La performance de Myriam Bregman en el primer debate presidencial 2023 fue la destacada del día después, entre memes y textuales la candidata a presidenta por el FIT orquestó un trending topic que abarcó desde el gatito mimoso hasta el subrayar que lo que esta proponiendo la ultraderecha de Milei es negar la desaparición 30 mil personas. Muy lejos de la lucha de los tres tercios, tuvo en el debate un protagonismo que parecía acentuar lo que le falta a Unión por la Patria para dar una lucha férrea contra la ultraderecha. ¿Enamorar? ¿Inspirar y despertar pasiones? ¿Cómo hacer para no desplomarse frente a la contradicción de elegir un voto defensivo con un resultado contundente frente a la ultraderecha y desechar el voto hacia una candidata que entrega un discurso solido respaldado por una amplia trayectoria feminista? ¿Su narrativa representa solo a ese 2,65 % que obtuvo el FIT en las PASO?

2021-2023: La rusa y el gatito


La actual diputada nacional obtuvo 141.000 votos en las legislativas del 2021, lo que equivale a un 7,7% de votantes en la Ciudad de Buenos Aires. Fueron las mismas elecciones en las que Javier Milei sorprendía al quedar como tercera fuerza mas votada y, junto a Victoria Villarruel, entrar ese mismo año a ocupar las bancas de diputados por la Libertad Avanza.

Además de compartir el vuelo de vuelta de Santiago del Estero luego del debate, Bregman y Milei comparten lugar de trabajo en el Congreso de la Nación, la candidata del FIT intenta a menudo desarmar el relato estrella del libertario en relación a la casta. Lo hizo desde el debate en el que se enfrentaron en 2021 por la Ciudad de Buenos Aires: “Milei armó su lista con la peor casta política que puede haber, que es la casta militar”, decía en aquel momento.

El tema recurrente en aquel debate fue la discusión en relación a la búsqueda de memoria, verdad y justicia. Allá por el 2021, Bregman destacó la vinculación de Milei como asesor de Antonio Bussi condenado en Tucumán por violaciones a los derechos humanos. En este debate 2023, frente a uno de los caballos de batalla de la Libertad Avanza, el vapuleo a las políticas de derechos humanos, Bregman se planta en la primera línea, por su amplio trabajo y compromiso como abogada en causas de lesa humanidad, por nombrar a Jorge Julio López, testigo desaparecido en 2006 luego de prestar testimonio contra Miguel Osvaldo Etchecolaz y por afirmar que en los setenta no hubo una guerra sino un genocidio. Todo esto frente a un Javier Milei que en pleno debate reprodujo un discurso en relación a la dictadura casi idéntico al que realizó el represor Emilio Eduardo Massera en su defensa en el Juicio a las Juntas: “Durante los setenta hubo una guerra, y en esa guerra las fuerzas del Estado cometieron excesos”.

La pregunta tramposa


La candidata a presidenta mantuvo una frescura que suele ser difícil de encontrar en el amplio espectro de la izquierda y más aún en un debate en el que cada movimiento es puntilloso. Lejos de los guiones de hierro del resto de lxs candidatxs, Bregman supo desplegar posicionamientos muy claros que no hicieron match con nadie en el debate.

Le habló a les jóvenes, explicando que MIlei la llama comunista solo porque lo lee en el blog Rincón del Vago o, mas picante todavía, porque se lo dicta Mauricio Macri: “Soy socialista, defiendo que la economía se pueda planificar en función de las necesidades sociales y no de un puñado de ricos que son los que vos defendes.” También le habló a las docentes -destacando que en su mayoría son mujeres- como sostenedoras vitales de la educación pública y cerró con una máxima llamando a un voto por convicciones. La pregunta sigue ahí, como un parapente tratando de encontrar rumbo entre vientos que soplan alejados de la imaginación y enlazados a la estrategia y el pragmatismo. ¿Qué harían si fueran gobierno?

Pregunta tramposa pero necesaria. En una entrevista en radio hace pocas semanas y en plena campaña, Bregman la respondió: “Si la izquierda avanza es porque avanzó la organización y la movilización popular, y eso nos permite tomar medidas que hoy son muy difíciles de imaginar. Hace poco me preguntaron ¿qué harías con el cepo si sos presidenta? Y es que esa no es la pregunta, porque antes que el cepo está la fuga. Me imagino como parte de un gobierno conformado por trabajadoras y trabajadores que invierte las prioridades, pensando en las necesidades sociales y no en la riqueza de unos pocos”.

En el Congreso y en las calles

Otro de los platos fuertes que tiene Myriam Bregman para ofrecer es la presencia en el Congreso de legisladores y legisladoras de izquierda y sostener al pueblo movilizado. Destaca la importancia de que la izquierda tenga diputados como el actual legislador jujeño Alejandro Vilca “que permitieron por ejemplo visibilizar lo que estaba pasando puertas adentro del Congreso en Jujuy con la reforma impulsada por Gerardo Morales”.

Tener un pueblo movilizado es el germen que plantea la candidata frente a la insistencia de Juntos por el Cambio de eliminar el derecho a la protesta. En el debate Patricia Bullrich le preguntó: ¿Pueden dejar de hacer piquetes de una vez y para siempre?.  “Bregman respondió sin titubear: "Yo se que le puede costar entender pero nadie sale a protestar porque le falta un peluquero en el barrio, cuando hay movilizaciones o protestas es porque no mandan comida a los comedores o porque hay cierres de fábricas como Pepsico” le respondió Bregman recordándole a Bullrich que cuando estaba en la cartera de seguridad en el gobierno de Mauricio Macri envió a la gendarmería a reprimir esa protesta ferozmente.

Con sus 51 años, la actual legisladora nacional levanta el puño cada vez que posa para una foto, por primera vez luce una candidatura a presidenta y no se calla nada. Si es que existiera un balotaje que tenga como protagonista a Sergio Massa, tendrá que lidiar con tomar una posición contundente para frenar a la ultraderecha o repetir la estrategia del 2015 en relación al voto en blanco. Aunque parezca poco tiempo, aún queda un largo trecho por recorrer, su intervención en el debate presidencial no pasó desapercibida y no solo abrió preguntas complejas en tiempos de respuestas cortas sino que logró, en medio de una coyuntura electoral agotadora, enamorar un poco.