La encargada de un edificio en Recoleta denunció la agresión física de una mujer, esposa de un diplomático de la Embajada de Panamá en Argentina. La presunta víctima, llamada Juliana Gómez, asegura que Jessica Giovana Pineda Quinteros, esposa de Carlos Lawson, agregado de negocios de la embajada, la golpeó en mayo y ahora le envía intimaciones y amenazas.

Según las declaraciones de Gómez a la prensa, la brutal agresión de Pineda Quinteros se habría dado después de que la encargada del edificio de calle Arenales, en Recoleta, le llamara la atención a la hija del matrimonio por dejar la puerta del ascensor abierta.

“Hablé con ella y le dije que en el lugar vivía mucha gente, por lo que le pedí que tenga un poco más de cuidado y cierre el ascensor. Jamás la agredí ni le hablé mal. Después de eso, bajé y continué haciendo mi trabajo de manera normal”, contó la encargada.

Siempre según su relato, después de este intercambio con la menor, la madre se acercó a hablar con ella, discutieron y terminó tirándole del pelo y golpeándola. Las imágenes de la agresión quedaron registradas en video.

“Cuando la señora me agarró del pelo y me dio un puñetazo en la frente quedé inconsciente. No me acuerdo de cuando caí. En la frente tengo un moretón”, dijo al respecto Gómez, quien por los golpes sufrió la fractura de dos costillas.

La mujer también contó que, inicialmente, el marido de la presunta agresora, Carlos Lawson, intentó solidarizarse con ella, pero que desde los días posteriores a la golpiza sí ha participado de un hostigamiento en su contra. "Me puso un bozal legal, por eso no puedo nombrarlo. Me mandó una carta documento. Cuando ocurrió el conflicto llamó por teléfono y habló con un policía durante 20 minutos. El policía me engañó esa noche y me dijo que si quería seguir con la denuncia penal nos iba a meter presas a mí y a la señora. Me vi obligada a firmar el acta como estaba escrita porque necesitaba de la atención médica”, dijo Gómez a la prensa.

Me siento sola y con mucho miedo. Temo por mi vida. Mi hija vive afuera, está casada y tuvo un bebé y por eso no puede volver para acá. Es una pesadilla para mí, hay lugares en que no hay cámaras y tengo miedo de que me ataque esta gente”, sostuvo la encargada, de nacionalidad paraguaya.

Mientras tanto, desde la Embajada de Panamá indicaron que están realizando un seguimiento del caso con el equipo legal y que se pronunciarán sobre el caso una vez que la investigación concluya.