González Quintana y Cabaleiro estuvieron durante más de siete días en las inmediaciones del Pu Lof en Resistencia, departamento de Cushamen, reconstruyendo los hechos del 1 de agosto, cuando la Gendarmería despejó un corte sobre la ruta 40 e ingresó a la comunidad. Desde entonces, Santiago Maldonado está desaparecido. El informe final tiene como destino el expediente autónomo iniciado por la CIDH.

Ambos abogados aportaron, además, testimonios clave que volvieron a responsabilizar a la Gendarmería por la desaparición del joven artesano. En diálogo con Página/12, González Quintana, quien intentó presenciar el allanamiento ordenado ayer por la Justicia en la Pu Lof, no duda de que a Santiago “lo cargó Gendarmería” y apuntó contra el juez federal Guido Otranto, a quien considera “manifiestamente parcial”. “Le da mayor veracidad a 6 declaraciones contradictorias de los efectivos de Gendarmería y no les cree a los 4 integrantes de la comunidad que han declarado frente a él”, advirtió.

-¿Cuál cree que fue el verdadero objetivo del rastrillaje de la víspera? 

- Fue un verdadero atropello judicial que ha vulnerado derechos fundamentales de los familiares de la víctima y de los organismos de DDHH que formamos parte de este proceso, ya sea como querellantes o como veedores. Ingresaron a buscar a Santiago Maldonado 50 días después, amparados en la insostenible hipótesis de que pudo haberse ahogado y haber sido arrastrado por las escorrentías del río Chubut... Una verdadera escena de película. Fíjese que justamente en la mañana de ayer estaba previsto que declararan ante Otranto un par de integrantes de la comunidad en resistencia. Eran testimonios claros y determinantes para confirmar la única hipótesis posible, que a Maldonado lo llevó Gendarmería. No se pudieron recibir esos testimonios y como si fuera poco llevó adelante un procedimiento viciado de nulidad absoluta, ya que no fueron debidamente notificadas las partes con la posibilidad y el derecho a controlar este rastrillaje que tuvo carácter de peritaje. Todo un desatino judicial de una gravedad inusitada, que pone al juez al borde de un nuevo pedido de apartamiento, esta vez por mal desempeño de sus funciones, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público. 

- Durante la confección del informe para la CIDH, ¿con qué se encontraron en el territorio?

- El territorio recuperado por la Pu Lof en Resistencia en Cushamen son aproximadamente 1000 hectáreas del millón y medio que posee el magnate Benetton en la Patagonia. Están custodiadas por un puñado de comuneros que permanecen estables en el campo. No son más de 13 incluyendo a los weichafes, zomos y pichis (guerreros, mujeres y niños). Se encuentran muy desamparados y vulnerables ante la constante acción represiva y hostigadora de las fuerzas de seguridad (nacionales y provinciales), que de manera casi constante ejercen hechos de violencia institucional contra las personas y las cosas en el Pu Lof. La situación de los peñis y las lamien (hermanos y hermanas) es preocupante. En tanto, la sociedad esquelense, al igual que la mayoría de la sociedad argentina, consume la información que los medios hegemónicos cercanos al Gobierno transmiten. La construcción mediática del “enemigo interno”, en referencia a los “mapuches violentos y terroristas” ha encontrado terreno fértil en una parte de la sociedad. El jueves pasado en la ciudad de Esquel hubo una marcha en pleno centro, autodenominada “marcha por la paz”. Sectores de clase media y clase alta, empleados judiciales y de las fuerzas de seguridad, empleados públicos de Chubut y sectores del campo se manifestaron “en contra de la violencia”, pero no se vio un solo cartel que pidiera por la aparición con vida de un ciudadano desaparecido. No hubo fotos de Santiago Maldonado. Se vieron muchas banderas argentinas, ninguna mapuche. Se cantó el himno nacional… ¡todo un mensaje!

- Sergio Maldonado ha dicho que su principal miedo es que "tiren" el cuerpo de Santiago para lavar culpas...

- Todas las bolas están en el bolillero y puede salir cualquiera. Los principales sospechosos de esta desaparición forzada se han encargado de sembrar diferentes hipótesis durante 50 días que solo han servido para distraer, confundir y desviar el foco. Treinta gendarmes, un juez federal, una fiscal, una ministra de Seguridad de la Nación y su jefe de gabinete, más los grandes medios de comunicación se burlaron de la familia Maldonado y toda la sociedad argentina. Yo pienso que no es tan fácil plantar un cadáver después de tantos días. El cuerpo habla. Es un objeto probatorio en sí mismo. Cualquier peritaje sólido puede desbaratar un intento de manipulación probatoria. De todas maneras es absolutamente comprensible la desconfianza y el temor de Sergio Maldonado. Igualmente nunca sostuvimos otra hipótesis que no sea la verdad. Lo que objetivamente sucedió. A Santiago lo cargó Gendarmería y tarde o temprano la verdad sale a la luz.

- ¿Por qué el juez Otranto toma como más firme el testimonio de los gendarmes y descree de la comunidad?

- Otranto no es nuevo en estos conflictos. Ha intervenido media decena de veces en situaciones referidas a la Pu Lof y al proceso de recuperación territorial. A esta altura de los hechos podemos afirmar que es un juez que ya no puede ocultar su perfil antimapuche. Como lo ha referido el Lonko Facundo Jones Huala desde su encierro ilegal, el juez Otranto está presionado y condicionado por sectores concentrados de poder. Empresarios, productores, políticos y medios hegemónicos ejercen demasiada influencia sobre el poder judicial. En esa línea Otranto se muestra manifiestamente parcial a la hora de valorar el poder convictivo de los testimonios. Le da mayor veracidad a 6 declaraciones contradictorias de los efectivos de gendarmería y no les cree a los 4 integrantes de la comunidad que han declarado frente a él. Haber sugerido ante la prensa que Maldonado se ahogó y fue arrastrado por el río es una inaceptable e irresponsable actitud. Un juez no puede adelantar opinión en una causa que está en un incipiente proceso de instrucción. Quedan innumerables elementos probatorios para incorporar, testimonios que receptar, peritajes que ordenar, y sin embargo decide exponerse públicamente con una hipótesis que es la menos probable. Señor juez, a Santiago Maldonado lo llevó Gendarmería, la misma fuerza que usted envió al Pu Lof en Resistencia. Sin embargo Otranto les cree a los gendarmes que se contradicen, pero no le cree a los mapuches que declaran de manera sólida y coincidente.