La renuncia de un secretario de primera plana en la Municipalidad de Funes desató una andanada de críticas del propio oficialismo y la oposición hacia el intendente PRO Diego León Barreto. El Ejecutivo funense resolvió correr de la comisión que adjudica obras públicas a la secretaria de Hacienda, Mariela Masau, y al titular de las carteras de Obras Públicas y Planeamiento, Juan Vincenti, quien pegó el portazo el martes por la tarde. Desde el macrismo local reconocieron que la movida "no genera transparencia". El Frente Progresista lo calificó de "bochornoso" e "inaudito", mientras que desde el peronismo dijeron que llegó el momento de "controlar mucho más al Ejecutivo".

León Barreto y su secretario de Gobierno Ezequiel Fernández De Salvi resolvieron el 18 de noviembre pasado, mediante el decreto 0422/16, correr de la comisión de pre adjudicación para las licitaciones públicas y concursos de precios a la encargada de controlar las arcas municipales, Masau, y al técnico, Vincenti. Al tomar conocimiento, el secretario de Planeamiento y titular interino de Obras Públicas le presentó su renuncia al intendente. A la oposición no le parece casual que los dos funcionarios corridos se hayan opuesto el 23 de septiembre pasado a la intención de Fernández De Salvi y el jefe de Gabinete, Leonel Scarano, de adjudicar la licitación de la etapa 4 de la construcción de la red cloacal a la firma Battilana, cuestionada porque "no tenía ningún tipo de experiencia". En esa instancia se llegó a una solución salomónica y se concedió las tareas a CAPAZE SRL, una empresa de mayor tenor, para satisfacción de todos.

Pero poco menos de dos meses después, los secretarios que se opusieron a los deseos de los laderos del intendente fueron apartados de la comisión. No solo eso, desde la vecinal del barrio Villa del Sol, que sigue atentamente el curso de las obras, revelaron que Masau tiene ahora "prohibido entregar información contable de la obra de cloacas sin autorización expresa del intendente". La entidad le solicitó entonces información por nota a León Barreto, pero hasta el momento no obtuvieron respuesta.

Masau dijo que no piensa renunciar, pero sí se mostró sorprendida por la medida tomada por la plana mayor del PRO. "Me tomo de sorpresa, no lo había hablado previamente. La gente que me conoce sabe que trabajo bien, que siempre he tratado de hacer lo mejor para la ciudad. Habría que preguntarle a quien tomó lo decisión de rearmar la comisión por qué lo hizo", declaró.

Luis Dolce es concejal del PRO y admitió que los funcionarios fueron apartados porque cuestionaron a la empresa "que no era preferencia" del secretario de Gobierno. En ese sentido, reveló que el Municipio es conducido por "un grupo reducido" y siguió castigando duramente a Fernández De Salvi, a quien definió como "el propio intendente". "Si no le caés bien a él estás afuera", confió. El edil amarillo admitió que ingresó una "cantidad de personas enorme" al gabinete. "Son todos de Rosario y responden al secretario, no conocen la ciudad, hay mucho amiguismo".

El radical Juan Ignacio Rímini lamentó el corrimiento de los dos funcionarios de la comisión, porque son los "principales responsables desde el punto de vista técnico y financiero". Si bien esquivó la palabra corrupción, habló de conducta "antiética" y "decisión descabellada", y cerró: "Llama poderosamente la atención que en su lugar esté el Jefe de Gabinete, ¿qué sabe de licitaciones el señor Scarano?".

En tanto, el concejal justicialista Roly Santacroce se comprometió a "profundizar mucho más el control", cuestionó a Scarano y mencionó a un "empresario, mega millonario", llamado Cristian Pross, que colabora con la mesa chica del Ejecutivo. "Hay que estar muy atento en el control del Municipio, de sus gastos, licitaciones, yo ya no creo en las buenas voluntades, a los funcionarios no los conoce el 80 por ciento de la ciudad, a mí me van a seguir viendo caminar por la calle y a ninguno de todos estos los van a volver a ver nunca más", concluyó.