Decenas de miles de personas asistieron este domingo en Madrid a un acto convocado por el derechista Partido Popular (PP) para apoyar a su líder, Alberto Núñez Feijóo, y en contra de la hipotética amnistía que piden los independentistas catalanes para los que participaron en el proceso secesionista de 2017. El acto, del que también participaron los dos expresidentes del gobierno que tuvo el PP, José María Aznar y Mariano Rajoy, se produjo 48 horas antes de que empiece en el Congreso el debate de investidura de Feijóo, para la que hasta ahora no cuenta con mayoría suficiente.

"Me debo a los españoles"

"Lo tengo muy claro, me debo exclusivamente al conjunto de españoles, para ellos estoy, nada más", dijo Feijóo, quien pareció volver a admitir entre líneas que no tiene los apoyos necesarios en el Congreso para ser electo jefe del futuro gobierno. "Pasaré o no por la presidencia del gobierno pero en lo que a mí respecta, lo que quedará para España será libertad, igualdad y dignidad", agregó ante unos 40 mil manifestantes, convocados para rechazar lo que el PP describe como un plan de Sánchez de amnistiar a separatistas catalanes como condición para mantenerse en el poder.

"Lo que no votó ningún español, al menos el 94 por ciento, fue un cambio en el régimen constitucional", dijo Feijóo agregando que "eso no se votó, es un fraude y no vamos a negociar los fraudes". En las elecciones de julio pasado el PP consiguió 137 escaños, que junto con los 33 del ultraderechista Vox, que lo apoya, y dos más de distintos grupos regionalistas, reúne 172 votos a favor de la investidura de Feijóo. Le haría falta el apoyo de 176 diputados de los 350 que componen el Congreso, pero el resto ya anunció que votaría en contra.

La hipotética amnistía que piden los independentistas catalanes para sus líderes que participaron en el proceso secesionista de 2017 la quieren negociar con los socialistas a cambio de su apoyo al líder del PSOE, Pedro Sánchez, para que vuelva a reeditar su gobierno. El PP considera que esa amnistía sería inconstitucional. En ese sentido el expresidente Aznar llamó a levantar la voz frente a la "infamia" de una amnistía a la "intentona golpista" del proceso independentista y reclamó que "todos los que puedan decidir decidan en conciencia".

Los manifestantes apoyaron a Feijóo con gritos de "presidente, presidente", mientras que las protestas se centraron en Pedro Sánchez con ruidosos "fuera, fuera" o "Sánchez dimisión". En el escenario intervinieron también el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta regional madrileña, Isabel Díaz Ayuso. "¿Vamos a permitir que acaben con la España de todos? De ninguna manera", arengó Ayuso y señaló que Feijóo será este martes en el Congreso "la voz de la dignidad de cada español".

"Va a haber un gobierno socialista"

Pedro Sánchez, en cambio, viajó a Barcelona, la capital catalana, para una fiesta regional y desde allí volvió a repetir que Feijóo no tiene ninguna chance de ser investido y que hace perder el tiempo a los españoles. "Hoy se están manifestando en contra de un gobierno socialista. Pues lo siento. Va a haber un gobierno socialista", dijo el presidente del gobierno español en su discurso en la Fiesta de la Rosa en Gavà. Los líderes del PP van a una investidura "que no se creen ni ellos", agregó.

Sánchez advirtió al líder del PP que "se pueden perder unas elecciones, pero no se puede perder el sentido de la realidad", al considerar que Feijóo "se boicotea a sí mismo" al manifestarse a cuatro días de su investidura "fallida". Por el contrario Sánchez argumenta que, aunque su partido tiene menos votos que el PP, puede conseguir los apoyos suficientes de otras formaciones de izquierda y nacionalistas, por lo que aspira a optar a la investidura como presidente del gobierno cuando fracase la de Feijóo. "Vamos a buscar votos hasta debajo de las piedras", zanjó Sánchez.

Si fracasa su investidura, Sánchez, que está en el poder de 2018 y desde los comicios es presidente en funciones, podría intentar ser investido con el apoyo de una coalición de izquierda y de partidos independentistas de Cataluña, el País Vasco y Galicia que ya dijeron que votarán por él y de un partido catalán al que aún intenta convencer. Este partido, Juntos por Cataluña, está liderado por el expresidente catalán Carles Puigdemont, quien está refugiado en Bélgica y es requerido por la justicia española por haber liderado un fallido intento de independencia de Cataluña en 2017, que incluyó la realización de un referéndum independentista.

Puigdemont exige a las autoridades centrales de España una amnistía para todos los encausados por el intento secesionista de Cataluña en 2017 y la posibilidad de que Cataluña decida su futuro de manera unilateral, incluyendo por otro referéndum, así como el nombramiento de un mediador internacional entre Cataluña y el Estado. 

Juntos por Cataluña, además, reclama al Estado español 450 mil millones de euros (479 mil dólares) como parte de lo que califica como "deuda histórica". Sánchez esgrimió que el PSOE apuesta por "pasar página y por la convivencia, la concordia y el reencuentro" con Cataluña, aunque no se refirió en ningún momento a una presunta amnistía.