En Gualeguay, a puertas cerradas y con un fuerte operativo policial, comenzó el juicio contra los tres imputados por el secuestro y el femicidio de Micaela García, la estudiante de 21 años estrangulada en abril en esa ciudad entrerriana. Durante la jornada declararon los acusados y el principal de ellos, Sebastián Wagner, reiteró su primera declaración, en la que asumió la violación de la joven pero responsabilizó del homicidio a otro de los detenidos, Néstor Pavón, dueño del lavadero y gomería donde trabajaba. El abogado de la familia García, Jorge Impini, dijo a PáginaI12 que “las declaraciones no nos llamaron la atención, pero comprueban la línea que fuimos marcando. Wagner sigue culpando a Pavón, pero está vez dio más detalles de los hechos. Y con Pavón, confirmamos que nos viene mintiendo en todas las declaraciones”, sostuvo el letrado, que se mostró conforme con la audiencia.

Wagner, de 30 años, condenado por dos casos de violación, su hijastro Gabriel Otero, de 21, y Pavón, de 35, los tres acusados de “abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio calificado por alevosía, criminis causae y femicidio”, llegaron a los tribunales poco antes de la nueve de la mañana, en medio de un fuerte operativo de seguridad. El cuarto acusado, Fabián Ecohsor, pareja de la madre de Wagner, que lo ayudó a ocultarse en Buenos Aires después del hecho, no fue de la partida porque fue condenado a dos años y medio de prisión efectiva por encubrimiento, en un juicio abreviado. 

Los jueces María Angélica Pivas, Javier Cadenas y Darío Crespo ordenaron vallar la calle frente al tribunal para evitar que trasciendan datos de las audiencias, que no serán públicas a pedido de la familia de la víctima, y  por las que pasarán, en las próximas cuatro jornadas, más de 30 testigos propuestos por la querella y el fiscal Ignacio Telenta.

Tras la apertura de la sesión y los alegatos de las partes, el primer acto fue la declaración de Wagner, que no aceptó preguntas y uso unos apuntes como ayuda memoria. 

Impini contó que “Wagner reiteró lo que había dicho en la fiscalía. Asumió el delito pero señaló a Pavón como coautor. Hizo el relato de forma verbal pero leyendo cada tanto para no olvidarse nada, porque dijo que no tiene memoria. Y en ese relató amplió su declaración anterior y fue más detallista”.

Wagner admitió haber abusado sexualmente de Micaela, pero dijo que luego fue “a drogarse” y que en ese transcurso Pavón “la violó y ahorcó”.

Durante su declaración, Wagner se mostró nervioso, alterado en algunos momentos, sobre todo cuando hablaba de Micaela, y enojado cuando se refería a Pavón.

Según fuentes judiciales, “Wagner tiene un problema porque no reconoce que el abuso sexual está mal, pero al mismo tiempo está destruido porque el plan no era matar a la chica y por eso pidió perdón a la familia y dijo que asumía la responsabilidad que le cabía por el hecho”. La misma fuente aseguró que “Pavón es una persona fría, calculadora y tenía todo acordado con Wagner, quien se iba a suicidar si lo atrapaba la policía. Cuando lo agarraron en Moreno (provincia de Buenos Aires) lo intentó pero el tiro no salió. Si Wagner no hablaba nunca iban a llegar a Pavón”, sostuvo el investigador. 

Después llegó la declaración de Otero, quien según el abogado Impini, “hizo el mismo relato que había sostenido ante la fiscalía. Trató de explicar dónde estuvo ese día y dijo que no estuvo con Wagner y Pavón”. El letrado  agregó que el testimonio contrastó con los dichos de un testigo, que declarará ante el tribunal en los próximos días, que dijo que lo vio en el auto de Wagner. 

Luego fue el turno de Pavón. “Dijo que solo había ayudado a Wagner a huir a Buenos Aires, pero no pudo sostener un relato coherente y plagado de contradicciones. Y quedó claro que nos está mintiendo”, afirmó Impini.

Durante la declaración, en la que aceptó preguntas, a Pavón le fueron marcando contradicciones, y sólo se quebró al hablar de su hijo y de su mujer. Además, la fiscalía incorporó al debate las entrevistas previas al juicio que tuvieron con él, para mostrar las distintas versiones que dio al declarar. “Cada vez que habló, mintió”, dijo la fuente consultada.

Finalmente, cerrando la jornada, declararon la mamá de Micaela, Andrea Lescano, el ex novio de la estudiante y dos amigas. Los padres de la joven no presenciaron el juicio, sólo ingresaron a la audiencia cuando a Lescano le tocó declarar, después se retiraron.

Micaela fue vista con vida por última vez la madrugada del 1 de abril, cuando regresaba a su casa luego de haber concurrido al boliche King. De acuerdo con la fiscalía, la víctima fue interceptada por Wagner y su hijastro, quienes iban en un Renault 18 Break, cuyo paso quedó registrado por distintas cámaras de seguridad.

Tras la desaparición de la joven, se inició un amplia búsqueda que tuvo repercusión nacional y durante la cual se realizaron varias marchas para reclamar por el esclarecimiento del caso.

El 7 de abril, Wagner fue detenido luego de haber sido vinculado con el crimen a través de distintas pruebas. Un día después, el cadáver de la joven fue encontrado semienterrado en un descampado cerca de la ruta nacional 12, a unos tres kilómetros de donde se había encontrado, días antes, una sandalia, un pantalón y un manojo de llaves que le pertenecían.