríos. Al mismo tiempo, en sus redes sociales apareció la misma foto con una inscripción desnuda: “Unidos, y la opción que gane será la correcta”.

Lo dicho: sonrisa, cara de circunstancia y todos contentos. Bandera argentina, frugalidad, celular con tres lentes y despacho austero. Mate para Rodrigo, té para Luis, termo premium y una hoja en blanco con una inscripción inescrutable: ¿Juntos?

La pieza comunicacional, algo tan sensible desde los tiempos de Jaime Durán Barba, buscó obturar el desborde oral que protagonizó el precandidato radical con motivo de la visita a Carlos Paz de Horacio Rodríguez Larreta.

Casi desapercibido, el desplante tuvo fertilidad al calor de lo sucedido en las internas partidarias sucedidas en la provincia de La Pampa. Mientras llegaban los primeros platos a la mesa, cada uno de los anfitriones hizo uso de la palabra con discursos de ocasión. Sin embargo, cuando fue el turno del diputado del bloque Evolución, más de un tenedor cayó al piso: “Miren que los radicales estamos agrandados”, espetó ante el asombro de los comensales, entre los que se encontraban Rodríguez Larreta y Juez, además de otros dirigentes provinciales de la coalición. No fue todo. Fuentes del almuerzo confirmaron a Página12 que el parlamentario cruzó fuerte a los que no buscan disputar el “poder real” y se conforman con una banca legislativa.

“Si. Todo es cierto”, fue la escueta respuesta ante la consulta.

La molestia, bien o mal, fue disimulada.

La dureza del discurso y el tenor de las acusaciones sorprendió a todos, puesto que dejó al descubierto las diferencias existentes entre los candidatos que lograron la contundente victoria en las elecciones de medio término de 2021.

“Más que estrategia, es una cuestión de ego”, afirman integrantes de la mesa chica, dando a entender la existencia de una cuota de sobreactuación de parte del exconcejal capitalino. 

La referencia es clara. En el Tetris nacional del PRO, De Loredo cuenta con el apoyo frontal de Mauricio Macri. El expresidente, en cambio, no oculta su rechazo a Juez. El senador, en tanto, adscribe a la línea del jefe de Gobierno de CABA.

Además de sorpresa y un principio de indigestión, el episodio dejó atragantado a más de uno ante la posibilidad de un escenario de ruptura. “Ni ahí. La sociedad sigue firme”, repiten. Para ello, nada mejor que una foto para calmar a la tropa.

¿Alcanzará?

De Rodrigos y Luisitos

De manera llamativa, la semana que pasó fue especialmente fructífera en materia de barrido mediático para De Loredo. Con apariciones en el prime time televisivo de los canales de noticias opositores, el diputado no ahorró críticas para con la gestión del Frente de Todos. Casi consecutivamente, en TN y LN+, el extitular de Arsat tuvo generosos minutos para explayarse acerca de temas de alcance nacional, añadiendo algunas menciones al picado ambiente cordobés. La recorrida llegó tras la serie versiones que lo daban como un posible precandidato a la vicepresidencia junto a Patricia Bullrich. Desde el entorno se reconoció el tanteo, aunque se aclaró que la oferta fue rechazada, cerrando la posibilidad de otra ruptura. En este caso hacia arriba. Pero nunca se sabe.

Juez, por su lado, también logró minutos de exposición, pero fue más enfático en torno a la cuestión provincial.

Tras una larga discusión, el método elegido fueron las encuestas. Sin PASO en Córdoba y con las fechas para los comicios para gobernador e intendente sin conocerse, las internas fueron descartadas. De a poco Juez y De Loredo fueron cediendo posiciones y la sangre no llegó al río.

¿Otro conflicto?

La nueva incógnita es la distancia por la cual se definirá el candidato a gobernador. Para el juecismo, el ganador será el que más mida, sea cual sea la diferencia. Para el radical, tiene que haber al menos 7 puntos entre uno y otro. Otra disputa es decidir cuándo se hará el sondeo, algo clave para hacer números.

Cualquiera sea el resultado, parece haber aceptación tácita en que el segundo en la carrera optará por la intendencia de la ciudad de Córdoba, donde Cambiemos tiene varios precandidatos pero ningún número puesto. Una punta podría verse pronto, ya que uno de los partidos de la coalición encargó, por su lado, un sondeo de imagen para medir la temperatura.