Un día un peronista le pidió que le explique el peronismo a los jóvenes. ¡Justo a él que es un radical de pura cepa! Raúl Alconada Sempé relata que aquella propuesta fue "un piropo" y un reconocimiento a su sabiduría que le dedicó su buen amigo el entonces intendente de La Plata, Julio Alak, que el 10 de diciembre volverá al mismo puesto. Cuenta Alconada que siempre se encuentran en la fila para votar, cada dos años en la misma escuela de La Plata. "Estudié muy bien a Juan Perón porque me costó entenderlo", dice con ironía ucerreísta. Durante el gobierno de Raúl Alfonsín fue subscretario de Asuntos Latinoamericanos en tiempos de la crisis de América Central y de la integración con Brasil, y viceministro de Defensa. Se mantuvo al lado de su jefe político hasta que murió. Ahora va a poner el voto por un peronista en el balotaje del domingo 19. Lo expresó públicamente en un texto junto a figuras clásicas de la UCR como Federico Storani y el ex ministro de Trabajo Juan Manuel Casella.

--¿Por qué firmó el documento de más de 200 dirigentes radicales que rechazan a Milei?

----En el partido este balotaje pegó muy fuerte. Ya habíamos firmado en septiembre personas de muchos partidos un compromiso electoral. Apoyábamos a candidatos distintos. Pero si cualquiera de ellos entraba en la segunda vuelta, todos íbamos a votar contra Milei.

--El radicalismo otorgó libertad de acción.

--John Rawls (profesor de filosofía política, EEUU) tenía una linda figura al definir qué era justo y qué no era justo. Mencionaba 'el velo de la ignorancia'. Si uno no sabe qué rol le va a tocar en la sociedad es más proclive que se busque una solución justa. Es porque no sabe si va a ser propietario o inquilino o si le va a tocar ser obrero o industrial.

--¿El velo sirvió?

--No sabíamos quién iba a entrar en la segunda vuelta. Voté a Horacio Rodríguez Larreta en las PASO. Como perdí, voté al que ganó. En la primera vuelta voté a Patricia Bullrich por disciplina partidaria. Cuando Bullrich pierde, la palabra mía ya estaba comprometida.

--¿Lo persuadieron las graves ofensas de Milei a Alfonsín, como dice el documento?

--Milei no se merece que el partido radical le conteste. Es como un borrachín en una esquina de un bar diciendo estupideces. Uno no contesta eso. Lo importante fue ese compromiso electoral que tomamos miembros activos, representativos de la política, Que tenemos el orgullo de ser políticos.

--Los unió el espanto.

--Hace muchísimos años, Freddy Storani decía que la política puede llegar a ser una actividad muy sucia y perversa. Pero también una de las más nobles del ser humano. Está en los dos extremos.

 --¿Si gana Massa serán oposición?

--Estaremos en la oposición. En la construcción del diálogo mínimo para la unión nacional. Y si toca que gane el otro, saber que no va a poder apretar y hacer lo que es capaz de hacer. Que no puede patear ni el corner, o el penal, no se puede ni poner los zapatos, no puede ni jugar a la bolita. Que no joda. Y cuando intente hacerse el macho doble, ponerle alguna película de Carlitos Balá, como 'Canuto Cañete conscripto del Siete'.

--Usted conoció gente dedicada a la política en cuerpo y alma.

--Gracias a Dios he conocido a Alfonsín, a Ricardo Balbín, a don Arturo Illía (presidente derrocado por un golpe en 1966), a Carlos Alconada, todos en el radicalismo. Y en el peronismo a Antonio Cafiero, Guido Di Tella, Andrés Cisneros, Jorge Taiana, a Hipólito Paz. Me tocó estar sentado en una comida al lado de Jorge Antonio (financista y consejero de confianza de Perón). ¡En casa lo nombraban cuando yo tenía cinco años!. También a Jorge Vázquez, a Eduardo Duhalde... A Cafiero es el que más rescato. Y a Néstor Kirchner. No puedo perderme en estas cosas electorales. Entiendo que Sergio Massa es un personaje difícil, muy difícil.

--¿Difícil por qué?

--Me hubiera sido más fácil con el ministro del Interior (Wado de Pedro), con Jorgito Taiana, con Rafael Bielsa, con Alak, hasta con Aníbal Fernández. De todos modos Massa pertenece a la dimensión de la política. El que entra de afuera es Milei. Él se pronuncia como un contrario de la política, como un enemigo. Repudia en palabras, a veces excesivas, a la política. Pero la política es un instrumento para resolver conflictos de modo pacífico. El Derecho es una herramienta para resolver conflictos entre personas. Los grandes problemas los arreglamos con la política o se resuelven por imposición.

--¿Qué no pudo arreglar la política?

--Tengo el recuerdo, en 1966, de don Arturo Illía. Cayó ante la indiferencia del pueblo argentino. A la mañana siguiente del golpe de Estado, el 29 de junio, todos desayunaron y comieron sus medialunas, Y la Argentina siguió adelante.

--Como si no lo hubieran derrocado.

--Hubo quienes nos quedamos abrazando, añorando a esa figura que fue don Arturo. Tuvo su homenaje ya fallecido. Los que vinieron establecieron la antipolítica. Decían que no se habla de política porque no hace falta. Decían que los conflictos no existían y que todo lo iba a resolver el mercado.

--Eso me suena.

--Que todo se iba a resolver científicamente. Como si se tratara de una ley de la naturaleza. En 1976 pasó lo mismo. Lamentablemente la sociedad buscaba un poco de orden. Era un despelote. La gente estaba más cerca de preferir a Isabelita que a los jóvenes que yo conocía. Con los que había militado en las Juventudes Políticas. Amigos míos, peronistas, que perdí en esa generación.

--¿Recuerda alguno en particular?

--Lo pusieron preso en el Chaco y después lo mataron en Margarita Belén. Era Patricio Tierno. Como un hermano para mí, un amigo queridísimo. Dos años más chico.

--¿Qué le dijo?

--Lo veo en una esquina de La Plata. Le digo: "¿Qué hacés?, metete en el auto". Medía un metro noventa. "Sos un pajarito llamador", le digo. Me lo llevo no me acuerdo dónde. Le digo: 'Patricio, el 'cinco por uno' se los van a hacer al revés. Si ustedes matan uno, con suerte les matan cinco de ustedes". Me dijo: "Eso es si nosotros pensáramos en ganar. Lo que pensamos es en producir un colapso moral al gobierno (de Isabel Perón), incluso con la muerte mía". Y empezó a nombrar amigos comunes. Que lamentablemente después murieron. Hasta un primo hermano mío.

¿Combatiendo el capital?

Alconada Sempé cumplió misiones de Observador Electoral para la Organización de Estados Americanos (OEA). No ahorra elogios para quien era el canciller, Dante Caputo.

--¿En todo mundo se venera al mercado?

--Mire los grandes capitalismos, como el Reino Unido a principios de siglo XX, los países nórdicos, Estados Unidos con el New Deal (estímulos del Estado lo social y económico) de Franklin Roosevelt. Los salvó la inteligencia de corregir al mercado. Las desviaciones del mercado.

--¿Cualquier desviación?

--Un día pide la palabra (el magnate) George Soros en una reunión en Varsovia. Yo estaba al lado. De oyente. Él dijo: "Yo como empresario lo que tengo que hacer es tratar de conseguir el monopolio. Y avanzar. Porque así ganó más dinero. A mí nadie me va a enseñar a ganar plata. Y sé que tiene que haber un 50 por ciento de Estado y un 50 por ciento de mercado".

--¿Usted que postula?

--Eso: mitad mercado, mitad Estado. Juan Perón lo planteó en un discurso famoso en 1954 en el Teatro Colón. Se discutía si iba a haber paritarias o no. Perón va a una reunión de la CGT con la CGE (Confederación General Económica). Con claridad meridiana, dice que el trabajador pida el salario más alto que pueda. Pida todo lo necesario para alcanzar su dignidad y su bienestar. Y que el empresario pida todo lo que tiene que ganar y todo lo que quiere ganar para poder acumular un buen capital. Si por alguna razón ajena a la voluntad de los dos, se superponen, un pedazo de lo que pide uno y lo que pide el otro, dice Perón, nos vienen a ver al Estado y se compensa lo que falta.

--¿No era entonces combatiendo al capital?

--Perón no estaba contra el capital. Pero sonaba bien la marchita. Perón discutía seriamente. Si se podía poner una fábrica de aviones, o una fábrica de barcos, o de tanques en la Patagonia. Era por una eventual Tercera Guerra Mundial. Perón se lo ofreció a un enviado de EEUU para que se hicieran las plantas. Le dijo que Argentina estaría fuera del alcance estratégico de las armas soviéticas. No prosperó. Perón siempre estaba tratando de mejorar el perfil de la industria, sin perder la autonomía.

--¿La tradicional neutralidad argentina de aquel tiempo?

--Por eso, nunca fuimos a la Guerra de Corea. Mantuvimos una neutralidad como había tomado Hipólito Yrigoyen en la I Guerra Mundial. Tenemos en común todas esas cosas.

Hay marcianos entre la gente

Alconada destaca la brillantez de hombres de carrera diplomática como Jorge Maurat. Del equipo político de la Cancillería de Caputo recuerda a Jorge Sábato, hijo del escritor, dice: "Fue la persona más inteligente que haya conocido. Brillante y excelente persona". Así resalta una generación de dirigentes políticos que eran "libros abiertos" a la filosofía y a la ciencia.

--¿MIlei de qué lado está?

--Es un candidato que me dice que no, que va a regir la antipolítica. Sin descalificar, no sé de dónde salió ese hombre. ¿Cómo apareció en el planeta? A lo mejor está fuera de la ley de gravedad. No sé, ¡en una de esas levita!. Pretende aplicar políticas como si hubiesen funcionado en algún país del mundo. No funcionaron. Ya lo intentaron Juan Carlos Onganía y Jorge Videla. Frente a eso, el sindicalismo nunca desapareció, gracias a Dios. Fue el que se creó en la década de 1940.

--Milei ha girado violentamente hacia Macri.

--Hay una frase que siempre repetía en mi familia Carlos Alconada Aramburú: "Estoy dispuesto a defender mis principios hasta la hoguera, exclusive. Exclusive". Milei tomó de golpe conciencia de que estaba en el mundo. Que iba a tener que arreglar con Macri y un montón de políticos.

--¿No le había ido mal a Macri en su gobierno?

--Lo de Macri, en crudo, tampoco funcionó. Tuvo que dar un montón de marchas atrás. Él se enojaba con el radicalismo y con la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Simplemente le estábamos avisando que lo que estaba haciendo era absurdo. Se enojaba y decía que le trabábamos los proyectos. Que era como maldad.

--¿Maldad?

--Mandó el nombramiento de dos jueces de la Corte Suprema, por decreto (Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti). Juro por Dios que cuando leía los comentarios en contra no lo creí. ¿A quién se le ocurre que Macri puede hacer una cosa así? ¡Qué mala fe!. Y de pronto veo que efectivamente lo había hecho. Juro por Dios que la imagen que se me vino fue la de un cuadro de Mariano Moreno, uno de los próceres que más he admirado. que siempre tuve sobre mi escritorio. Se lo ve en su despacho de abogado escribiendo con una pluma a la luz de una lámpara.

--¿Hay un resquicio legal para nombrar?

--La Constitución prevé que se puede adelantar un ascenso de un general o un almirante en batalla. O en la Antártida antes de que se venga el invierno. Cosas de una delicadeza importante ante una hecatombe. Pero ¡dos jueces de la Corte! Lo más triste es que el inspirador, que ahora está prófugo en Montevideo (el ex asesor Fabián 'Pepín' Rodríguez Simón) había estudiado el tema por si a Cristina Kirchner se le ocurriera designar un juez por decreto. Sería de gravedad institucional. Y lo trataría de impedir para no romper la República.

--La inquina con Macri viene de lejos.

--Macri ha demostrado varias veces que a los radicales no nos quiere. Lo bien que hace. Porque no sería correspondido. Por lo menos por la inmensa mayoría. Dejemos esto así como estamos.

--¿El radicalismo es un furgón de cola del PRO?

--En la Convención de Gualeguaychú (2015), lo que se discutió es que que había habido tres mandatos seguidos del peronismo. Que no era bueno que volviese a ganar. En la democracia debe existir la alternancia. Aunque también digo que el Partido Conservador en Gran Bretaña ganó muchas veces. En EEUU cambian cada dos mandatos. Macri no entendió que nos teníamos que poner de acuerdo. Nos invitaba solo a actos de adhesión. Ahora, el domingo 19 sería repetir algo que es absurdo.

--Ahora sería un segundo mandato peronista.

--No es para quitarnos culpa, pero al peronismo de estos años, como dice una amiga, se le aplica la frase "se agrandó Chacarita". Ganó en 2019 con Alberto Fernández. Se perdió el diálogo. Durante el gobierno de Carlos Menem, lo que mucha gente no sabe es que dos veces por mes nos reuníamos con Eduardo Menem, Julio Mera Figueroa, Eduardo Duhalde, Carlos Grosso. Por nosotros iban Adolfo Gass, César Jaroslavsky, Horacio Jaunarena y yo.

--¿Se ponían de acuerdo?

--Cada uno mantenía su personalidad, sus ideas, convicciones, principios. Cuando había temas muy delicados, Menem le avisaba a Alfonsín y Alfonsín a Menem. Como cuando se sublevaron los carapintadas de Mohamed Alí Seineldín. Domingo Cavallo nos pidió una vez una gestión en Roma ante el primer ministro Giulio Andreotti para destrabar unos asuntos económicos. Lo hicimos. Es elemental. Los países civilizados lo hacen.

--¿No hubo diálogo?

--En estos últimos ocho años se ha perdido esa posibilidad de dialogo, de conversar. Se ha instalado en el corazón del otro la culpa. Están esperando que el Fondo Monetario tire por la ventana al ministro de Economía. ¡Qué papelón, qué vergüenza!. A quien van a tirar por la ventana es a la Reública Argentina, no al ministro. Si tenemos 40 años de democracia es porque Antonio Cafiero hizo la Renovación Peronista.

--Y estuvo en el balcón con Alfonsín en el alzamiento militar de Semana Santa.

--Había noches en que Alfonsín me daba un mensaje para Cafiero en la gobernación. Como yo iba para La Plata, porque vivo en Gonnet, lo llevaba. Y al día siguiente le transmitía la respuesta de Cafiero.

--Hay radicales que votan a Milei.

--El partido nos ha dado libertad. Cuándo éramos jóvenes, los peronistas nos decían que ellos usaban el poder y que nosotros padecíamos el poder. Puede ser.

--Entonces, ¿qué votarán?

--En mi grupo más íntimo de cinco dirigentes amigos, tres votamos a Massa y dos votan en blanco.

--Ya es mucho.

--Nos conocemos y sabemos que los argumentos de cada uno son de buena fe. Lo que tenemos que hacer, salga como salga el balotaje, es seguir buscando la unión nacional. Seguir por la recuperación de la política. No podemos permitir que se haya degradado la política

--¿Se sienten despreciados?

--Culquier egresado una escuela de periodismo se anima a pegarnos unos retos en cualquier programa de radio o TV. Hace más de 50 años que me dedico a la política. Viví con tristeza cuando lo destituyeron a Illía. No dormí esa noche. O cuando el golpe de 1976. Fue algo trágico. Veíamos desaparecer a amigos, morir amigos.

--¿Teme una represión mileísta?

--Hemos vivido momentos que parecen fatales y finales. Y no han podido con nosotros. No pudo Onganía, no pudo Videla. Sobrevivimos, mantuvimos la alegría de la militancia. Nos juntábamos con un miedo bárbaro. Con un terror de que nos hubiesen seguido. Pero cuando nos juntábamos en una casa cantábamos, jodíamos, nos cagábamos de risa. Nunca nos pudieron quebrar el alma.

--¿Y si gana Milei?

--Si por algún aborto de la naturaleza, le toca estar arriba, no nos va a quebrar. La pena que nos prometía (la dictadura) era mucho más grande. Éste (Milei) no nos va a quebrar. Va a gritar, a decir estupideces. No vamos a perder la calma. Sepamos que lo tenemos en nuestras manos el peronismo y el radicalismo. Y otras fuerzas políticas. Sabremos tomar el rumbo que el país necesita. Tengo una confianza absoluta. Será porque soy católico. O porque estoy leyendo la historia del mundo.

--¿Siempre se pudo?

--Sí. Leo libros sobre la historia del pueblo de Israel ¡Se la pasaron jodido! Y siempre pudieron salir, con un patriarca, con un profeta, con un rey, con un líder. Sacaron la cabeza afuera, crearon el Estado de Israel y lo están defendiendo. Hay que tener confianza. Ojalá que gane Massa. Ojalá que sepa ordenar el curso de una búsqueda.

Canuto Cañete rompe con Brasil

Uno de los mayores impactos de la campaña de Milei fue la promesa de quebrar el vínculo con Brasilia, porque gobierna "un comunista".

--Milei dijo que no se relacionará con Lula.

--Lamentablemente, Macri creyó que la alianza con Brasil era con Jair Bolsonaro. Alberto Fernández creyó que era con Lula. El nabo éste cree que como va a seguir Lula en la presidencia, hay que romper. La alianza con Brasil es estratégica.

--¿Ese proceso empezó con Alfonsín?

--El primero que lo vio fue el presidente Roque Saénz Peña. Volvía al país para asumir y el entonces presidente Figueroa Alcorta le manda decir que no pase por Rio de Janeiro. Porque habían mandado una delegación cualunque al Centenario de la Revolución de 1810. Saénz Peña entra igual a Rio. No hay bandera, no hay fiesta, no hay nada. Pero habló sobre el proyecto común. Que estamos obligados a estar juntos, a pensar juntos, a trabajar juntos. Se quedó cinco días. Se fue embanderado, ídolo y reconocido. Fue un gran presidente conservador, lúcido. Ya lo había propuesto el presidente Carlos Pellegrini en una conferencia en EEUU.

--Pero en 1985 hubo un acuerdo clave.

--Alfonsín y José Sarney hicieron ese acercamiento (germen del Mercosur con pacto automotor). Los argentinos empezamos a vender más industria que agro. Helio Jaguaribe, un gran sociólogo brasileño, dijo una vez que Brasil puede avanzar solo, pero le llevará 45 años. Si lo hace junto con Argentina, lo hará en ocho años. Entonces que no diga pavadas Milei.

Perón nunca se lo iba a perdonar

Alconada Sempé integra una familia platense de corazón. Egresó como abogado de la Universidad Nacional de La Plata. Le quedaba a tres cuadras de su casa. "La tenía fácil", evoca.

--¿Qué le parece La Plata con Julio Alak de nuevo intendente?

--Los Alconada somos familia de platenses, casi desde la fundación. Nunca nos quisimos aporteñar.

--Algunos pensarán lo bien que hacen. ¿Perón tuvo una época antirradical?

--Incubó un antirradicalismo, hasta que se dio cuenta de que no tiene sentido. Perón escribe una frase muy linda en una carta en agosto o septiembre de 1966, tras el derrocamiento de Illía. Le escribe a un abogado peronista platense. Dice en primera persona del plural: "No me lo voy a perdonar nunca si desaprovechamos esta oportunidad de sacar a la Argentina del pozo donde la hemos (remarca hemos), metido".

--Después llega el abrazo con Balbín.

--Seis años después. Y al año siguiente gana las elecciones Perón. Diez años después, las gana Alfonsín. Es un proceso histórico. Hemos entrado en muchas roscas con amigos peronistas, que duraban tres o cuatro horas y se perdía. Pero después convivíamos. Espero que nos vaya bien. Pero sino, tener la lucidez para mantener la calma y la esperanza. La confianza de que no nos van a doblegar. No nos van a seguir dividiendo, separando.

--¿Quién los separa?

--Balbín tenía una frase muy linda. Nosotros, jóvenes, le hablábamos del imperialismo. Él nos dijo que el imperialismo cumple su tarea, trabajan de imperialistas, tienen que ser imperialistas. El problema son los cipayos. Son los que les abren la puerta a los imperialistas, estando en la Argentina y teniendo que defender al país. Esos son los que traicionan al país. Es lo que me perturba. Al ministro le piden una concesión y ahí perdemos un punto del Producto Interno Bruto. Nos duele el país. Nos duele que haya un turro que nos vaya perforando el tanque de nafta, para que nos quedemos sin combustible. Uno que nos esté desinflando la rueda, para que nos quedemos en el camino. No merecemos esto. Lo vamos a cambiar.

--¿Los jóvenes lo entienden?

--A los pibes les tenemos que dar entrada. Los 40 años de democracia tienen un gran problema. Casi toda la gente joven que hemos incorporado en la política pierde independencia y espontaneidad. La juventud les tiene que hablar a los grandes con grandeza, les tienen que hacer entrar las ideas nuevas. Ahora los chicos ven a un diputado y piensan en una fuente de trabajo. Nos tienen que decir 'cambie', esto no va más. Tienen miedo a emanciparse, miedo a pronunciarse. Recordemos lo irreverentes que éramos nosotros. Hacíamos trastadas. Pero ahora se han anestesiado los más jóvenes. Que nos digan lo que sea. Y nosotros también les vamos a contestar. Por algo hemos crecido.